Albares señala la libre circulación de personas y mercancías como el "último escollo" para el acuerdo sobre Gibraltar

El ministro de Asuntos Exteriores reconoce que las negociaciones entre la UE y Reino Unido aún deben resolver estos puntos clave para cerrar el pacto

El Brexit sigue atascado en Gibraltar cinco años después

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, confirma el envío de guardias civiles en la misión europea en Rafah.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. / Pablo Garrigós / Efe

Gibraltar/Las negociaciones entre la Unión Europea y Reino Unido para definir la relación de Gibraltar con el bloque comunitario aún no han concluido tras cinco años de tiras y aflojas. Según ha reconocido este martes el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, los principales obstáculos para cerrar el acuerdo definitivo siguen siendo la libre circulación de personas y mercancías a través de la Verja.

"En estos momentos hay un aspecto puntual sobre la libre circulación de personas y otros sobre la libre circulación de mercancías que son los últimos escollos", ha declarado Albares en una entrevista en el programa La hora de la 1 de TVE. El ministro ha insistido en que todas las partes involucradas coinciden en la necesidad de alcanzar un pacto definitivo para Gibraltar.

El pasado sábado se cumplieron cinco años de la entrada en vigor del Acuerdo de Retirada, que formalizó la salida del Reino Unido de la UE. Sin embargo, este pacto dejó fuera la situación de Gibraltar, cuya relación con la Unión quedó pendiente de una negociación específica entre Londres y Bruselas. Las conversaciones arrancaron en octubre de 2021, pero hasta la fecha no han llegado a su fin.

El marco de las negociaciones se basa en el acuerdo alcanzado entre Madrid y Londres en diciembre de 2020, que garantizaba la libre circulación en la Verja de Gibraltar a la espera de un tratado definitivo. En 2022, España y la Comisión Europea propusieron la creación de una "zona de prosperidad compartida" en el Peñón, lo que implicaría la eliminación de la frontera terrestre y el control español de los accesos exteriores del Peñón en nombre del espacio Schengen.

El ministro Albares ha vuelto a destacar este martes la importancia del "nuevo clima de entendimiento" con el Gobierno británico, ahora liderado por el laborista Keir Starmer, y ha subrayado que España se beneficiaría de un mayor acercamiento entre Londres y Bruselas. "Reino Unido, a pesar del Brexit, sigue ofreciendo muchas cosas a la UE y la UE muchísimas cosas al Reino Unido", ha señalado, aludiendo a áreas como la seguridad euroatlántica, el multilateralismo y el libre comercio.

El control de las fronteras exteriores de Gibraltar sigue siendo una cuestión espinosa. Como territorio británico de ultramar, el Peñón no puede formar parte de Schengen ni gestionar sus propios accesos, lo que ha convertido este aspecto en uno de los puntos más delicados de la negociación. Mientras tanto, miles de trabajadores transfronterizos españoles siguen dependiendo de un acuerdo que garantice la fluidez en la Verja.

El plan pasa por que Gibraltar forme parte del Espacio Schengen al amparo de España, pues el Reino Unido no pertenece a esta alianza de libre de circulación de personas y mercancías. Con esa fórmula, la Verja desaparecería y las fronteras estarían en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar. Sin embargo, mientras pasan los años sin que ese acuerdo aterrice, la circulación de vehículos, como la de peatones, se mantiene con una aparente normalidad, como si el Brexit no hubiera entrado en vigor hace cinco años para el resto del Reino Unido.

La cuestión de Gibraltar ha sido históricamente motivo de fricción entre España y Reino Unido. El territorio fue cedido a la Corona británica en 1713 mediante el Tratado de Utrecht, aunque España nunca ha renunciado a su reivindicación sobre la soberanía del enclave. Con las negociaciones en su fase final, los próximos pasos determinarán si finalmente se alcanza el pacto largamente esperado o si los "últimos escollos" que describe Albares seguirán bloqueando el acuerdo definitivo.

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