La operación llevada a cabo ayer por la Guardia Civil –con ayuda de la Royal Gibraltar Police– contra la logística de los narcotraficantes que actúan en Andalucía desde el Campo de Gibraltar fue un golpe en la línea de flotación de los grupos dedicados al transporte de la droga, que han optado por el tuneo de lanchas para utilizarlas en el traslado de hachís desde Marruecos.

Se trata de una operación enmarcada en el Plan Carteia, en el que participan agentes de diversas unidades y destinado a combatir el tráfico de drogas en el sur de España. Desde las 5:30 de la madrugada, 300 agentes del instituto armado se desplegaron en cinco provincias andaluzas, Sevilla, Málaga, Granada, Huelva y Cádiz, en las que efectuaron 24 registros y detenido a 23 personas, entre ellas los cabecillas del escalón dedicado a modificar las embarcaciones para que adquieran la velocidad y las prestaciones necesarias para trasladar la droga.

La Guardia Civil considera que todos estos grupúsculos están asociados a las grandes familias de la droga en el Campo de Gibraltar, que están buscando lugares en los que expandirse y seguir intentanto ocultarse de las autoridades.

La prohibición de las narcolanchas en octubre del pasado año por un real decreto ha obligado a buscar alternativas a los narcos del Campo de Gibraltar, que han tenido que recurrir a especialistas en estas embarcaciones para tunearlas, modificando motores y otras piezas.

Son lanchas que compran en España y, como mercancía preciada que es tras la aprobación de ese real decreto, esconden en lo que ya se conoce como guarderías para ocultarlas a los ojos de las fuerzas de seguridad y para manipularlas.

De hecho, en esta operación se han intervenido lanchas y un buen número de piezas, además de 489.000 euros en efectivo en un registro relacionado con uno de los detenidos, miembro de una organización que tenía como base fundamental a Algeciras, así como dos armas de fuego.

El golpe a las lanchas, un objeto codiciado por los narcos y modo tradicional para el transporte de la droga, deja muy tocadas a las organizaciones criminales que operan en el sur.

Según fuentes de la investigación en el Campo de Gibraltar se llevaron a cabo ocho registros en las localidades de Algeciras –en la barriada de El Rinconcillo– y Tarifa, mientras que en Sevilla se produjeron once: en la capital hispalense, Pilas, Villamanrique, Bollullos de la Mitación, La Algaba, Isla Mayor, Coria y Umbrete.

A los detenidos se les investiga por organización criminal, blanqueo de capitales, contra la seguridad del tráfico, contrabando y tenencia ilícita de armas

Además, los agentes realizaron tres registros en las localidades malagueñas de Villanueva del Trabuco y Villanueva de Tapia, uno en Huétor Tájar (Granada) y otro en Isla Cristina (Huelva).

Es la prueba de que las organizaciones dedicadas al narcotráfico en el Campo de Gibraltar intentan alejarse de la zona y asociarse con organizaciones delictivas de otras provincias, creando así un entramado de redes y ampliando su radio de influencia. 

En Huétor Tájar se hallaron varias embarcaciones en proceso de construcción en un pequeño astillero propiedad de una empresa náutica dedicada a la reparación de pequeños barcos.

En la población sevillana, los investigadores encontraron una narcolancha en una nave industrial propiedad de un policía jubilado de este municipio. Su sobrina indicó que estaba alquilada a un hombre de nacionalidad rumana “con un contrato totalmente legal”. 

A todos los detenidos se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, contra la seguridad del tráfico, contrabando y tenencia ilícita de armas.