Puntuaciones y sus agrupaciones en el arte prehistórico

Los motivos complejos representados en el paleolítico y postpaleolítico peninsular formados por puntos unitarios o en agrupaciones, fueron representados desde los comienzos de lo que se conoce como arte prehistórico. Siempre partiendo de que fuesen concebidas como arte y no como simples representaciones, relacionadas con la magia, chamanismo, o la simple motivación de alentar una cacería sobre el animal representado, siempre tratándose de una representación figurativa.

Pero independientemente de los motivos figurativos, se localizan otras grafías no figurativas, que van desde trazos gruesos, zigzag, manchas de pigmentos, soplados y puntuaciones, entre otras, siendo estas las más comunes, y más representadas en un amplio periodo de tiempo. Estos periodos abarcan el paleolítico medio, superior y el postpaleolítico.

Los últimos trabajos sobre dataciones con Uranio/Torio, llevados a cabo por el equipo de First Art, se basan en la datación de las pequeñas costras calcíticas, creadas encima de estos motivos y arrojan dataciones muy antiguas, situando estas dataciones en un periodo anterior al paleolítico superior o incluso a finales del paleolítico medio. Situando estos motivos en una fecha posterior a los 67.000 años B.P. (antes del presente) se reafirma la autoría neandertal de estos motivos, pues la aparición del homo sapiens en Europa fue entre 43-35 ka (miles de años).

Hacer esta primera reflexión sobre la antigüedad de algunos de los motivos referidos, nos hace pensar que posiblemente, muchos de los motivos no figurativos que se localizan en algunas de las cavidades o abrigos situadas en el extremo sur peninsular posiblemente tengan una antigüedad considerable y por qué no, relacionada con los últimos neandertales tras su repliegue en nuestra zona hasta su extinción.

Es posiblemente Gibraltar el ultimo de sus bastiones, por los restos localizados en Gorham’s cave, destacando una pequeña agrupación de trazos grabados cruzados entre sí, con una antigüedad aproximada de 40.000 años. Con lo que siempre cabe la posibilidad de que en los enclaves paleolíticos del extremo sur peninsular contemos también con motivos no figurativos de cronología muy antigua y posiblemente anterior al homo sapiens.

El arte de los puntos

Centrándonos ya en el título de este artículo, que hace referencia a una de estas representaciones no figurativas, que más recorrido han tenido por diferentes periodos o etapas de nuestra prehistoria, son los puntos o puntiformes, aislados o agrupados.

Desde los comienzos donde ya se empezaban a estudiar e investigar, este mal o bien denominado arte prehistórico, son recogidos por sus primeros estudiosos estos puntiformes. Uno de los primeros fue el reconocido abate Henri Breuil que en uno de sus trabajos cumbres en 1929, el Rock paintings of southern Andalusia recoge las agrupaciones de puntiformes en el enclave de Palomas, concretamente en la cueva de Palomas I, donde sitúa el prótomo de équido en una cronología paleolítica, además de localizar unas agrupaciones de puntiformes junto a la citada cabeza de équido, relacionándolas entre sí.

Estas agrupaciones de puntiformes pareados, están formadas por puntos que trazan un par de líneas paralelas entre sí, con una configuración ascendente desde el suelo de la cavidad hacia el techo.

Con una forma curiosa, en este caso del panel de puntiformes de Palomas I, parece simularse un posible tronco de árbol (es complicado definir qué significado tienen estas formaciones pareadas de puntiformes), por relacionarlo con un objeto conocido.

En este caso concreto, estas formaciones pareadas nos pueden confundir por hacernos pensar en algo semejante y no en todas estas representaciones los diseños de la composición son iguales. El abate Breuil recoge también en este libro, numerosos enclaves con puntuaciones, en estos casos más relacionadas con los motivos esquemáticos representados, con una tipología postpaleolítica.

Uno de los principales es el enclave de Pretina o Ladrones (Benalup Casas Viejas) ya conocido por Juan Cabre y Eduardo Fernández-Pacheco en su estudio de 1914 Avance al estudio de las pinturas prehistóricas del Extremo sur de España (Laguna de la Janda).

En Pretina I, se localizan varias agrupaciones de puntiformes, que se entremezclan con los motivos esquemáticos y varias manos en positivo, repartidos por la pared del abrigo, estando formada esta agrupación de puntos por catorce líneas paralelas, siendo diferentes en el número de puntos que las componen, y todas siguen, más o menos, un eje longitudinal en la pared del abrigo que se utilizó a modo de lienzo.

Se interrumpen estas líneas de puntos para intercalar algunos motivos esquemáticos o bien, si su cronología es anterior, el autor de los motivos esquemáticos aprovechó estos espacios libres para representar un motivo.

Es complicado en ese caso intentar dar una explicación lógica, pues podríamos hablar de un posible simple conteo de cabezas de ganado, por ejemplo, y, actualmente, no podemos afianzar una explicación exacta de estas representaciones no figurativas. Lo único que si se puede constatar es su presencia en muchos de los enclaves rupestres de toda la península ibérica.

Otro referente rupestre en el extremo sur peninsular en la cueva de Magro, en el término municipal de Los Barrios. En la zona conocida como Tajo de los Príncipes se erige este gran abrigo, actualmente muy mal conservado por estar expuesto directamente a las inclemencias del tiempo.

