La Unidad Territorial de Empleo atiende a 5.404 personas en 2010 en la comarca

Encontrar nuevos yacimientos de empleo, empezar una nueva andadura como autónomo o simplemente conocer los recursos y ayudas que ofrece el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) puede ser una tarea muy complicada si uno no sabe cómo empezar. Para guiar al ciudadano emprendedor por el entramado mundo laboral nacieron en el año 2001 las Unidades Territoriales de Empleo, Desarrollo Local y Tecnológico (Utedlt), promovidas la consejería de Empleo de la Junta de Andalucía. El año pasado 5.404 personas solicitaron algún tipo de información o asesoramiento en la unidad del Campo de Gibraltar.

Este organismo es un instrumento de colaboración y cooperación entre el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y los municipios andaluces mediante el que se fomenta el desarrollo del empleo local teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada territorio. En la provincia de Cádiz existen ocho Utedlt, una de las cuales engloba a los siete municipios de la comarca. Estas unidades se conforman en consorcios en los que participan las corporaciones locales interesadas y la consejería de Empleo. En la comarca este organismo se constituyó en consorcio con la Mancomunidad de Municipios en 2002.

En 2010 la unidad realizó una importante labor en materia de asesoramiento, tanto a empresas como a particulares y, del mismo modo, aportaron multitud de información a autónomos y emprendedores sobre cómo solicitar ayudas de la Administración Pública o cómo desarrollar nuevos proyectos. Como es natural, con la importante tasa de paro existente, la unidad atendió una gran cantidad de demandas sobre ofertas de empleo, sobre todo las que se incluían dentro del Programa de Transición al Empleo de la Junta de Andalucía (Proteja).

De las 5.404 personas que atendió la Utedlt comarcal en 2010, el 55% (3.004) fueron mujeres y el 45% (2.400) hombres. En ambos casos, la mayor parte de consultas las realizaron personas particulares (el 87,6% del total) y el número de asesoramientos en general en materia de autoempleo ascendió a las 937 consultas atendidas.

Respecto a la población extranjera, la unidad atendió a 393 mujeres inmigrantes, de las que 35 eran autónomas y 358 particulares. Un número algo mayor de hombres foráneos autónomos acudió a realizar alguna consulta, 60, mientras que los hombres de otro país que acudieron a realizar consultas particulares fueron 310.

La Utedlt es un organismo con dos grandes áreas de actuación: el Plan de Trabajo del SAE y el Plan de Trabajo Territorial del propio consorcio. Para el Plan del SAE las acciones van encaminadas a la difusión, la investigación, la asistencia técnica o captación de ofertas y la tramitación de peticiones. Respecto al Plan del consorcio, la unidad reúne todas las propuestas de actuación consensuadas previamente por el propio consorcio.

En el año 2010 la plantilla de la Utedlt estaba compuestas por 22 personas: la directora, Ana Corrales; tres técnicos superiores; y 18 técnicos medios. En 2011 la situación ha variado ligeramente. La plantilla está compuesta por tres personas menos. Hay un técnico superior más pero se ha contratado a 4 técnicos medios menos por el impago de La Línea del porcentaje que le corresponde. Los técnicos se denominan Agentes Locales de Promoción de Empleo y están repartidos en los distintos ayuntamientos de la comarca a disposición de los usuarios. En La Línea, mientras tanto, los ciudadanos son derivados a otras administraciones.

Para financiar toda esta maquinaria, la consejería de Empleo asume el 70% del coste del personal en todos los ayuntamientos, excepto en Castellar, donde la Junta financia el 80%. El resto del presupuesto lo abonan los propios Consistorios. La Administración andaluza también asume el 100% del coste de la directora de la Utedlt mientras que los gastos corrientes son cubiertos por los ayuntamientos.

En 2010 el organismo promotor del empleo local contó con un presupuesto de 824.131,62 euros y para 2011 tiene asignada una partida de 650.922,83 euros. Esta reducción presupuestaria es fruto del recorte salarial de todos los funcionarios y de la política imperante en la Administración pública de optimizar recursos para ahorrar, pero sin que afecte a los servicios al ciudadano. En definitiva, todo un engranaje dispuesto a impulsar el desarrollo local para que repercuta en lo global.