Instituto de Estudios Campogibraltareños

El final del conflicto civil romano en el Estrecho de Gibraltar (I)

  • En el 49 a. C., César, al mando de la Legio XIII, cruzaba la frontera entre la Galia Cisalpina e Italia provocando una nueva guerra civil entre el bando popular y el optimate

  • Esto provocará multitud de reacciones en nuestra zona, con especial virulencia en el Estrecho debido a su importante posición estratégica

Mellaria, en Valdevaqueros, Tarifa.

Mellaria, en Valdevaqueros, Tarifa.

1. Tiempos de Guerra I: Sertorio y Sila

El conflicto sertoriano se conoce bastante bien, qué duda cabe, gracias a la biografía escrita por Plutarco que se fijó en él especialmente como comandante militar. No cabe duda de que Quinto Sertorio ha sido tratado como un libertador para Hispania, un patriota romano o un simple aventurero. En palabras de Francisco Pina, 'Sertorio nunca intentó crear un Estado independiente de Roma bajo su dirección, en ningún momento se planteó la posibilidad de que Hispania dejara de ser una provincia perteneciente al Imperio Romano'. Por tanto, debemos entender la presencia de Sertorio en Hispania como una consecuencia de la guerra que se estaba librando entre Mario y Sila por el poder y la posterior victoria del último. En 83 a. C., Sertorio llegó a la Península como pretor de la Citerior pero tras la ascensión de Sila al poder, fue sustituido. Al enviar Sila un nuevo pretor, Sertorio comenzó una serie de batallas que le trajeron hasta el estrecho de Gibraltar. Así, en 81 a. C., se trasladó a África, regresando a Hispania un año después. Esto provocó que en 79 a. C. fuese enviado como procónsul de la Ulterior a Quinto Cecilio Metelo Pio manteniéndose la primacía de las armas del lado sertoriano hasta el año 76 a. C. Sin embargo, la llegada de Pompeyo y su ataque conjunto con las tropas de Metelo, que venía desde el Sur, hizo que la victoria se decantase del lado silano cuya consecuencia inmediata fue el asesinato de Sertorio en 73 a. C. lo que supuso el fin de este episodio.

Pero veamos de qué manera se vivieron estos años en el Estrecho.

Lucio Cornelio Sila. Gliptoteca de Múnich. Lucio Cornelio Sila. Gliptoteca de Múnich.

Lucio Cornelio Sila. Gliptoteca de Múnich.

En 93 a. C., las campañas celtibéricas de Tito Didio le trajeron a Hispania por vez primera donde el procónsul Publio Licinio Craso recibió un triunfo tras su victoria sobre los lusitanos. Según Plutarco es ahora cuando llega a la Ulterior , territorio que verá en 85 a. C. la llegada de un exiliado político de gran importancia, Marco Licinio Craso lo cual delata la zona campogibraltareña como no muy proclive a Sertorio y sí al gobierno senatorial romano. Esto se verá refrendado por hechos que luego abordaremos.

De nuevo lo tenemos en Hispania, esta vez en la Citerior como pretor dos años más tarde produciéndose el conflicto que durante unos años convertirá al estrecho en protagonista de la guerra civil entre Sila y Sertorio. Siendo ya pretor y no aceptando las órdenes de Roma, en 81 a. C., el enviado de Sila, Cayo Annio Lusco lo empujó al mar, haciéndole embarcar en Cartagena rumbo a África. Al no poder dirigirse al África proconsular, en manos de Pompeyo, viró hacia el Suroeste, al Oeste del río Muluya en territorio mauritano aunque sin determinar la zona. Hace años, Félix García Mora propuso la región del Muluya aunque admite la fragilidad de su razonamiento toda vez que se basa en que cuando Suetonio Paulino y Hosidio Geta en 44 llevaron a cabo la conquista de Mauritania Tingitana, utilizaron esta zona como base de operaciones.

Si fue en esta zona cercana al Estrecho, sabemos que Sertorio sufrió el ataque de poblaciones autóctonas lo que hizo que se dirigiera a la costa para embarcar rumbo a Hispania. Es probable que si se encontraba al oeste del Muluya, el punto de embarque elegido fuese Tingi, aunque esto es pura conjetura. Lo cierto es que fue rechazado en las costas hispanas y esto lleva a pensar que quizás este intento lo llevara a cabo en algún punto de la costa Norte del estrecho de Gibraltar pues, como vimos anteriormente, estas costas parece que no eran muy proclives a los populares. Este rechazo hizo que buscase refugio en el Mediterráneo, pactando con piratas cilicios y refugiándose en las Baleares, donde sufrió un ataque por parte de Annio.

Una tormenta lo empujó a cruzar 'el estrecho de Gades' en palabras de Plutarco conociendo la existencia de unas misteriosas islas occidentales que llamaban de los afortunados y a las que estuvo tentado de ir. Sin embargo, quizás obligado por sus aliados cilicios o bien por convicción, regresó a Tingi donde combatió al mauritano Ascalis, gobernador de la ciudad. El peligro era más que patente pues Pompeyo se encontraba en el vecino reino númida. Esto hizo pensar a Genaro Chic que Sertorio organizaba un contraataque popular contra Pompeyo; sin embargo, Félix García Mora sostiene que Sertorio solamente buscaba su propia supervivencia toda vez que la causa popular estaba ya derrotada.