Sus grandes dimensiones hicieron que sirviese de cubierta a los carboneros de la zona, estando sus paredes muy afectadas también por el humo de las hogueras que estos realizaron dentro. En su visita, H. Breuil, relacionó las agrupaciones de puntos con las constelaciones, llegando incluso a superponer un mapa estelar de las constelaciones con las representaciones de los puntiformes agrupados de la cueva, llegando a ver una similitud con las agrupaciones de puntos representados en la parte izquierda del abrigo con las representadas en el solsticio de invierno y la parte representada en la derecha con el solsticio de verano. Ubicó estas grafías no figurativas dentro de un contexto postpaleolítico, relacionándolas con los motivos esquemáticos que se representan junto a estas.

Años más tarde en 1988 el matrimonio Topper, también hizo referencias a los puntiformes de la cueva del Magro en su libro El arte rupestre en la provincia de Cádiz, donde relaciona estos puntos con astros, agrupándose con forma de león y de cabra.

Siendo el león quien persigue a la cabra, indicando los dos animales los dos solsticios, estando el león representado en la parte derecha y la cabra en la izquierda.

Estas posibles explicaciones sobre estas puntuaciones o agrupaciones de puntos, están abiertas siempre, no pudiendo afirmarse al cien por cien, su exacta definición. Como es lógico y ya se ha dicho anteriormente, estas puntuaciones, agrupaciones, formaciones pareadas, continúan apareciendo en un alto número de enclaves rupestres en el extremo sur peninsular.

Uno de ellos es el conjunto rupestre de Bacinete en el término municipal de Los Barrios, estudiado bien a fondo por la Dra. Mónica Solís Delgado. Este conjunto cuenta con varios abrigos en los cuales también surgen los motivos puntiformes, destacando el abrigo VI marcado por H. Breuil, donde al igual que en el abrigo de Pretina, se localizan agrupaciones pareadas en línea paralelas con una orientación horizontal paralela al suelo del abrigo, además de puntuaciones agrupadas formadas por un número reducido de puntos.

Es este abrigo número VI además de estas puntuaciones se localizan motivos esquemáticos postpaleolíticos, posiblemente contemporáneos a las puntuaciones. Sin dejar a tras el conjunto de Bacinete, nombrar la aparición de puntuaciones en menor representación en los abrigos de Bacinete: Gran abrigo, I, II, III y IV. Como curiosidad el patrón de la agrupación se repite, conformándose con líneas paralelas formadas por puntuaciones, solo diferenciándose por el número de los mismos.

Próximo a este conjunto de Bacinete se localiza el abrigo de Mediano, donde H. Breuil también refirió puntuaciones en los paneles pictóricos que conforman el abrigo. En este caso el patrón que se representó, es aleatorio, estando dispersos por una zona concreta de la pared, no formando ninguna figura reconocida. Además el tamaño del punto o de la mayoría de los mismo es de mayor tamaño que el que se encuentra en el resto de enclaves, que oscila según la huella del dedo, siendo este caso del Mediano muy superior llegando casi a un diámetro de 2,5 cm máximo. El matrimonio Topper, aunque visitó el abrigo, no localizo ninguna figura, pues en el abrigo se realizaron fogatas ennegreciendo las paredes y techo del mismo.

Siguiendo un orden de importancia por la aparición de estos puntiformes, hay que nombrar el abrigo principal de Chinchilla y Chinchilla II, en el término municipal de Jimena de la Frontera, ambos por la gran agrupación de puntiformes que cubren sus paredes. El abrigo principal cuenta con más de 150 puntuaciones, con formaciones geométricas, líneas de puntiformes alineadas formando figuras parecidas a rectángulos, además de varias líneas de puntiformes que se cierran a modo de una cerca. Destaca Chinchilla II, por la numerosa acumulación de puntiformes que forman una amalgama de figuras irreconocibles a nuestro conocimiento.

También hay que reseñar el abrigo del Risco del Tajo Gordo también en Jimena de la Frontera, que cuenta entre sus motivos con líneas pareadas de puntiformes.

Damos un salto al termino municipal de Tarifa, donde se localizan varios de los enclaves que recogen este tipo de motivos puntiformes. Empezamos con la cueva del Vencejo-Moro, conocida por sus grabados de équidos, de cronología paleolítica y enmarcados en el periodo solutrense. Este enclave cuenta con el mayor número de puntuaciones agrupados, con formas de las más variadas, patrones de líneas paralelas pareadas, simples agrupaciones de numerosos puntiformes, puntuaciones de reducido diámetro agrupadas, puntos sueltos, etc.

Tenemos que destacar que de las dos oquedades que conforman esta cavidad del Vencejo-Moro, el 90% de las puntuaciones se recogen en la plataforma superior o segunda oquedad.

Próximo en la misma Sierra de la Plata se encuentra la cueva de Atlanterra, que al igual que la cueva del Vencejo-Moro, distribuye entre sus paneles más de 250 puntiformes, conformando casi todas las formas anteriormente descritas: líneas pareadas de puntos, agrupaciones de gran numero, puntos sueltos, etc.