Un equipo de los TEDAX detona una bomba de la Guerra Civil en Tahivilla
El artefacto aparece durante unas labores de labranza. Los operarios del parque eólico advierten a la Guardia Civil
Una unidad con agentes del grupo de desactivación de artefactos explosivos TEDAX de la Guardia Civil tuvo que actuar ayer en plena campiña tarifeña para desactivar un artefacto explosivo.
El extraño suceso ocurrió pasadas las nueve de mañana en una llanura cercana a la Entidad Local Municipal de Tahivilla, en una finca ya próxima a la pedanía de El Almarchal. Según los testimonios recopilados por este diario, un agricultor llevaba a cabo tareas de labranza en su finca cuando el tractor y la máquina de arar que manejaba golpeó un curioso artefacto que, a la postre, resultó ser un artefacto explosivo de los empleados en las contiendas de la Guerra Civil española.
Si bien al principio el agricultor no dio importancia al asunto, unos operarios del campo eólico T1 que se levanta en parte de la finca donde apareció el artefacto informó a agentes de la Guardia Civil que rápidamente se personaron en el lugar junto a la máquina número 32 del citado parque eólico.
Los agentes de la Benemérita certificaron que, en efecto, se trataba de un proyectil explosivo por lo que para su manipulación se requirió a una unidad de los TEDAX, Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos. En concreto los agentes desplazados hasta el término municipal tarifeño pertenecían a una unidad operativa periférica localizada en Algeciras y denominada GEDEX, Grupo de Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos, que tras manipular el artefacto decidieron proceder a la detonación controlada del mismo.
Tras realizar los protocolos de seguridad previstos en estos casos, los TEDAX procedieron alrededor de la una de la tarde a explosionar el proyectil, si bien el artefacto estalló en un segundo intento ya que previamente hubo un fallo con los detonadores empleados. La explosión hizo temblar el suelo a un centenar de metros del lugar y causó un gran estruendo además de una columna de humo.
No es la primera vez que en la campiña tarifeña aparecen restos de proyectiles o en este caso, el proyectil entero y sin detonar olvidados de la Guerra Civil. En este caso, teniendo en cuenta que la contienda concluyó en 1939, el artefacto podría tener un mínimo de 70 años de antigüedad, si bien, como se pudo comprobar, contenía aún intacta su carga explosiva.
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