Sobre el conjunto rupestre de Bacinete

Arte eterno en el corazón de la comarca

  • La investigadora Mónica Solís Delgado presenta su libro sobre el conjunto rupestre de Bacinete este jueves (19:00) en la sede de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar

Pinturas rupestres en el Bacinete

Pinturas rupestres en el Bacinete / E.S.

El Campo de Gibraltar alberga una rica historia que todavía tiene mucho por descubrir. Son muchos los investigadores que tratan de desentrañar el pasado de la comarca. Una de ellas, Mónica Solís Delgado, presenta este jueves a las 19:00 en la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar su libro El conjunto rupestre de Bacinete (Los Barrios, Cádiz). Pinturas prehistóricas para la reunión, donde se adentra en la prehistoria y en las muestras artísticas que dejaron nuestros antepasados en la zona. Europa Sur les ofrece a continuación un avance de este trabajo.

Avance de El conjunto rupestre de Bacinete (Los Barrios, Cádiz). Pinturas prehistóricas para la reunión

Portada nuevo del libro de Mónica Solís Delgado Portada nuevo del libro de Mónica Solís Delgado

Portada nuevo del libro de Mónica Solís Delgado / E.S.

En torno al Campo de Gibraltar y a las Sierras que bordean la Antigua Laguna de la Janda el ser humano encontró acomodo para su supervivencia desde épocas remotas. Así lo atestiguan los numerosos yacimientos prehistóricos que evidencian la continua o casi ininterrumpida ocupación de estas tierras desde el Paleolítico hasta épocas históricas. Los restos, entre los que destacan herramientas en piedra y hueso, muestran la evolución de los distintos grupos humanos que poblaron la zona para adaptarse a los diversos cambios ocurridos durante milenios. Pero su rastro no se reduce a su cultura material, pues desde los fríos tiempos de la última glaciación sintieron la necesidad de expresarse gráficamente mediante pinturas y gradados en centenares de cavidades, abrigos rocosos y bloques prismáticos que jalonan las Sierras que bordean la Antigua Laguna de la Janda y el Campo de Gibraltar.

Parte del Pleistoceno, es decir, grupos paleolíticos, cazadores recolectores nómadas adaptados al clima glaciar, se continúa en el Holoceno, momento en que se producen las transformaciones que conducen a las condiciones climáticas actuales, con comunidades de cazadores recolectores nómadas adaptadas a las nuevas circunstancias, periodo denominado como Epipaleolítico. La aparición de los primeros productores, ganaderos y agricultores, tendentes a la sedentarización marcan el inicio del Neolítico en la zona, modo de vida que se consolidará con las primeras sociedades metalúrgicas, éstas últimas empezaran a incorporar objetos de metal al registro arqueológico, al principio cobre, lo que marca el periodo Calcolítico, le seguirá los objetos fabricados mediante la aleación de cobre y estaño o Edad del Bronce y, finalmente hierro.

Mónica Solís Delgado Mónica Solís Delgado

Mónica Solís Delgado / E.S.

La comarca del Campo de Gibraltar fue sin duda un lugar destacado en la prehistoria, es más que probable que esta zona sea capital por su proximidad al Estrecho en los múltiples debates que se están abordando en ese intento de los arqueólogos por descifrar el gran enigma de nuestro pasado. Podría tratarse de ese punto de contacto ancestral con África en diversos momentos de la prehistoria, quizás esa eterna puerta a Europa y puente entre culturas. Su riqueza artística convierte al Arte Prehistórico del Estrecho de Gibraltar en un patrimonio de un valor inestimable, por su cantidad y variedad se trata de uno de los focos más importantes, pero también más desconocidos, de la Península Ibérica. En este sentido hay que destacar varios emplazamientos, por su enorme riqueza y excepcionalidad, sobresalen la Cueva del Moro, Atlanterra, Palomas, la Cueva del Tajo de las Figuras, Cueva de las Estrellas, entre otras muchas, que fueron realizadas por grupos de cazadores-recolectores (Paleolítico y Epipaleolítico). Pero dentro de la ingente cantidad de emplazamientos debidos a comunidades productoras desde el Neolitico más temprano destaca, sin duda, el Conjunto Rupestre de Bacinete en el término municipal de Los Barrios, por su enorme singularidad con respecto a los tradicionales abrigos que albergan este tipo de arte, constituye uno de los complejos rupestres más espectaculares de toda la Península Ibérica.

