Valdevaqueros, la duna imparable

El avance de arena ha sido constante en la última década, sin que se aporte la solución definitiva La Junta destina cada año 150.000 euros para retirarla de la carretera

Una joven observa desde la duna a un vehículo circulando por la carretera A-2325, que conduce a Paloma, ayer.
Una joven observa desde la duna a un vehículo circulando por la carretera A-2325, que conduce a Paloma, ayer.
Yolanda G. Tena Tarifa

10 de julio 2016 - 01:00

Los vecinos de la aldea de Paloma Baja viven pendientes del parte meteorológico. El viento es aquí fundamental para el comportamiento de la duna de Valdevaqueros, con la que conviven desde 1938 cuando se formó artificialmente para impedir el movimiento de áridos hacia las baterías militares. Las actuaciones realizadas en los años posteriores mediante un vallado de cañas la mantuvieron erguida y sin problemas para Paloma Baja.

En 1988 cambia la Ley de Costas y la duna hasta entonces competencia del antiguo ICONA -adscrito al Ministerio de Agricultura- pasa a depender del MOPU y después a la Demarcación de Costas, cambiando así las actuaciones que se realizaban. Se sustituye el vallado de cañas por pequeñas vallas a lo largo de la pendiente de barlovento, que se iban con el viento y se reponían con poca frecuencia.

Un estudio del geólogo y vecino de Paloma, José María Zendrera, detalla el comportamiento de esta gran masa de arena y las actuaciones que se realizaron estos años y que resultaron ineficaces.

En 2003, el avance de áridos sepulta la línea telefónica de Los Algarbes a Paloma, y es cuando los vecinos son conscientes del problema que se les venía encima. La superficie del pinar invadida por la arena era ya de algunas hectáreas y los pinos enterrados o secos se contaban por miles.

Es en junio de 2004 cuando la duna sepulta por primera vez la carretera A-2325. En Julio de 2011 la duna amenaza la carretera en un frente de unos 500 metros de ancho y comienzan los trabajos de las máquinas excavadoras. Desde entonces se han sucedido las campañas de retirada de arena con medios mecánicos para impedir el colapso de la carretera. Una solución provisional y poco duradera que se ha mantenido hasta la actualidad y que cuesta grandes cantidades de dinero sin que se solucione el problema. La situación de la duna trae consigo los desencuentros entre las administraciones competentes -Gobierno, Junta de Andalucía, Ayuntamiento- aunque la duna es competencia de Costas -Ministerio de Medio Ambiente-, la carretera lo es de la Junta de Andalucía.

En 2014 se reúnen todas las partes para buscar una solución definitiva en la junta rectora del Parque del Estrecho. En una mesa de trabajo, el catedrático y uno de los mayores expertos a nivel mundial en dinámica del litoral, Miguel Losada, contratado por la Junta de Andalucía presenta un amplio trabajo con cinco alternativas. La medida por la que se optó fue la de establecer un control integral de la duna para restablecer el equilibrio fisiográfico perdido. Otras propuestas del informe basadas en infraestructuras (un puente, túnel o vial de circunvalación) fueron descartadas por el coste económico que suponía y el tiempo que se necesitaría para concluir estas obras.

Han pasado casi dos años y la duna sigue sin solución. Desde la Delegación Territorial de Fomento y Vivienda se critica que cada año se destinen 150.000 euros para retirar arena y otras actuaciones como la instalación de cadenas en las máquinas para reducir pendiente a la duna. Desde la Junta son conscientes de lo infructuoso que resultan estos trabajos porque cuando el viento cambia a levante, la arena se vuelve a desplazar.

Para la Delegación de Fomento la solución definitiva tiene que realizarla Costas porque tiene las competencias en la arena y puede utilizarla para regenerar las playas de la provincia, muchas de ellas muy necesitadas como la Getares, en Algeciras.

"Falta voluntad política. En la junta rectora del parque se llegó a un acuerdo y después Costas se desmarcó, a pesar de que la Junta se compromete a que se realice un reparto de tareas", se indica desde la Delegación Territorial de Medio Ambiente.

Desde ambas delegaciones se entiende que "se ha vuelto a la casilla de salida" y todo está igual que en 2013. Para Medio Ambiente los problemas se acentúan cuando no se retira arena para las playas y este año no le consta que se haya hecho.

En sus últimas manifestaciones sobre el tema, el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, consideró que es la Junta la que debe de tomar la iniciativa para realizar la actuación que se propuso en la junta rectora. Según De Torre, entre 1990 y 2015 el Estado ha destinado 2.017.065 euros a labores de control y despeje de la duna tarifeña.

Mientras, algunos vecinos se quedaron el primer fin de semana de julio atrapados en la carretera con sus vehículos y desde ayer las máquinas han vuelto a trabajar para evitar que esto ocurra. La llegada de turistas complica más el tráfico en esta carretera, en la que según apuntan desde la asociación de vecinos de Paloma, muchos días sólo puede pasar un coche, lo que crea aún más inseguridad. "Tenemos pensando hacer alguna concentración en septiembre porque esto no es de recibo", señala la presidenta del colectivo vecinal, Alba Espinosa.

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