Una vez dueño de Tingi, en los meses finales del año 81 a. C. un nuevo peligro se cierne sobre el sabino de la mano de Vivio Paciano muy probablemente el mismo que ocultó a Marco Licinio Craso en su territorio, lo cual parece demostrar que, de tratarse de la misma persona, Craso estuvo oculto en las inmediaciones del estrecho de Gibraltar.

Paciano desembarca un contingente de tropas cerca de Tingi y se enfrenta a Sertorio sufriendo una fuerte derrota pagando con su vida lo cual reforzará un poco el mermado poder de Sertorio en la zona tal como reseña Plutarco al comentar el conocido pasaje del descubrimiento de la tumba de Anteo y su autoridad por todo el país.

Mellaria, en Valdevaqueros, Tarifa. Mellaria, en Valdevaqueros, Tarifa.

Mellaria, en Valdevaqueros, Tarifa.

Es ahora cuando recibe una embajada de los lusitanos incitándole a llevar la guerra a la Ulterior. Así, en 80 a. C. atraviesa el Estrecho y derrota a Cayo Aurelio Cotta frente a las costas de Mellaria (Tarifa). Este hecho provocará la llegada a la Ulterior en 79 a. C. del cónsul Quinto Cecilio Metelo Pio. Éste será derrotado por Sertorio lo que le otorgará un gran prestigio entre los lusitanos.

Consecuencia de esta situación será la renovación del foedus con Gades el año 78 a. C. con el apoyo de la familia de los Balbos fieles partidarios de Metelo. Metelo intenta así reforzar una zona de marcado talante optimate como lo sería la costa andaluza; por el contrario, el Sur de Ciudad Real y toda la franja del Norte de Córdoba y Badajoz hasta el Alentejo parece que gira en torno al bando popular estableciéndose una frontera tácita entre ambos territorios y disputándose la alta Andalucía en torno a Sierra Morena a finales del año 78 a. C. Esto inmovilizaría a Metelo y le obligaría a renunciar a cualquier acción armada contra el sabino al menos hasta el año 76 a. C. cuando se produce el enfrentamiento entre Metelo e Hirtuleyo en las cercanías de Itálica con la rotunda victoria del bando optimate. Más tarde, en 74 a. C. Metelo derrotará a Sertorio licenciando su ejército en 72 a. C. y abandonando la provincia.

Por lo que respecta a la orilla Sur, el reino de Mauritania cuyo rey Baga fue aliado de Massinissa durante la Segunda Guerra Púnica había llegado a proporcionar hasta 4000 hombres a su ejército. Un curioso dato nos lo hace saber Polibio para el cual, las relaciones entre las dos orillas del estrecho de Gibraltar no existían. Según Majdoubi, Baga logró un reino autosuficiente sustrayéndose de las líneas comerciales itálicas merced a la casi ausencia de barniz negro en sus tierras.

Para Halima Ghazi-Ben Maissa, los reinos norteafricanos como los de Sífax, Massinissa o Baga eran una especie de reinos helenísticos de segundo orden estructurados en confederaciones de tribus bajo la autoridad del rey a modo de un caudillo que siempre era miembro de una poderosa familia aristocrática. Las ciudades poseían autonomía local, sobre todo las antiguas colonias púnicas cuya prueba más palpable es el derecho a acuñar moneda propia.

2. Tiempos de Guerra II: Pompeyo y César

Julio César. Obra de Nicolas Coustou. Julio César. Obra de Nicolas Coustou.

Julio César. Obra de Nicolas Coustou.

El 10 de enero del año 49 a. C., César, al mando de la Legio XIII, cruzaba la frontera entre la Galia Cisalpina e Italia provocando una nueva guerra civil entre el bando popular y el optimate. Esta nueva situación va a provocar multitud de reacciones en nuestra zona toda vez que sus ecos se harán sentir con especial virulencia en el Estrecho debido a su importante posición estratégica.

Tras la derrota de Sertorio a manos de Pompeyo y la partida de éste hacia Oriente, nuestra zona quedó probablemente en manos de Marco Pupio Pisón Calpurniano, combatiendo las tribus lusitanas del Suroeste peninsular. Nada conocemos referente al Campo de Gibraltar pero el ambiente debería de ser tranquilo toda vez que la zona se había mostrado fiel al bando optimate. No obstante, los problemas venían de la pésima gestión que llevaban a cabo tanto gobernadores como lugartenientes. Conocemos el caso de Lucio Valerio Flaco, cuestor del año 70 a. C. en la Ulterior, el cual fue denunciado por Cornelio Balbo, ya ciudadano romano gracias a Pompeyo mediante la Lex Gellia Cornelia del año 72 a. C. Es más que probable que los abusos se cometieran en la zona objeto de estudio o en sus aledaños toda vez que es sabido el origen gaditano de los balbos.

