Campo de Gibraltar

Un año sin Sara Ojeda y Mari Luz Morillo

  • Tarifa se concentra en el aniversario de la deflagración del transformador del Hotel 100% Fun

Concentración a las puertas del Guzmán el Bueno, ayer, en el primer aniversario del accidente del Hotel 100% Fun.

Concentración a las puertas del Guzmán el Bueno, ayer, en el primer aniversario del accidente del Hotel 100% Fun. / m. l. v.

Tarifa se concentró ayer a las puertas del Castillo Guzmán el Bueno y clamó por la justicia para las familias afectadas por el accidente del Hotel 100% Fun, en el primer aniversario de lo ocurrido.

Cientos de personas participaron de una emotiva concentración, en la que los familiares de las fallecidas Sara Ojeda y Mari Luz Morillo se reencontraron con el pueblo de Tarifa, que siempre mantuvo su apoyo más fiel a los afectados.

Los familiares, a la espera de la entrega de dos nuevos informes periciales al proceso

Francisco Fernández, uno de los heridos, dio lectura a un manifiesto en nombre del resto de afectados en el accidente y sus familiares junto a los de las víctimas. El silencio reinó durante la protesta, entre sollozos y lágrimas.

La Asociación de Afectados por el Transformador 29272 de Tarifa se encuentra inmersa en un proceso judicial complejo. El Juzgado de Instrucción Nº 4 de Algeciras investiga las causas y será quien elabore el sumario en el que se recojan las responsabilidades de lo ocurrido el funesto 5 de agosto del pasado año para su posterior enjuiciamiento. Las víctimas mostraron su indignación ante la intención de Endesa y el Hotel 100% Fun de concurrir a la causa en calidad de afectados. Las pretensiones de ambas mercantiles se vieron truncadas con la llamada del titular del juzgado a declarar el próximo mes de septiembre en calidad de investigados. Esta es una de las fechas marcadas en el calendario de este quinario.

Las familias de Mari Luz Morillo, Sara Ojeda y el resto de heridos por la deflagración del transformador esperan la presentación en sede judicial de dos informes periciales, vitales en sus esperanza de hacer justicia y rehacer sus vidas. Uno, el de la Inspección de Trabajo y el otro, el de la delegación provincial de Industria de la Junta de Andalucía.

El pasado mes de mayo recibieron el primer halo de luz cuando el Centro de Prevención de Riesgos Laborales desgranó en sus conclusiones deficiencias en la caseta en la que se ubicó el transformador y la sobrecarga que sufría este. Estas consideraciones fueron compartidas por la Guardia Civil, que en sus dosieres apuntó las causas del suceso en este mismo sentido.

La puerta está cerrada a acuerdos. Las familias de las víctimas y los heridos solo buscan que sea la autoridad judicial quien decida quiénes fueron los culpables de uno de los episodios más negros de la historia moderna de Tarifa. Endesa y el propio hotel no han mantenido contacto alguno con las familias, según el portavoz de la asociación y padre de una de las víctimas mortales, Juan Ramón Ojeda. "Nunca se han interesado por nuestra situación. Nosotros ya hemos perdido. A partir de ahora nuestro único objetivo es que se haga justicia", sostiene.

Lo ocurrido en aquel patio de estar del Hotel 100% Fun sacó el lado más solidario de miles de tarifeños. Las familias agradecen de nuevo un año después la ayuda del Ayuntamiento de Tarifa, Comisiones Obreras -que concurrirá en el proceso como acusación popular- y la Plataforma de Hosteleros y Comerciantes del municipio. También reconocen el trabajo de la parlamentaria andaluza de Izquierda Unida Inmaculada Nieto, que medió en la situación de los heridos en los hospitales dependientes de la Junta. Se realizaron aportaciones económicas desde todos los puntos del Campo de Gibraltar a una cuenta bancaria establecida para paliar los gastos de las estancias de familiares durante el ingreso de los heridos en la Unidad de Quemados del Virgen del Rocío de Sevilla. La solidaridad de los vecinos de la comarca reunió decenas de miles de euros.

La vida es muy diferente un año después. El Hotel 100% Fun funciona con normalidad pero en el entorno de los heridos todo cambió aquella noche. En la actualidad la mayoría se somete a tratamientos de rehabilitación, a la espera de entrar nuevamente en quirófano. Para las familias Ojeda y Morillo la vida se detuvo aquel 5 de agosto de 2017.

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