La Guardia Civil en San Roque (CCXLIII)
La reorganización de la Guardia Civil (XXVIII)
Entrevista | Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación
Desde que en octubre de 2021 comenzó la negociación UE-Reino Unido sobre Gibraltar, repite como un mantra que el objetivo es lograr un "área de prosperidad compartida" formada por el Campo de Gibraltar y la colonia británica. Ello pasa, fundamentalmente, por la integración de esta última en el espacio Schengen. Domingo por la mañana, la entrevista tiene lugar la víspera de sus reuniones con representantes de la Junta de Andalucía, los alcaldes y los agentes sociales y económicos de la comarca.
-¿Hay ya un acuerdo cerrado sobre Gibraltar?
-No, no hay un acuerdo cerrado, pero hay ya un acuerdo, como indicamos en el comunicado del 12 de abril, sobre las líneas políticas generales, sobre aspectos importantísimos, como puede ser la movilidad, bienes, el aeropuerto… Y hay un acercamiento muy importante de posiciones en todos los puntos.
-¿Se ha puesto algún límite temporal?
-No hay una fecha límite ni se puede vislumbrar cuándo podrá cerrarse un acuerdo. Todo lo referente al Brexit, tanto el acuerdo en relación a Gibraltar como previamente el acuerdo entre la Unión Europea y la Comisión, se ha alargado siempre mucho más de lo esperado. Tenemos que tener en cuenta que lo que estamos hablando es de, literalmente, crear una relación partiendo de cero, totalmente nueva, impensable justo antes del Brexit. Es una negociación compleja y, aunque negociamos los ministros de Asuntos Exteriores, negociamos en nombre de muchos ministerios: Interior, Defensa, Hacienda, Medio Ambiente… Por lo tanto, eso hace que sea muy compleja. Hay un acercamiento de posiciones importante en las últimas semanas que hace que vayamos cerrando capítulos en los que nos estamos ya poniendo de acuerdo. Hay voluntad por todos los implicados, por supuesto del Gobierno de España en primer lugar, de alcanzar ese acuerdo lo antes posible.
-Alude usted a asuntos de movilidad y al aeropuerto. Este último es una instalación militar bajo control británico, de la RAF. ¿Bajo control de quién estaría si se alcanza un acuerdo para su uso conjunto?
-Bueno, no puedo entrar en los detalles y todas las partes -Reino Unido, España y la Comisión- acordamos el 12 de abril no entrar en excesivos detalles, más allá del comunicado que emitimos, hasta que esté todo acordado. También, por una cuestión de cortesía hacia las otras partes negociadoras. Desde luego, lo que sí está decidido es que haya un uso conjunto del aeropuerto y eso va a beneficiar, por supuesto, a esa zona de prosperidad compartida, al desarrollo del Campo de Gibraltar, a impulsar la conectividad, que en estos momentos no es óptima, a desarrollar el turismo y a recuperar con normalidad algo que ha ocurrido muchas veces en la historia del Campo de Gibraltar, que es que haya vuelos comerciales con Madrid y Barcelona, como ya pasó, por ejemplo, entre 2006 y 2011.
-El aeropuerto está construido sobre el istmo, que no fue cedido por España en el Tratado de Utrecht. ¿Ese acuerdo sobre su uso conjunto no sería una forma de legitimar su ocupación por parte de Reino Unido?
-En absoluto. La posición de reclamación de la soberanía española queda absoluta y totalmente salvaguardada en el acuerdo y no se renuncia a ella ni un ápice.
-¿Qué papel tendrán la Policía Nacional, la Guardia Civil, el servicio de Aduanas o Frontex dentro de ese nuevo contexto?
-Nos queremos mover en una libre circulación de personas y de mercancías. Por lo tanto, eso supone que Gibraltar pueda disfrutar tanto del espacio Schengen como de la unión aduanera. Estarán los funcionarios europeos competentes aplicando la legislación.
-¿Frontex estará un periodo temporal tal y como se recogía en el acuerdo de Nochevieja de 2021?
-Sí, exactamente. Como sabe, cuando yo llegué como ministro de Asuntos Exteriores y me hice cargo de la negociación, no partíamos de cero. Estamos hablando de una negociación, que arrancó con el Partido Popular, y había ya un acuerdo de Nochevieja que se llevó, por cierto, al Parlamento y tuvo el consenso de todas las fuerzas políticas. Ese acuerdo preveía un periodo transitorio inicial con Frontex apoyando a la policía española.
