El Toro del Aguardiente pone la guinda a seis días de diversión

San Roque cerró en la mañana de ayer su Feria 2014 con el espectáculo del Toro del Aguardiente, una tradición que se remonta al siglo XVII. La edición de este año dejó momentos estelares sobre el centenario coso. Asociado, de la ganadería de José Benítez Cubero,dio algunas volteretas y embistes a los mozos, a dos de ellos se les trasladó al Hospital de La Línea con contusiones, a un tercero al centro de salud de San Roque y otros tuvieron que ser atendidos en la enfermería de la plaza.

Con la música aún de las casetas de feria, todavía de noche y con el olor a aguardiente mezclado con la adrenalina, centenares de mozos esperaron impacientes a que dieran las 7:00 horas para comenzar su carrera hasta la plaza. En ella miles de personas esperaron la llegada de Asociado. La salida del animal de los chiqueros instalados en la barriada de La Paz (junto al campo de fútbol) fue uno de los grandes momentos con numerosos mozos que acompañaron a Asociado en su subida, si bien a la hora de guiar al animal fue de nuevo indispensable la labor de los miembros de la Peña Cultural Toro del Aguardiente, cuyos socios, que organizan esta actividad con mucha antelación, hicieron también un gran trabajo en la arena de la plaza, contando con la colaboración de la Peña del Toro Embolado de Los Barrios.

La organización se esmeraron para sacar al animal del ruedo, ya que se negaba en redondo a abandonar la plaza y tuvo que ser arrastrado durante bastantes minutos por la cuerda.

Tras el aviso de la organización por megafonía y pocos minutos después de las 07:00 horas, los mozo llenaban ya el coso y los burladeros cuando hizo su aparición Asociado, un morlaco de más de 500 kilos atado a una soga para poder ser controlado por los miembros de la Peña. El animal, con mucha fuerza, rompió dos vallas durante la carrera antes de su llegada a la plaza.

Una vez dentro, el toro se tomó con calma su cometido pero pasados unos minutos comenzó a embestir y a punto estuvo de arrollar a varios mozos. Algunos de ellos comenzaron a tirar de la soga y fueron avisados por la organización -que no permitió vejaciones al animal- y pitados por el público, que llenaban el tendido.

Diez minutos después arrolló al primero de los corredores que tropezó en su carrera. Pocos minutos después, otro joven tropezó junto a la barrera y fue embestido por el toro, con momentos de angustia hasta que por fin otros mozos lograron llamar su atención y el morlaco se olvidó del mozo. El joven fue trasladado en volandas hasta la enfermería por sus compañeros.

Unos 20 minutos llevaba Asociado en la plaza cuando se repitió la misma escena: un corredor se puso delante y en la carrera acabó tropezando en la misma parte del coso, donde fue embestido de nuevo. También fue sacado en volandas.

A pesar de los sustos, el público, disfrutó del espectáculo si bien en una de uno de los tendidos se produjo un pequeño altercado entre varias personas y tuvo que intervenir agentes de Policía y Guardia Civil. Protección Civil también atendió a una mujer con una pequeña crisis de ansiedad provocada por la tensión de este incidente.

También, miembros de la Peña retiraron a varias personas del coso que intentaban correr tras el toro con claros síntomas de embriaguez. También se apuntó corredores de los más variopinto como un ciclista con su tablet en mano.

Mientras, ajeno a todo, Asociado parecía estar tranquilo y respiraba cuando un mozo se volvió a poner delante llamando su atención. Fue entonces cuando emprendió su carrera y el toro le dio una voltereta espectacular que hizo caer al joven al albero, quedando inconsciente y en un segundo embiste se temió lo peor. La organización y otros mozos retiraron rápidamente al toro de su visión y trasladaron al herido también a la enfermería. Se trataba del cuarto herido.

Ya amanecía y el reloj marcaba las 07:30 cuando la megafonía avisó de la retirada del morlaco. Con mucho trabajo y tirando de la cuerda, en algunos momentos por hasta ocho mozos consiguieron diez minutos después que Asociado, que se resistía abandonara la plaza.

La fiesta continuó con la suelta de tres vaquillas. Palillita, Pantera y Campanillera salieron con mucha energía al ruedo. Algunos jóvenes corrieron con ganas y sus recortes fueron muy aplaudidos por el público.

Entre el público se encontraba también el concejal de Fiestas, José Antonio Rojas, y varios ediles de USR, que disfrutaron del espectáculo.

Pasaban ya las 8:00 horas cuando el público empezó a abandonar el coso y las vaquillas fueron abandonando el albero. Entre el público, como cada año gente de todas las edades, especialmente jóvenes muchos de ellos con camisetas diseñadas para esta fiesta de vistosos colores y con frases haciendo referencia al aguardiente y al ambiente. Llegadas las 09:00 horas, la Alameda Alfonso XI era un hervidero de gente. Era el momento de reponer fuerzas tras la noche muy larga de la Feria, ya que la mayoría no se había acostado.

Como manda la tradición, los churros y el chocolate fue la elección para despedir las fiestas.

Poco después el personal de Obras y Servicios comenzó el desmontaje de la empalizada que flanqueaba el recorrido del toro en la barriada de la Paz antes de llegar a la Plaza.

Por su parte, el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, calificó la feria de "excelente. "Hemos ido aprendiendo en los últimos tres años y este cuarto ha sido el remate más positivo. Todo el pueblo de San Roque se ha volcado, participando desde el martes en la Coronación, cuando las reinas y las damas fueron las protagonistas y donde tuvimos la brillante sorpresa de la actuación del Grupo de Baile de Vanessa Orrán y las actuaciones estelares de David Morales y de Arcángel, que agradaron mucho", añadió el primer edil, quien apuntó que la cabalgata del miércoles fue espectacular, con 16 carrozas y cientos de sanroqueños que participaron en la misma, mientras la calle Málaga estaba abarrotada de público.

"Prácticamente toda la feria coincidió con el puente festivo, lo que ha facilitado una gran asistencia en las casetas y sin apenas incidentes", concluyó Juan Carlos Ruiz Boix.