Sí conocemos la preocupación que suponía el control de tantos kilómetros de costa en relación con las actuaciones de los piratas a los que Pompeyo debía enfrentarse. Para ello, no dudó en enviar a la zona del Estrecho a uno de sus quince legados: Tiberio Claudio Nerón en 67 a. C. el cual se dedicó a fortificar algunos puertos de la zona.

En la orilla Norte, la Ulterior estaba a cargo de Marco Terencio Varrón el cual ante la inminencia de la victoria pompeyana en Ilerda, decidió llevar a cabo una política militar en la Provincia. Tras la inesperada derrota del bando optimate y demasiado comprometido con su causa, decide refugiarse en Gades. César acudió rápido a su encuentro promulgando un edicto para que los representantes de todas las ciudades de la Ulterior se presentaran en Corduba para entrevistarse con él. Convencido de sus apoyos gaditanos, el tiempo le dio la razón y Varrón huyó de Gades con la intención de refugiarse en Itálica para acto seguido marchar a Corduba a rendirse ante César.

Tras la rendición de Varrón, César embarcará en Gades para continuar la guerra en Oriente dejando como gobernador de la Ulterior a Quinto Casio Longino; pero la mala gestión de éste unido a la gran simpatía que Pompeyo ejercía en el territorio, hizo que César lo sustituyese por Cayo Trebonio en 47 a. C.. No es de extrañar que Carteia formase parte de esta revuelta contra Longino pues será uno de los bastiones más importantes del bando senatorial en la Ulterior y probablemente sería una de las muchas ciudades sublevadas contra el gobernador cesariano.

Mapa del emplazamiento de Carteia, San Roque. Mapa del emplazamiento de Carteia, San Roque.

Mapa del emplazamiento de Carteia, San Roque.

Esta situación la aprovechará el bando senatorial para efectuar un movimiento estratégico tendente a catalizar la rebelión contra César. Incitado por Catón de Útica, el hijo mayor de Pompeyo, Cneo embarcó hacia Mauritania asaltando la ciudad de Auscurum defendida por una guarnición del monarca mauritano Bogud, ciudad que según Enrique Gozalbes debe tratarse de Rusaddir la actual Melilla. Derrotado, pone rumbo a las Baleares para acto seguido desembarcar en la zona levantina de la Península poniendo cerco a Cartagena con un ejército bajo el mando de T. Quinto Escápula y Quinto Amonio a los que César, en 46 a. C. enfrentará a sus legados Quinto Fabio Máximo y Quinto Pedio. Tras la toma de la ciudad, Cneo se procura una considerable fuerza militar con los restos del desaparecido ejército de su padre en la Citerior a los que hay que sumar las legiones sublevadas contra Longino. Según Apiano, Hispania era el refugio de los opositores a César e incluso Cicerón estuvo tentado de venir en el año 49 a. C. En este estado de cosas, Pompeyo refuerza su armada en los astilleros hispanos lo cual induce a pensar que, siendo Carteia uno de los más renombrados y estar del lado optimate, probablemente muchas de las naves de Pompeyo hijo se construirían en la ciudad campogibraltareña. Esta escuadra, al mando de Publio Atio Varo, fue derrotada por la flota de Didio frente a las costas de Carteia y es ésta ciudad la que aparece como sede de la flota pompeyana durante la campaña de Munda; incluso este hecho parece reflejarse en las monedas de la ciudad, concretamente en su emisión nº 22 del año 45 a. C. Ésta consta de cuadrantes acuñados por C. Minius con cabeza de Neptuno en anverso y delfín en reverso. No obstante, aunque la ciudad permaneciera fiel a Pompeyo, lo cierto es que había una importante facción cesariana. Todo acabará con la derrota pompeyana en Munda y posterior huida de Cneo, malherido, a Carteia encontrándose con una ciudad dividida lo que provocará su salida de la ciudad y posterior muerte. César se dirigirá entonces a la zona del Estrecho con la intención de pacificarla lo cual le hará pasar por las armas entre otras ciudades a Hasta y Carteia.

Sin embargo, la causa pompeyana no se apagará del todo y será Sexto, el hijo menor de Pompeyo quien resista en la Celtiberia incluso tras la muerte de César en 44 a. C.

Es ahora cuando Cayo Asinio Polión es enviado a la Ulterior sustituyendo a Cayo Carrinas para hacer la guerra a Sexto Pompeyo. Prueba de su fortaleza es que no será derrotado sino que por medio de la negociación con Marco Emilio Lépido (y porque las condiciones en Roma habían cambiado tras la reciente muerte de César) será como Sexto Pompeyo abandonará la Ulterior para dirigirse a Marsella. Sexto es acogido en Carteia sobre abril del 44 a. C. para marchar camino de Marsella sobre el mes de noviembre del mismo año una vez convenida la rendición con Lépido.

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