Universidad

Cómo ser campogibraltareño y acabar estudiando en Valladolid

  • Alumnos de la comarca cuentan su vida universitaria en la otra punta de España (casi)

  • El sistema de gratuidad de los créditos en las matrículas en el distrito único andaluz ha subido las notas de acceso

De izquierda a derecha, Celia Guzmán, Pepe Galindo, María del Mar Roda y María Alba, en la Plaza Mayor de Valladolid.

De izquierda a derecha, Celia Guzmán, Pepe Galindo, María del Mar Roda y María Alba, en la Plaza Mayor de Valladolid. / E.S

Entre Algeciras y Valladolid hay 763,6 kilómetros. El buscador de internet Google calcula unas siete horas de coche entre ambas zonas de España. Pero hay algo más: un grupo de estudiantes campogibraltareños de Medicina que no pudieron conseguir una plaza en ninguna de las cinco facultades de esta carrera en Andalucía y acabaron en las aulas de esta titulación en la otra punta del país (casi). 

En general les va bien. Casi todos los consultados a la hora de elaborar esta información están adaptados a la vida y los estudios en la capital de Castilla y León, pese a la fama de frialdad de sus inviernos y la lejanía de sus casas y familias. 

Europa Sur ha juntado a cinco de estos futuros médicos del Campo de Gibraltar para que cuenten qué piensan de esta etapa formativa de sus vidas. Y hasta los hemos enviado a hacerse una foto a uno de los lugares más simbólicos de Valladolid: la Plaza Mayor. 

Coinciden en el hecho de que el sistema de gratuidad de créditos en las matrículas universitarias en Andalucía ha provocado una especie de efecto llamada que ha traído a esta Comunidad Autónoma a miles de alumnos de toda España. La gratuidad, eso sí, está vinculada al expediente académico de cada persona. Así se han elevado las notas de corte y la competitividad para acceder a las plazas que se ofrecen en las provincias del sur. 

La exclusividad y ventaja andaluza consiste en que, según los resultados de cada alumno, puede ir avanzando curso a curso pagando un coste mínimo de tasas y solo por los créditos de las asignaturas que suspenda y tenga que repetir. En Andalucía, un estudiante que obtiene buenas calificaciones no tiene que pagar cada cada vez que se matricula en una materia nueva, como sí que ocurre en el resto de España. Por tanto, los créditos aprobados son un pasaporte a la gratuidad. El sistema funciona, así, por incentivo según notas. 

Paula Gilabert (Tarifa)

Paula Gilabert Paula Gilabert

Paula Gilabert / E.S

La tarifeña Paula Gilabert tiene 21 años. Cursa cuarto curso en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid. "Hice la selectividad en 2016 y saqué un 12,52, pero la nota de corte en la Universidad de Cádiz estaba en 13,3, una locura. Tenía plaza en todas las facultades de España menos en las de Andalucía, así que mi familia y yo pensamos en Valencia porque allí estaba mi hermana. Pero como ella hacía su último año y luego se marcharía vimos que yo lo iba a pasar peor con su marcha -porque estamos muy unidas- y elegimos Valladolid", resume esta futura doctora. 

Gilabert explica que la facultad vallisoletana "es de las mejores de España". De hecho, apunta que el hospital universitario Del Río Hortega figura en el número 22 de entre los 100 primeros de todo el país y es un buen centro para formarse. Está ya muy acostumbrada a vivir lejos de Tarifa. "Somos tres hermanos pero soy muy independiente y me va bien aquí", señala. 

María del Mar Roda (La Línea)

María del Mar Roda. María del Mar Roda.

María del Mar Roda. / E.S

La nota de la estudiante linense María del Mar Roda en Selectividad tras concluir bachillerato en el instituto Mar de Poniente fue de 12,47. Se quedó a nada de poder entrar en la Facultad de Medicina de Cádiz, justo al lado del Gran Teatro Falla. Pero no pudo ser. 

Y de ahí... A Castilla y León, en cuya capital vallisoletana cursa ahora tercero de esta titulación. Ella tiene 20 años y un hermano de 25 que hace Ingeniería Electrónica en Madrid. Por tanto, esta familia del entorno de la Plaza de Toros linense tiene a los dos hijos estudiando fuera de su propia Comunidad Autónoma. "Lo del frío es verdad, pero al poco me acostumbré bastante bien y me adapté", afirma antes de recordar el nombre de otro universitario de La Línea que vive también en Pucela, Juan Pablo Jiménez. 

José Antonio Galindo (Algeciras)

Pepe Galindo Pepe Galindo

Pepe Galindo / E.S

José Antonio Galindo es de Algeciras y también cursa cuarto de Medicina en la ciudad del mítico escritor Miguel Delibes. No había sitio para él en las facultades de Andalucía tras sacar un 12,45 en la temida selectividad. "Así que estuve una semana matriculado en la de Santiago de Compostela y luego pude acercarme un poco", ríe por teléfono mientras cuenta cómo fue su llegada a la capital castellano-leonesa. 

"Me adapté muy bien. Es verdad que cuando llegas ves desde el principio que la cultura y forma de ser no es la andaluza y choca un poco, claro, pero luego te das cuenta de que en todas partes hay de todo. Y es verdad que hace mucho frío en invierno, pero los edificios están perfectamente acondicionados y preparados para ello", dice este estudiante que se crió en el Secano algecireño y tiene otro hermano y una hermana, esta última matriculada en Magisterio en la Universidad de Granada. 

María Alba (Los Barrios)

María Alba. María Alba.

María Alba. / E.S

María Alba llegó a hacer un año de Enfermería en Sevilla antes de recalar en la Facultad de Medicina de Valladolid, en la que hace primer curso. Ha buscado con constancia la nota en Selectividad hasta que ha tenido acceso a la titulación. La calificación fue de 12,62, lo que le daba opciones de matricularse en Badajoz o en Castilla y León, pero estuvo informándose y se decantó por la capital pucelana y aparcó la opción de Extremadura. Esta barreña de 20 años, que estudió en el instituto Sierra Luna, vive una buena adaptación en sus primeros meses tan lejos del Campo de Gibraltar.

"Aparte de los tópicos que se puedan decir, luego todo va bien", asegura. Ella no encuentra otra explicación que la gratuidad de las matrículas universitarias en Andalucía para que las notas de acceso se queden tan altas. "Creo que es eso, porque llega gente de toda España", afirma. En su familia se da una circunstancia curiosa: su hermano de 25 años estudia la carrera a ocho kilómetros de Los Barrios, una ingeniería en la Escuela Politécnica Superior de... Algeciras. 

Celia Guzmán (Algeciras)

Celia Guzmán. Celia Guzmán.

Celia Guzmán. / E.S

Celia Guzmán, exalumna del colegio salesiano de Algeciras de 18 años, hizo la selectividad el pasado mes de junio con dos objetivos muy claros: Medicina y la Universidad de Granada. El primero de ellos se ha cumplido pero el segundo, por el momento, no. Tramitó la preinscripción en todas las facultades de Medicina de Andalucía, Castilla y León y Aragón.

Buscó el equilibrio óptimo entre notas de corte accesibles y buena calidad de la formación. Pero no hubo manera. Ni Sevilla, ni Córdoba, Granada, Málaga o Cádiz. Todas tuvieron una nota de corte más alta que el 12,57 que sacó. "Es verdad que hace frío y lo del tiempo yo lo llevo un poco mal, por eso no eché papeles, por ejemplo, en Galicia", añade. Durante el verano estuvo aceptada en la Facultad de Medicina de Huesca, en Aragón. Pero llegó un momento en que la nota le dio para Valladolid y se decidió por esta capital. Aún sueña con poder trasladar el expediente a la ciudad de La Alhambra.  

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