Campo de Gibraltar

¡Que bote Tesorillo!

  • Los tesorilleros celebran en la plaza de la Constitución la creación del municipio al final de una jornada emotiva que culmina con música, champán y fuegos artificiales

¡Que bote Tesorillo!

¡Que bote Tesorillo!

Quedan 16 minutos para las nueve de la noche y hace rato que la plaza de la Constitución de San Martín del Tesorillo está a rebosar. La gente se reencuentra en voz queda, se abraza y sonríe con una alegría contenida que se percibe en el ambiente y en los rostros. El verano parece haber regresado para participar de la fiesta.

De repente, una traca quiebra la calma y desata la euforia de los tesorilleros, que rompen en una fuerte ovación. Unos niños comienzan a saltar en una esquina de la plaza: "¡Illo, illo, illo, que bote Tesorillo!". Y Tesorillo bota porque tiene muchas razones para hacerlo. En concreto 2.662, que son los habitantes que desde ayer tienen marcado a fuego el 2 de octubre como el día de la independencia. "Este pueblo nunca ha perdido la esperanza", exclama Margarita Fernández desde el escenario, donde contempla a su pueblo completamente eufórico. No es difícil encontrar ojos húmedos de emoción. Hace 19 años, dos meses y 12 días que Tesorillo comenzó este camino cuando fue constituido como Entidad Local Autónoma (ELA). Y hace unas pocas horas que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado la creación del nuevo municipio tras ratificar su segregación de Jimena de la Frontera. En un salto, Jesús Fernández (IU) ha pasado de ser presidente de la ELA a alcalde. Y es un auténtico ídolo de su pueblo, que ha visto cómo de la mano del diputado Jesús Solís (PSOE) y del alcalde de Jimena, Fran Gómez (IU), ha logrado que por fin Tesorillo se convierta en el octavo municipio del Campo de Gibraltar. La gente se felicita y aplaude a los tres políticos, que se abrazan sobre el escenario como antes se tuvieron que abrazar en los despachos para conseguir dejar las siglas a un lado y trabajar juntos por un objetivo común. El que le exigían sus vecinos.Son ya las nueve de la noche y el cielo se ilumina por los fuegos artificiales. Fernández, Solís y Gómez se han dirigido a los tesorilleros para contarles la buena nueva. "Hoy creo más en la política", explica un vecino que inmediatamente abraza a don Francisco Quirós, Pacurro, una de esas personas que a fuerza de derrochar educación y sabiduría ha conseguido ganarse el cariño y el respeto de sus vecinos. Pacurro no da abasto. Casi nadie lo da hace ya rato.

Bajan los alcaldes y el diputado del escenario para hacerse la foto con los vecinos. Empieza a correr el champán. Se brinda por la independencia y por la amistad con Jimena, para siempre el municipio matriz. Por allí anda también con una sonrisa de satisfacción Juan Luis Villalón (IU), el primer teniente de alcalde de Casares-Secadero, el pueblo que está al otro lado del puente, a un paseo, pero en la provincia de Málaga. La emancipación de Tesorillo es un ejemplo de cómo se pueden poner de acuerdo cuatro administraciones: el Ayuntamiento de Jimena, la ELA tesorillera, la Junta de Andalucía y la Diputación de Cádiz. Antes, la segregación era un arma política. Desde hace tres años y medio es un instrumento de consenso, de colaboración. "Somos un ejemplo", explica un vecino veterano que no oculta el orgullo.

Las familias de Tesorillo bailan en la plaza el baile de la independencia al ritmo de Compás flamenco, que inaugura su actuación con una copla de Carnaval cuya letra deja clara la intención: "¡Soy independentista!". Las familias disfrutan del momento histórico y ya a casi nadie le falta una cerveza en la mano. Los niños corren por la plaza y hay quien bromea con acudir a la ELA a quitar el cartel que la identifica como tal. Hay muchas camisetas de la Unión Deportiva Tesorillo a la que tanto le dio Serio Lata, quien no la lleva pero sí un niño a hombros con el que no deja de saludar a todo el mundo. Alguien ondea una bandera amarilla y azul, con una estrella, como la que el cantante de Compás flamenco cuelga del micrófono. Los más mayores comienzan a retirarse a descansar, pero todavía hay gente con cuerda para rato. El Tesorexit se ha consumado. Ahora queda mucho camino por andar, pero el 2 de octubre quedará para siempre en la retina de los tesorilleros como un día de felicidad. Una jornada para contar a los nietos.

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