Verdemar denuncia la caza indiscriminada de pájaros

Ecologistas en acción denuncia la caza de pájaros con red de forma indiscriminada que se produce cada año en la comarca, y que es considerado como uno de los platos estrellas en algunos bares o en hogares particulares. Los ecologistas señalan que en toda Andalucía existen 14.000 autorizaciones expedidas por la administración andaluza, en contra de las normas europeas y en el Campo de Gibraltar, aunque no está contabilizada esta práctica alcanza cotas preocupantes.

Verdemar indica que esta actividad se realiza amparándose en que la capturas se realizan "en condiciones estrictamente controladas" y "siempre que no exista otra solución satisfactoria". A este respecto, añaden los ecologistas que estas "condiciones" no se ajustan a la realidad porque son los propios cazadores quienes validan sus propias autorizaciones fechándolas y firmándolas, sin dar cuenta a la administración del día y lugar en que van a realizar esta tarea.

Así mismo, añaden que resulta chocante que a un científico se le exija autorización para realizar su actividad investigadora en un parque natural, mientras que a estas personas no se les requiere ningún requisito y "puedan campar a sus anchas con sus redes por espacios protegidos".

Por otra parte, la asociación conservacionista indica que detrás de esta actividad existe un trasfondo político. "Para poder practicar la actividad, la Junta de Andalucía exige que el interesado pertenezca a la Federación Andaluza de Caza, entidad que se encarga de gestionar tan numerosas autorizaciones y lo que ellas conllevan", asegura.

Cada una de estas personas abona al año a su sociedad federada unos 60 euros en concepto de tarjeta federativa, cuota de socio y otros conceptos. "Si multiplicamos por las 14.000 autorizaciones que se expiden y a ello le sumamos lo que pagan los aspirantes que se encuentran en lista de espera aún sin autorización, obtendremos una suma superior al millón de euros que cada año se embolsa esta federación y sus sociedades a costa del expolio ornitológico de nuestros campos", añaden los ecologistas, quienes destacan que con la crisis se han incrementado el número de personas que acuden a los bosques de la comarca de forma furtiva, con el objetivo de vender estos pájaros en algún establecimiento de la comarca.