-¿Hay una negociación entre Reino y España en torno a cuestiones militares que escapan de lo que es el acuerdo con la UE? Sin una Verja y sin un control aduanero y policial como el actual, España debería tener cierta información en torno a qué movimientos de militares hay en Gibraltar, qué tipo de armas entran, qué tropas, etcétera. Usted también es consciente de la tensión diplomática que hubo en los años 2000 y 2001 por la presencia del submarino nuclear Tireless en Gibraltar, donde fue reparado.
-Sí, estamos hablando con el Reino Unido para alcanzar una cooperación y evitar incidentes que no son dignos de dos aliados en el seno de la OTAN, especialmente en un momento en que nuestra colaboración y nuestra cercanía en valores y posiciones en la guerra de Ucrania es evidente.
-Gibraltar no es una base de la OTAN y ni el puerto ni el aeropuerto forman parte de la estructura militar de esa alianza.
-Pero el Reino Unido y España sí somos dos aliados de la OTAN que cooperamos muy estrechamente. Lo que nos proponemos es evitar incidentes que ha habido en el pasado y mantener una cooperación digna de dos aliados de la OTAN que trabajan muy estrechamente y con posiciones muy alineadas, por ejemplo, en Ucrania, que es algo que desafía la seguridad euroatlántica.
-¿En qué medida condiciona ese entendimiento o no en cuestiones militares que pueda haber un acuerdo entorno al tratado sobre Gibraltar?
-La posición de soberanía de España y nuestra reclamación queda totalmente salvaguardada. Eso ha sido explícito desde el primer momento y, como sabe, el gran objetivo del acuerdo es crear una zona de prosperidad compartida. Estamos todos de acuerdo en eso y todas las partes estamos actuando de buena fe con la búsqueda de ese objetivo.
-Otra de las cuestiones que también se ponen sobre la mesa es la nivelación impositiva. ¿Habrá garantías para que no se mantenga el dumping fiscal entre el Campo Gibraltar y Gibraltar?
-Uno de los objetivos de esa zona de prosperidad compartida es evitar el fraude, el contrabando, el comercio irregular, las distorsiones muy pronunciadas y, por lo tanto, trabajamos para armonizar todos los aspectos que sean necesarios. En eso estamos todos de acuerdo.
-¿Y en esa armonización fiscal es posible que España, unilateralmente, pueda compensar al Campo de Gibraltar con una rebaja impositiva? Gibraltar propuso un Transaction Tax del 10% frente al 21% del IVA en su tipo ordinario que se establece en España. Aún habría 11 puntos porcentuales de diferencia.
-Como le decía, no voy a entrar en detalles de la negociación, pero sobre lo que usted llama medidas unilaterales de España… Soy ministro de Asuntos Exteriores. Tengo a mi colega y buena amiga y vicepresidenta, María Jesús Montero, que es la ministra de Hacienda, y lo que me pregunta se escapa a mi campo de competencia. Lo que sí le puedo decir es que el compromiso del Gobierno de España con el desarrollo del Campo de Gibraltar está presente desde el primer momento en que Pedro Sánchez llegó a la presidencia del Gobierno de España. Ahí está ese plan con un horizonte de 840 millones de euros de inversión. Este lunes voy a tener como ministro de Exteriores el tercer encuentro en algo más de dos años con todos los alcaldes del Campo de Gibraltar. También con la Junta de Andalucía, que siempre ha estado presente en estas reuniones.
-El miércoles pasado tuvo una conversación con el presidente de Andalucía, Juanma Moreno.
-Sí. Le telefoneé para contarle un poco cómo estaban los avances de la negociación y le ofrecí que nos viéramos en persona tantas veces como él quiera o que me llame cuando él quiera para pedirme cualquier información. Todo lo que la Junta y los alcaldes me han ido diciendo, los documentos que me han ido entregando, las expectativas que ellos tienen... Todo forma parte de las guías que yo he tenido a lo largo de esta negociación. Voy reunirme por tercera vez con los alcaldes del Campo de Gibraltar, con la Junta de Andalucía y con todas las administraciones implicadas en el Campo de Gibraltar. Agradezco de verdad el apoyo que he recibido siempre de los alcaldes para lograr ese acuerdo de prosperidad compartida y también, no me duele en prenda decirlo, la lealtad institucional de la Junta de Andalucía, empezando por su presidente, que lo demostró también en su reunión del día 9 con los alcaldes y así lo expresó públicamente.
-¿Y con los agentes sociales y económicos del Campo de Gibraltar?
-Un par de horas después de mi reunión con los alcaldes voy a tener un encuentro con los principales agentes sociales del Campo de Gibraltar, sindicatos, empresarios y asociaciones de trabajadores, para explicarles un poco, dado que ya empezamos a acercar posiciones, cómo está la situación y oírles para ver qué podemos mejorar en estos momentos de intensificación de las negociaciones.
-¿Es posible la presencia de la Junta de Andalucía en esas negociaciones que hasta ahora se están celebrando entre Reino Unido, con la participación de Gibraltar, España y la Unión Europea?
-Bueno, por supuesto que la Junta de Andalucía está presente en todas las reuniones que yo hago. De hecho, este lunes está invitado el consejero de la Presidencia, como lo ha estado en las reuniones anteriores. Ya lo he hablado con el presidente de la Junta de Andalucía, que sabe que todo lo que toca a la política exterior es una competencia exclusiva del Estado, pero por supuesto que Andalucía es escuchada muy directamente, como no puede ser de otra manera. Yo tengo buen cuidado en que siempre se la invite a todas las reuniones. Yo tomé la iniciativa de llamar al presidente de la Junta de Andalucía. En cualquier caso, no nos olvidemos de que, al final, toda esta negociación se va a plasmar en un acuerdo que incluso supera a España, porque es el Brexit, y será un acuerdo de la Unión Europea y Reino Unido.
-La Junta de Andalucía no estuvo en la última reunión de Bruselas, a la que sí asistió Fabián Picardo en representación de Gibraltar.
-Gibraltar se integró en la delegación británica, por decisión británica, porque cada país es soberano para decidir quién integra su delegación. El formato que estamos siguiendo es tener conversaciones y encuentros tanto con la Junta de Andalucía como con los alcaldes previamente en un relación fluida e irles explicando cómo avanza la negociación. Insisto: Agradezco a la Junta de Andalucía que se sume a todos estos esfuerzos, como está haciendo, y eso lo quiero reconocer con lealtad institucional.
-El consejero andaluz de la Presidencia aludía a la necesidad de aplicar el artículo 240 del Estatuto de Autonomía, que facultaría a la Junta a participar en foros como el de Bruselas.
-Creo que este acuerdo que estamos diseñando y las líneas políticas generales que ya hemos alcanzado responden perfectamente a lo que el presidente de la Junta de Andalucía solicitaba en la última campaña a las elecciones autonómicas andaluzas, cuando él pedía un acuerdo que dé seguridad jurídica a la movilidad de bienes y de personas. Por lo tanto, creo que las aspiraciones de la Junta de Andalucía están perfectamente reflejadas. También de los alcaldes, por cierto, que son de distinto color político y todos ellos apoyan la negociación que estamos desarrollando y las líneas que hemos marcado. Hay alcaldes del PSOE, del PP, independientes… Todos ellos van a estar representados este lunes, han estado en otras reuniones y con todos ellos tengo una relación fluida.
-Cuando se pregunta sobre el acuerdo de Gibraltar, tanto usted como otros miembros del Gobierno o del Partido Socialista, hablan siempre del uso conjunto del aeropuerto y de la desaparición de la Verja, pero en cambio no hablan de otros asuntos que también tienen una importancia tremenda sobre el futuro del Campo de Gibraltar. Algunos de ellos, por ejemplo, son competencia directa de la Junta de Andalucía. Un ejemplo es el medioambiente. ¿Hay algún tipo de compromiso por parte de Gibraltar a transponer las directivas medioambientales de la UE a su normativa? Me refiero, por ejemplo, al vertido de las aguas residuales que Gibraltar realiza directamente al mar o al bunkering. ¿Van a estar presentes en el tratado o van a dejarlas para buscar una solución a posteriori?
-Vamos hablando públicamente de aquellos temas que acordamos con las otras partes, que se pueden ir de alguna forma apuntando.
-¿Entonces no hay acuerdo en torno al medioambiente?
-Vamos hablando de esos temas, lo cual no quiere decir que no se hable de otros. Por supuesto que nuestra aspiración es que en las aguas en torno a Gibraltar se aplique una legislación que no sea inferior a los estándares medioambientales de la Unión Europea. Insisto: Nuestra posición respecto a la soberanía y nuestra reclamación de soberanía se mantiene intacta. Como le digo, esta es una negociación que inició el Partido Popular y no me consta que el Partido Popular incluyera ninguna de estas cosas en la negociación, pero yo sí le digo que yo sí estoy hablando de ellas.
