El camino que empezó un niño especial

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El algecireño Javier Mariscal, el primer niño nacido libre de una enfermedad hereditaria para curar a su hermano, cumple 9 años

El equipo médico logra el hito que lo trajo al mundo por tercera vez

Soledad Puertas y Andrés Mariscal, con Javier y Andrés hace ocho años.
Soledad Puertas y Andrés Mariscal, con Javier y Andrés hace ocho años. / E.s.
Quino López

Algeciras, 14 de octubre 2017 - 02:08

El domingo 12 de octubre de 2008 nació un niño algecireño en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla llamado a ser muy especial. Pesó 3,400 kilos y sus padres lo bautizaron el 19 de abril en la iglesia de Los Pastores como Javier. Javier Mariscal Puertas cumplió el jueves nueve años, horas después de que naciera en el mismo centro hospitalario una niña que, como él, está llamada a realizar una misión única. Única porque es la única que puede hacerla. El algecireño fue el primer niño nacido en la sanidad pública andaluza libre de una enfermedad genética hereditaria y compatible cien por cien desde el punto de vista inmunológico con su hermano, de nombre Andrés.

Fue un hito en España que ahora, nueve años después, se confirma como un éxito rotundo. "Hoy, su hermano Andrés es un niño curado gracias al trasplante de sangre de cordón umbilical que recibió de su hermano", explicó ayer la consejera de Salud, Marina Álvarez, durante el anuncio del nacimiento del tercer bebé nacido en Andalucía para curar a su hermano. Entre Javier y la niña nacida el miércoles vino al mundo Estrella, en 2012, y curó a su hermano Antonio.

Andrés es hoy un niño curado gracias al trasplante que recibió de su hermano"

Los tres nacimientos consagran al equipo médico del doctor Guillermo Antiñolo (director de la Unidad de Genética, Reproducción y Medicina Fetal) en un camino que comenzó cuando los algecireños Andres Mariscal y Soledad Puertas quisieron ayudar a su hijo Andrés, que padecía una anemia congénita severa. Optaron por el diagnóstico genético preimplantatorio, una técnicaque en Andalucía se ofrece como un servicio dentro de la sanidad pública. Este procedimiento permite tener un hijo libre de la enfermedad y absolutamente compatible con el hermano enfermo. El 23 de enero de 2009 realizaron el trasplante y desde entonces, la calidad de vida de Andrés -y, por extensión, la de Javier, y la de sus padres, familiares y amigos- es extraordinaria.

Aquello fue posible gracias a la aprobación en 2006 de la Ley de Reproducción Humana Asistida, que abrió paso a usar el diagnóstico genético preimplantatorio con fin terapéutico, es decir, para que el nacimiento de un bebé libre de enfermedad hereditaria pudiera salvar a un hermano enfermo. "El procedimiento es mucho más complejo y las posibilidades de éxito se reducen, ya que tiene que garantizarse mediante complejas técnicas de análisis genético molecular que el preembrión es compatible 100% para un futuro trasplante. De lo contrario, el trasplante no podría llevarse a cabo", explicó ayer Marina Álvarez.

La familia Mariscal es hoy en día doblemente feliz porque ya se ha incrementado con una hermanita para Andres y Javier. Desde esta semana, además saben que el camino que emprendieron sigue labrándose desde el hospital sevillano para seguir curando a niños enfermos gracias a sus hermanos. El camino que empezó a construirse un día en una familia de Los Pastores.

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