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El servicio de Vigilancia Aduanera vigila las 24 horas del día las aguas del Estrecho en una lucha constante contra las mafias que trafican con el hachís procedente de Marruecos y el tabaco de contrabando de Gibraltar
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'Europa Sur' es testigo de la dura e intensa labor que realizan los tripulantes de la patrullera 'Águila 2' durante una de sus jornadas de trabajo
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Ir a la noticia: La mitad de las embarcaciones de Vigilancia Aduanera en Andalucía están inoperativas
La Fénix azul marino con el nombre de Aduanas impreso en celeste en ambos laterales reposa en el muelle sobre unos soportes, con el balón de proa roto tras colisionar en una persecución. Cerca de ella hay decenas de embarcaciones requisadas a las mafias del narco y del contrabando, deteriorándose y a la espera de que la justicia resuelva su destino.
Una narcolancha incautada, en el muelle del Puerto de Algeciras. Está repleta de petacas de gasolina, usadas para repostar en alta mar.
Varias grandes narcolanchas de estructura semirrígida, amarradas en el Puerto de Algeciras tras ser intervenidas por las autoridades.
Una pequeña goma, con un depósito adicional de gasolina, una petaca y un casco.
Varias barcas incautadas, hundidas por el último temporal de 2021, junto al muelle algecireño.
Varias planeadoras, junto pesqueros y otras embarcaciones, todas incautadas por las autoridades.
El Servicio de Vigilancia Aduanera cuenta en Algeciras con dos patrulleras gemelas modelo Águila. Curtidas en mil batallas desde su puesta en servicio en 2009, ambas son las estrellas del muelle. Con 2.000 caballos de potencia alcanzan con alegría los 45 nudos.
Dos de los miembros de la tripulación del 'Águila 2' se disponen a embarcar.
Las armas de los miembros de la tripulación de la 'Águila 2'.
Todo listo para zarpar del puerto.
Varios miembros de Aduanas tratan de arrancar el motor de una lancha.
Una agente de Aduanas suelta amarras.
La 'Aguila 2', lista para zarpar al atardecer.
Un agente de Aduanas, en la popa del 'Águila 2'.
A través del canal 16 de la radio, abierto a todos los barcos, se recibe la señal de las autoridades de Gibraltar cuando la patrullera penetra a toda máquina en las llamadas aguas en litigio, reclamadas por la colonia británica como propias pese a que en el Tratado de Utrecht reza lo contrario. “Están ustedes invadiendo aguas bajo soberanía británica, salgan inmediatamente de ellas”, viene a decir en inglés el mensaje a modo de mantra.
Nuevo objetivo. El Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil da cuenta de una posible embarcación sospechosa y sin identificar mar adentro. El patrón lleva otra vez a la Águila al tope de revoluciones mientras sus compañeros le ofrecen continuamente datos sobre la distancia que resta hasta llegar a su altura. Con la noche ya cerrada, es como buscar una aguja en un pajar.
El traqueteo en el interior de la cabina de la patrullera es constante, especialmente cuando alcanza la máxima velocidad.
Después de unas cuatro horas de patrulla, el trayecto de vuelta a Algeciras se realiza a marcha más lenta, el patrón aprovecha para acercarse a la costa, por si sonase la flauta y se desbaratase una descarga de hachís en Sotogrande o la Atunara. O se descubre una embarcación sospechosa en la desembocadura del río Palmones o, incluso, del Guadarranque, cuya barrera anti-narcos no ha frenado del todo el trasiego de droga hacia los embarcaderos construidos con total descaro en sus orillas. Desde el helicóptero llegan noticias de que la noche está tranquila.
El radar de la patrullera; al fondo, Gibraltar.
La chimenea de la central térmica de carbón de Los Barrios es testigo del paso de la patrullera.
“¡Una goma, una goma!”, grita el patrón desde la cubierta de la patrullera mientras la pilota en dirección al pantalán de la refinería de San Roque. Se trata de una neumática de dos o tres metros de eslora, con dos individuos a bordo que tratan de esconderse tras los pilotes y la estructura metálica que sostienen las tuberías.
Una agente busca con su linterna a una pequeña lancha dedicada al contrabando de tabaco que trata de ocultarse bajo el pantalán de la refinería de San Roque.
Una pequeña lancha dedicada al contrabando trata de ocultarse bajo el pantalán de la refinería de San Roque. Las linternas de los agentes de Aduanas han puesto al descubierto a los traficantes de tabaco ilegal.
Una pequeña lancha dedicada al contrabando trata de ocultarse bajo el pantalán de la refinería de San Roque. Las linternas de los agentes de Aduanas han puesto al descubierto a los traficantes de tabaco ilegal.
Una pequeña lancha dedicada al contrabando trata de ocultarse bajo el pantalán de la refinería de San Roque. Las linternas de los agentes de Aduanas han puesto al descubierto a los traficantes de tabaco ilegal.
La estadística de criminalidad de 2021 indica que los delitos en el Campo de Gibraltar han descendido a los niveles de 2010, un dato que el patrón viene a corroborar a la vista de su experiencia, aunque con matices. “Es que lo no era normal era lo de antes, que te llamaba el helicóptero y te avisaba de que había seis o siete gomas en el agua. ¿A por cuál de ellas ibas?. Ahora, esto no ha parado. Los narcos se han ido en parte a las costas de Huelva”.
Llegada al Puerto de Algeciras.
Una agente, en la cubierta de la patrullera, espera para llegar a puerto.
Después de más de seis horas de patrulla, con 100 millas recorridas, la 'Águila 2' y su tripulación regresan a puerto sin novedad. Tocan ahora labores de mecánica y limpieza.
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