-¿Quedarán reflejadas en el tratado?
-Cuando esté el tratado, lo veremos. Nada está acordado hasta que todo esté acordado y no puedo entrar en detalles. Lo que le digo es que el Partido Popular, cuando tuvo la ocasión, no introdujo ese tema. Yo sí hablo de estos asuntos.
-Otro irritante: el blanqueo de capitales. ¿Habrá en el tratado alguna referencia a la necesidad de impedir el lavado de dinero procedente de actividades ilícitas por parte Gibraltar?
-Es imposible ahora mismo que yo le diga cómo va a quedar redactado el tratado porque estamos dentro de una negociación. Lo que sí le digo es que me preocupo y hablo de todo aquello que atañe a la zona de prosperidad compartida y al desarrollo del Campo de Gibraltar.
-El Parlamento Europeo ha rechazado una propuesta de la Comisión Europea para excluir a Gibraltar del listado de territorios que favorecen el blanqueo de capitales. Hubo una alusión en la cual decía que Gibraltar “carece de esfuerzos para abordar la aplicación de las sanciones impuestas a Rusia”. Parece que el Parlamento Europeo tiene una percepción muy distinta a la que puede tener la Comisión respecto a Gibraltar en una cuestión tan delicada como el blanqueo de capitales.
-La Comisión siempre vela por la aplicación de la legislación europea y por los intereses europeos, no me cabe la menor duda. Quiero agradecer al comisario y vicepresidente ejecutivo, Maros Sefcovic, todo el apoyo y el excelente trabajo que está haciendo en esta negociación.
-¿Gibraltar dejará de detener y de perseguir ilegalmente a los pescadores españoles que faenan en las aguas españolas que rodean al Peñón?
-A raíz de este clima de entendimiento y ante esa posibilidad de que se suscriba un tratado sobre Gibraltar, estoy convencido de que se van a superar incidentes del pasado que no queremos ver en el futuro y a mejorar la convivencia en todos los aspectos entre Gibraltar y el Campo de Gibraltar. Estoy seguro de que ese va a ser, sin duda alguna, el gran beneficio intangible que no se puede redactar y que no se podrá expresar, pero que lo vamos a ver muy rápidamente si logramos ese acuerdo. Confío en una mejora de la convivencia en todos los aspectos y en una superación de esos incidentes que no benefician a nadie.
-¿Los posibles litigios que se puedan plantear entre ambas partes serán resueltos por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea?
-Yo creo que lo que va a permitir el acuerdo es reducir completamente los litigios, sin duda alguna. La legislación europea funcionará como en cualquier otro sitio donde se aplique la legislación europea.
-¿Hay acuerdo en torno a las pensiones? Usted sabe que los pensionistas españoles que trabajaron o trabajan en Gibraltar cobran de media 400 euros menos que un llanito con igual tiempo cotizado e igual trabajo.
-El desarrollo del Campo de Gibraltar en todos sus aspectos es un objetivo claro del acuerdo. Como le digo, el Gobierno de España tiene en su horizonte 840 millones de euros de inversión. Yo espero que todos aquellos que somos parte de esta negociación también trabajemos para ello, incluida la Junta de Andalucía, que también puede aportar mucho mayor equilibrio social. Si no me equivoco, el Gobierno de España ha transferido ya más de 3.600 millones de euros de fondos europeos Next Generation a la Junta de Andalucía. Creo que a la Junta de Andalucía le corresponde una parte muy importante de la justicia social en el Campo de Gibraltar.
-¿Se puede crear esa área de prosperidad compartida cuando Gibraltar favorece aún la importación de tabaco que después sale de contrabando hacia España?
-Una libre circulación de mercancías y la integración en la unión aduanera por supuesto presupone mayores controles, la no existencia de contrabando. Nadie quiere el contrabando. Me consta que nadie quiere el contrabando, ni en Gibraltar y ni en el Campo de Gibraltar. La libre circulación de mercancías y el acercamiento a la unión aduanera lo que permite es, precisamente, un mejor control de todo ello.
-Los trabajadores de Aduanas han expresado su inquietud sobre su futuro laboral porque no saben exactamente si van a poder seguir trabajando en caso de que haya acuerdo y dónde va a estar su puesto de trabajo, si en Gibraltar o en España.
