El alcalde de Barbate pide que la UME se haga cargo de la situación
Miguel Molina agradece la solidaridad de vecinos y colectivos que están ayudando a los migrantes llegados a las costas barbateñas
El alcalde de Barbate, Miguel Molina (PA), reclamó ayer la presencia efectiva de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ante la crisis migratoria que está colapsando todos los servicios asistenciales de numerosas localidades de la provincia, y especialmente Barbate. El alcalde trasladó está petición tras la reunión del equipo de coordinación que gestiona todos los servicios de atención a los migrantes.
Molina insistió en que se ha "tirado" de guardias civiles que están de servicio en la zona de la Janda y que se necesitan para esas tareas a las que a diario tienen que hacer frente. Igual ocurre también con los facultativos y sanitarios de la Casa del Mar, que tienen que atender a los migrantes, siendo a la vez precisados en el centro sanitario de su municipio.
Sobre esta petición, el portavoz de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), Rafael Lara, exponía que no era partidario en principio de que intervenga la Unidad Militar de Emergencias (UME), al entender que se trataría de una "situación provisional", aunque cree que "cualquier ayuda sería buena".
El Ayuntamiento de Barbate ha cedido las instalaciones del polideportivo municipal donde están pernoctando más de 300 personas migrantes. Esta petición le llagaba al alcalde a través del delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y que fue agradecida por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que telefoneaba al regidor barbateño, quien tuvo que cambiar todas las gestiones y convocatorias previstas para dedicarse, junto a otros miembros de su equipo de gobierno, a atender la llamada solidaria de su municipio con la personas que llegan a sus costas tras ser rescatados por Salvamento Marítimo en aguas del Estrecho.
Aunque estas instalaciones están preparadas para acoger competiciones deportivas, no lo están para disponer por ejemplo del número de aseos o duchas para atender de una tacada a más de 300 personas, entre hombres, mujeres, menores y bebés.
A ello se sumaron otras carencias básicas como alimentos, mantas o colchonetas donde dormir, como destacaban el propio alcalde, Miguel Molina, y el portavoz de Pro Derechos Humanos de Andalucía, Rafael Lara, en la comparecencia de prensa que dieron ambos en el salón de plenos del Ayuntamiento, y tras haber estado desde primera hora de la mañana en el pabellón polideportivo distante casi un kilómetro de la Casa Consistorial.
Una serie de carencias que se fueron solventando según iban pasando las horas, ya que un hotel donó 300 mantas y también se aportaron kits de alimentación e higiene. Tanta fue la aportación que el Ayuntamiento tuvo que emitir un comunicado dirigido a la ciudadanía en las redes sociales agradeciendo el gesto y ofreciendo un mensaje de tranquilidad en nombre del propio Consistorio como de las Fuerzas de Seguridad y las entidades encargadas de la coordinación de este dispositivo. Lo que sí demandaron fueron intérpretes de francés, dado que la mayoría de las personas acogidas hablan ese idioma, además de médicos y enfermeros voluntarios.
En ese encuentro de coordinación se marcó que el límite de personas acogidas en estas instalaciones, por un tiempo que se estima que sea de una semana, será de 350 personas, por lo que no será descartable que se pida la misma colaboración a otras localidades vecinas, como Vejer o Conil, ya que en la jornada de ayer llegaron otras dos expediciones de rescatados en aguas del Estrecho, y que ya superarían el tope previsto.
También se apuntó que ante cualquier duda, el suministro de alimentos a los inmigrantes será labor de los voluntarios de Cáritas y la Asociación Pro Derechos Humanos Andalucía, tal y como se designó en la Mesa Técnica de Seguridad celebrada para coordinar el dispositivo de atención humanitaria.
Una de las cuestiones sobre las que Rafael Lara llamó la atención fue que entre las personas que estaban siendo atendidas había casi un centenar de menores no acompañados, y que no deberían estar compartiendo el mismo espacio con unos adultos que no saben si están como acogidos o como detenidos. Precisamente, pese a los esfuerzos de la Guardia Civil, 45 de los inmigrantes de origen marroquí lograron escaparse de la custodia policial. Al cierre de esta edición se mantenía el dispositivo de búsqueda por los alrededores.
Por su parte, Miguel Molina recordó que "la mayoría de la gente que está ahí tiene destino, familiares en esperando en Almería para recoger a los niños suyos". El alcalde afirmó que no tienen recursos para poder cubrir las necesidades de estas personas que estaban llegando a su municipio.
Ante esta situación expuso que "el Gobierno tiene que tomar medidas importantes. Ya dijimos hace ocho meses que íbamos a tener un verano con bastantes inmigrantes, porque esto no es algo nuevo". Molina indicó que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le avanzó que vendría por la zona la próxima semana. No obstante, tras agradecerle la "buena voluntad", el alcalde pidió "que pongan los recursos lo antes posible, porque hay menores que no pueden estar reunidos con mayores y no hay atención psicológica y sanitaria", además de que "no había atención personalizada".
En su opinión, lo ideal sería que "la Policía Nacional esté identificando ya a la gente para que se pueda ir marchando, porque ellos no vienen para estar en un pabellón, la mayoría tiene destinos previstos".
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