Turquía: bautismo del Grupo I/74
La unidad, con sede en el cuartel de Buenavista, participó en la misión turca mandada por OTAN
La participación del Grupo de Artillería Antiaérea I/74 en la misión de la OTAN en Turquía, el pasado año 2015, significó el bautismo en operaciones en el exterior de la unidad con sede en el acuartelamiento Buenavista, en Campamento, San Roque. Hasta esa fecha, el grupo no había participado como tal en una misión internacional. Su misión allí: vigilar el espacio aéreo turco ante la amenaza del conflicto en territorio sirio.
El teniente coronel Juan Carlos Castilla, al mando del contingente de Apoyo a Turquía, en terminología del ejército el contingente Alfa Tango II, fue el oficial al mando del Grupo de Artillería Antiaérea I/74 mientras se preparaban los dos contingentes de militares que fueron trasladados al país turco durante 2015; el primero bajo las órdenes del comandante Jorge Manuel Cotorruelo Carrión, entre enero y julio; y el segundo liderado por el teniente coronel Castilla, entre julio de 2015 y enero de 2016.
Una tarea que no estuvo exenta de ciertas complicaciones por el corto período de tiempo de que dispusieron los oficiales para instruir a los miembros de ambos contingentes en el sistema de armas Patriot, material de defensa antiaérea con el que la unidad acudió a Turquía en nombre de España.
En septiembre de 2014, cuando el ministro de Defensa, Pedro Morenés, anunció la incorporación del Ejército español a la misión de OTAN en Turquía, el Grupo I/74 contaba con una batería Patriot compuesta por 50 hombres y mujeres, entre oficiales y tropas. "Nuestro mayor reto fue estar operativos con ese material de armas en Turquía en el mes de enero de 2015, y tener preparados a dos contingentes de aproximadamente 150 hombres que fue constituido con personal de este grupo y de la unidad hermana de Sevilla", explica el teniente coronel Castilla.
Cumplir con la orden de Defensa exigía crear módulos de mando y control, poner en marcha un módulo de logística encargado del mantenimiento de los vehículos, transmisiones y cualquier otro apoyo necesario -que incluía un pequeño núcleo de asistencia sanitaria con un oficial médico y dos oficiales enfermeros-, y el módulo del escalón de fuego, la batería Patriot. "Nuestro gran reto fue el de completar el adiestramiento. La misión requería tripulaciones suficientes para dos contingentes que cumplirían la misión durante un período de un año, divididos en dos contingentes, cada uno en zona de operaciones durante un semestre. Pero, además, nos encontramos con que el sistema de armas se tenía que ir a Turquía a finales de diciembre, por lo que disponíamos de poco tiempo para completar el adiestramiento de nuevas tripulaciones con el material en España. Contábamos con una sola batería y ésta tenía que proyectarse a la zona de operaciones", explicó el oficial.
A la noticia de la incorporación de España a la misión OTAN, en septiembre de 2014, se sumó el hecho de que, en ese mismo mes, el Grupo I/74 estaba empeñado en el compromiso de tener lista una Unidad de Defensa de Artillería Antiaérea (UDAA) de la Fuerza Conjunta. Esta UDAA estuvo desplegada por diferentes puntos estratégicos del Campo de Gibraltar en una de las misiones en permanencia que suele llevar a cabo el Ejército.
"Cuando nos enteramos de la misión, estábamos activados en una operación permanente de defensa aérea; y nos encontramos con que a finales de diciembre el material tenía que estar desplegado en Turquía y, además, antes de irnos teníamos que certificar nuestro nivel de preparación con ejercicios de fuego que finalmente se llevaron a cabo en noviembre en el campo de maniobras y tiro de Médano del Oro, en Huelva" explica el oficial.
En tan solo dos meses, el Grupo de Artillería Antiaérea I/74 completó toda su preparación, cuando lo habitual es disponer de seis meses de preparación intensa y específica adaptada al escenario de la misión antes de proyectar a la fuerza. "El hecho de que lo lográramos en tan corto espacio de tiempo muestra el compromiso individual y colectivo de la unidad. Aunque no es fácil adaptarse desde un sistema de armas a otro, aquí fue posible porque la permanencia del personal en la unidad es alta, y porque los sistemas de armas Hawk y Patriot, ambos americanos, son en cierta forma muy similares en cuanto al modo de operarlos y métodos para mantenerlos operativos. Eso en parte explica que para el personal la transición fuera exitosa al pasar de operar el sistema Hawk al Patriot. No todos los artilleros se instruyen en dos meses para operar material Patriot. En este regimiento tenemos la suerte de contar con personal de larga experiencia", declara el teniente coronel Castilla con cierto orgullo.
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