Se localiza en Sierra del Niño en el área suroccidental del Cerro Peruétano, inserto en el magnífico entorno del Parque Natural de los Alcornocales. El Peruétano tiene el gran privilegio de contar con numerosos vestigios artísticos de nuestro pasado prehistórico tales como Los abrigos de Pilones, Peñón de la Cueva, pero entre todos destaca el Conjunto Rupestre de Bacinete, también conocido como los Tajos de Bacinete, Cuevas de Bacinete o Santuario de Bacinete. Emergen numerosos y espectaculares bloques prismáticos o tajos, muchos de ellos decorados con pinturas en tonalidades rojizas a partir de óxidos de hierro, se produce así una enorme concentración de lugares con pinturas en una extensión reducida de espacio.

El entorno de El Bacinete El entorno de El Bacinete

El entorno de El Bacinete / E.S.

Pero sin duda, el emplazamiento “estrella” del complejo es el Gran Abrigo. La propia morfología del mismo dista considerablemente de otras cavidades. Se trata de un bloque prismático de arenisca, en este caso de dimensiones y morfología que podríamos catalogar de monumental por su singularidad en relación con bloques próximos que en fases posteriores serán decorados y conformarán el conjunto rupestre. Probablemente estas características diferenciadoras fueran decisivas en la elección del Gran Abrigo para la acción pictórica, de hecho, se inicia la decoración del complejo en el Gran abrigo.

Este presenta más de un centenar de figuras, realizadas en diversas secuencias de ejecución, no en un solo acto pictórico, por lo que podemos observar la evolución de figuras animales y humanas desde un seminaturalismo, pasando por una progresiva abreviación hasta llegar a la plena abstracción, con la inclusión de signos. Esta cantidad de figuras y modalidades estilísticas convierten al Gran Abrigo en unos de los más extraños y bellos emplazamientos esquemáticos de la Península.

Interpretación de la figuración de las pinturas Interpretación de la figuración de las pinturas

Interpretación de la figuración de las pinturas / E.S.

Podríamos hablar de un centro ceremonial focalizado en torno al Gran Abrigo aprovechando bloques naturales, sacralizados mediante las pinturas, expresamente elegidos por sus características morfológicas naturales, en un momento, ya, con componentes productivos de origen pecuario en una vía de paso (Puerto de Bacinete), que a la vez cubriría necesidades colectivas y de marcación territorial, es la manera en que la primeras sociedades productoras se legitiman como propietarios del territorio que habitan y explotan.

Pintan para apropiarse del monumento natural, mediante las pinturas lo convierten en humano con la intención de marcar el lugar donde fijar los eventos sociales y/o rituales para el futuro. La espectacularidad de los Tajos favorece la fácil y explicita localización por parte de los participantes, es decir se trata de un concepto casi arquitectónico, en este caso, la arquitectura son los bloques de areniscas antropizadas mediante las pinturas.

El arte es el reflejo de la sociedad que lo crea, el cambio de mentalidad que debió producir el paso de una existencia en el que el entorno mediante la caza y la recolección proveía de todo lo necesario para la subsistencia a un modo de vida en el que el hombre domina a las especies tanto animales como vegetales (ganadería y agricultura) debió ser muy profundo, no en vano a este proceso se le denomina revolución neolítica, por tanto debió influir en sus manifestaciones artísticas transformándolas.

En cuanto a las cronologías, nos movemos al menos desde el Neolítico Inicial, en sus primeras fases de ejecución, abriendo el debate de la temprana neolitización en la zona con respecto a otras áreas de la Península. Se continuaría en las siguientes fases Neolítico Medio y Final, así como durante el Calcolítico.

En Bacinete confluyen excepcionalidad, espectacularidad, belleza y alto interés cultural y científico, todo ello unido a un incomparable entorno natural, sin duda, un lugar único.

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