El avispón oriental crece un 30% en Andalucía tras ser detectado por primera vez en el Campo de Gibraltar en 2018
La rápida expansión de la 'Vespa orientalis' representa una amenaza directa para la biodiversidad autóctona por su depredación de abejas melíferas, insectos polinizadores y fauna pequeña
Avispa invasora: el avispón oriental

La presencia del avispón oriental (Vespa orientalis) en Andalucía se ha disparado un 30% entre 2023 y 2024, según un estudio de ciencia ciudadana que ha confirmado su expansión a prácticamente todas las provincias. La especie fue detectada por primera vez en la región en 2018, en el Campo de Gibraltar, lo que marcó el inicio de una propagación que hoy preocupa por su impacto ambiental y económico.
El estudio ha sido impulsado por la Asociación de Educación Ambiental El Bosque Animado, ubicada en Málaga, y se ha desarrollado a través de una amplia red de científicos ciudadanos, que han utilizado la plataforma Observation.org y su app móvil para documentar avistamientos durante el verano y el otoño de 2024.
El equipo experto partió de un histórico de datos recogido desde 2018, cuyo mapa revela que la presencia del avispón se concentraba en el Campo de Gibraltar y ha ido creciendo exponencialmente año tras año. Los datos aportados por un centenar de científicos-ciudadanos revelan de este modo un crecimiento del 30% en la expansión de este insecto entre los años 2023 y 2024, especialmente, en las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla.
Una amenaza creciente para la biodiversidad y la economía
La rápida expansión del avispón oriental representa una amenaza directa para la biodiversidad autóctona, especialmente por su depredación de abejas melíferas, otros insectos polinizadores y fauna pequeña. Esta presión ecológica afecta también a sectores como la apicultura, la agricultura o la producción vitivinícola, ya que esta especie consume uvas maduras y puede alterar los ciclos de polinización y producción.
“El uso de plaguicidas no es recomendable, ya que podría dañar a otras especies locales. Por ahora, la medida más efectiva es la localización y retirada controlada de nidos”, explica el biólogo de El bosque animado y asesor científico del proyecto, Florent Prunier.

Procedente del sur de Asia, Oriente Medio y el norte de África, el avispón oriental ha demostrado una gran capacidad de adaptación al clima mediterráneo. Su dieta incluye desde pequeños mamíferos, reptiles, aves y peces hasta restos de comida humana, excrementos y savia de árboles. También se alimenta de flores tardías y frutos como las uvas o las bayas de hiedra.
Una dieta variada
En lo que respecta a su variada alimentación, el equipo de investigación concreta que el avispón oriental consume restos de animales como las aves, con frecuencia gorriones y palomas, pequeños mamíferos como las ratas, reptiles como lagartos y serpientes, peces de agua dulce y marinos, e invertebrados, incluyendo grandes saltamontes, escarabajos, pulgones (o su melaza), e incluso erizos de mar, medusas y camarones. Su dieta no se limita a lo animal.
El avispón oriental también se alimenta de heces y restos de comida humana, savia de árboles como el tamarisco y los viñedos, donde se nutre de uvas maduras, así como de los frutos de la hiedra. Asimismo, este insecto invasor es consumidor de especies vegetales que florecen tarde en la temporada, como el hinojo, la salvia, la olivarda y la viborera, además de plantas ornamentales exóticas originarias de su área nativa, como arbustos de la familia de las mirtáceas o el agave.
Ciencia ciudadana como herramienta de alerta temprana
A través de más de un centenar de observadores voluntarios, el proyecto ha permitido crear un mapa de distribución actualizado y fiable que puede servir de base para futuras políticas de control. Las observaciones, muchas acompañadas de fotografías geolocalizadas, han sido fundamentales para comprender la velocidad y dirección de la expansión.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Oficina de Ciencia Ciudadana de Andalucía, la Fundación Descubre, la Universidad Pablo de Olavide y entidades como Fundación Ibercivis, la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, el Instituto de Academias de Andalucía y la ONCE.
Además de la recogida de datos, los coordinadores han promovido diversas acciones divulgativas en la Serranía de Ronda, como la participación en ferias ornitológicas y mercados agroecológicos. Todo con el objetivo de sensibilizar a la población sobre los riesgos de esta especie invasora y fomentar la participación activa en su monitoreo.
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