Miranda destierra cualquier temor a una deslocalización de Acerinox Europa

Acerinox descarta cualquier riesgo de deslocalización ni desvío alguno de producción de su planta en Palmones hacia la nueva planta de Malasia, sino que los planes son "aumentar la capacidad de producción para abastecer al mercado asiático y a Australia", según afirmó el presidente de la compañía, Rafael Miranda, en su intervención en el desayuno coloquio organizado por el Club de Directivos Andalucía, en la sede del Instituto de Estudios Cajasol en Tomares (Sevilla).

"Cualquier temor de deslocalización es absolutamente infundado", sostuvo Miranda, quien recordó que la planta malaya ya produce en su línea de laminación en frío y espera alcanzar el pico máximo en un par de años.

Miranda argumentó que no hay riesgo de deslocalización por la estructura de producción de la empresa, que elogió, puesto que él lleva menos de un año al frente del consejo de administración y ésta ya existía. "La planta de Palmones", dijo, "surte fundamentalmente al mercado europeo, la de Kentucky al de EEUU, la de Sudáfrica a su continente y la de Malasia, que aún está en construcción por fases, atiende fundamentalmente al mercado asiático".

El presidente de Acerinox también desveló que su filial Acerinox Europa ha aportado un 6% adicional a las cifras de exportación andaluza con el traslado de su sede social a Los Barrios, hace ahora un año. Igualmente anunció que la factoría de Palmones va a poner en marcha una nueva línea de corte de formato para septiembre. Tras su intervención y recordar que Acerinox Europa "es una empresa andaluza comprometida con la comunidad autónoma", Miranda explicó que la fábrica de Palmones supone un tercio de la producción mundial de Acerinox, grupo que produce el 8% de la producción mundial de acero inoxidable.

En la factoría gaditana trabajan de forma directa 2.000 personas, cifra que sumada al empleo indirecto, da lugar a que el empleo generado por Acerinox en la región se eleve a 5.000 o 5.500 personas.

Miranda resaltó los esfuerzos de modernización efectuados en la planta de Palmones, nacida hace 45 años, y a la que se han ido añadiendo nuevas líneas para mayor modernización y automatización, de forma que es una fábrica que ha demostrado que tiene una flexibilidad suficiente. En los últimos cuatro o cinco años se han invertido en Palmones 230 millones. De hecho, el pasado año se puso en marcha una nueva línea de pulido y para septiembre de este año está prevista una nueva línea de corte de formato, además de estudiar otras líneas que casan con la constante evolución de la compañía.

El presidente de Acerinox precisó que el grupo invierte cada año en torno a 120 millones de euros -sin contar la inversión excepcional de Malasia- y resaltó la estructura financiera de la empresa, que calificó como "muy saneada para acometer inversiones".

Miranda recordó que Acerinox es líder mundial en el sector de los aceros inoxidables y apunta que "es multinacional y global desde el primer momento en que nació, pues solo el 8% de su facturación se hace en España; el resto se reparte en Estados Unidos (50%), la UE, Asia o África". La cuota de mercado mundial de Acerinox alcanza el 40%, mientras que es el segundo consumidor de energía eléctrica de Andalucía.

Por otro lado, en la conferencia, Miranda fue presentado por el presidente de la Fundación Cajasol, quien destacó su amplio curriculum, al haber pasado por Endesa (donde fue consejero delegado) o Campofrío, y apuntó asimismo una necesidad: "Que nuestro desarrollo industrial lo hagamos con más rapidez y más eficacia". Enfatizó la importancia de la industria para afrontar y salir de la crisis.

En estas últimas reflexiones coincidió Rafael Miranda, quien en su conferencia, titulada La necesaria reindustrialización de la economía española, ve "positivas perspectivas de crecimiento y de salida de la crisis de España, que está "en el camino del crecimiento económico", tras lo que ha insistido en la necesidad, tras la crisis económica, de que Europa "vuelva a tener un tejido industrial importante" y en la necesidad de reindustrializar España.

Opinó que las reformas y políticas emprendidas por el Gobierno "empiezan a dar resultado y a generarse empleo y crecimiento" y ha resaltado el "extraordinario esfuerzo" del empresariado español.

No obstante, apunta una serie de retos como "los costes energéticos de España y Europa, que no se pueden comparar con los de Estados Unidos", por lo que "se debe definir el mix energético para poder competir con eficiencia", y también aludió a los costes laborales, toda vez que "el coste laboral por hora es más bajo en Estados Unidos, donde hay menos absentismo y se trabaja más horas", por lo que "es necesario introducir mayor flexibilidad en los esquemas de trabajo".