-No, insisto, no voy a entrar en detalles concretos, pero quiero lanzar un mensaje de tranquilidad a todos los trabajadores del Campo de Gibraltar. Estamos hablando de que hay 15.000 personas que entran todos los días a trabajar a Gibraltar. El 50%, exactamente, de los trabajadores en Gibraltar son andaluces. A todos ellos, por supuesto, un mensaje de absoluta tranquilidad. El Gobierno de España y yo, como ministro de Asuntos Exteriores de España, si tengo una línea, la primera de ellas, es la salvaguarda de esos puestos de trabajo y de los derechos laborales. Es algo, por cierto, que me trasladan los alcaldes de la zona como la primera prioridad y yo tengo muy clara que esa es la primera prioridad. Lo primero que va a hacer el acuerdo es garantizar para siempre los derechos laborales. Tengo clara cuál es la guía, que son los 300.000 andaluces que están en el Campo de Gibraltar, a los cuales espero ir muy pronto a verles. Y darle a usted otra entrevista, diciendo que ya está el acuerdo.
-Perfecto.
-Y poder ya dar todos los detalles. Hay cosas que podría decir, pero no haría más que poner en peligro aspectos de la negociación que ya se han acordado de una manera positiva para todos.
-¿Vislumbra alguna salida a la guerra de Putin en Ucrania? ¿Es posible aumentar la acción internacional con nuevas sanciones contra el régimen ruso?
-La salida es sencilla. En el momento en que Rusia retire sus tropas de Ucrania se acabará una guerra que dura ya demasiado tiempo. Debemos ser conscientes de que esta guerra injusta e injustificada es una guerra de agresión contra un país soberano, Ucrania, y también contra los valores de democracia y derechos humanos. No podemos permitir que Ucrania pierda la guerra, porque entonces la habremos perdido todos. El próximo mes de junio acudiremos a la Conferencia de Paz en Suiza para apoyar a Ucrania en su deseo de paz. Pero una paz justa. Una guerra injusta no puede terminar con una paz injusta.
España está apoyando ese objetivo a todos los niveles, en el terreno político, diplomático y militar. Y siempre hemos apoyado cada uno de los paquetes de sanciones que la UE ha sacado adelante. Defendemos a Ucrania en Bruselas, en la ONU y, el pasado viernes, también tuve oportunidad de hacerlo ante Estados Unidos donde encontré una total sintonía con Antony, Blinken, secretario de Estado de EEUU, en apoyar a Ucrania y en nuestra determinación conjunta a la hora de proclamar que la soberanía de Ucrania debe ser respetada.
-¿Qué efectos prácticos tendrá el reconocimiento de Palestina como estado por parte de España? Muchos países no lo han hecho aún.
-Una mayoría de países en el mundo, 143 ya, entienden que la única salida para este conflicto es la solución de los dos estados, para que los palestinos tengan su estado, realista y viable, y que los israelíes puedan vivir con seguridad. De hecho, son una abrumadora mayoría de países los que reconocen a Palestina y se pudo ver en la votación del viernes en la Asamblea General de la ONU, por cierto, copatrocinada, es decir, liderada por España. Pensemos que ya son 143 países, de 193, los que han reconocido ya el estado palestino, nueve de ellos de la Unión Europea, a los que se va a sumar España.
Reconocer el Estado palestino es hacer irreversible esa solución política de dos estados, que, además, es una cuestión de justicia con el pueblo palestino. Por nuestra parte, era un compromiso del Gobierno de coalición, además de una promesa que formaba parte del programa con el que el PSOE concurrió a las elecciones del 23 de julio y es mayoritariamente respaldada por la sociedad española.
Esta decisión tiene como objetivo también contribuir a la paz y a detener un conflicto que se ha cobrado la vida de más de 34.000 palestinos, de los que casi 18.000 son niños, y 1.200 israelíes en el brutal ataque terrorista de Hamás, que tiene además a más de 100 rehenes cuya liberación incondicional exigimos. Esta situación es insoportable y hay que darle una solución inmediata para evitar que Palestina sufra más y ambos, palestinos e israelíes, tengan paz y seguridad.
-¿Son posibles sanciones contra Israel?
-Hemos alzado nuestra voz de manera muy clara sobre esta guerra y sobre el sufrimiento insoportable que está causando a la población civil. Por eso, hemos impuesto sanciones a los colonos israelíes violentos. Desde que comenzó el conflicto, España no concede nuevas licencias de venta de armamento a Israel. España ha sido pionera en estas medidas y posiciones y en otras como la ayuda humanitaria a Palestina o la financiación a UNRWA, decisiones que luego otros países de la UE y del mundo han ido adoptando.
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