Campo de Gibraltar

Verdemar reclama a las autoridades que actúen contra la avispa asiática

  • Los ecologistas tienen constancia de un foco en la comarca avistado por un grupo de senderistas y alertan de su virulencia

El grupo ecologista Verdemar reclama a las autoridades que pongan en marcha acciones contra la invasión de la avispa asiática (vespa velutina) tras detectarse un foco también en el Campo de Gibraltar tras penetrar desde el norte de España.

El colectivo tiene constancia de al menos un enjambre en el Campo de Gibraltar tras recibir un aviso por parte de un grupo de senderistas que vio una colonia de esta especie entre Castellar y Jimena de la Frontera en una de sus salidas. La vespa velutina se caracteriza por su mayor tamaño y virulencia. También ha sido avistada por particulares en otros puntos de la comarca.

Alfredo Valencia, de Verdemar, señaló que ante estos hechos, van a realizar una batida por el Campo de Gibraltar para detectar si la colonia está radicada en un lugar estable o si, por el contrario, tiene un comportamiento nómada. "En cuanto certifiquemos la colonia, pedimos que se actúe inmediatamente para evitar que la especie invasora se asiente, como ya pasó en su día con el picudo rojo", detalló Valencia, quien también lanzó el aviso a los particulares para que ayuden en su erradicación.

La avispa asiática llegó a Europa en un barco de mercancías de China que atracó en Francia, al igual que el mosquito tigre. El problema es que en el destino los depredadores naturales de estas especies no existen, por lo que su tasa de reproducción es mucho mayor. Su presencia fue detectada por los apicultores del norte de España hace ahora un año, puesto que la avispa asiática tiene como alimento principal las abejas. Hasta la fecha se ha detectado en el País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia, norte de Portugal y en Cataluña.

La vespa velutina es un insecto oscuro, con el tórax y el abdomen prácticamente negro, excepto el cuarto segmento que es amarillo. Las patas son de color marrón con esquinas amarillas. Las reinas llegan a medir 40 milímetros, aunque el resto de ejemplares son más pequeños y sólo alcanzan los 30 milímetros, una envergadura sensiblemente superior a la de sus presas. Valencia recordó que las avispas, a diferencia de las abejas, pueden picar varias veces y alertó de sus efectos sobre el ecosistema.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios