Un dispositivo formado por el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil y de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional se encontró a primera hora de la mañana de ayer con un regalo sorpresa tras irrumpir en una casa rural de Jimena dela Frontera: allí estaba Samuel Crespo Domínguez, uno de los narcotraficantes más buscados desde febrero pasado por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Junto a él, uno de sus compinches más conocidos, David Amat, alias El Tinte.

Crespo fue noticia cinco meses atrás, cuando quince miembros de su banda, presuntos integrantes del clan de los Castañitas, le sacaron a la fuerza del viejo hospital de La Línea cuando estaba detenido por la Policía. En su contra existían tres órdenes de búsqueda y detención por parte de diferentes juzgados, en tanto que El Tinte, a quien el Ministerio del Interior define como “otro relevante integrante del clan de Los Castañas”, también tenía en vigor una orden de detención e ingreso en prisión de un juzgado de la provincia de Cádiz.Fuentes policiales indicaron a esta redacción que la operación de ayer fue llevada a cabo por la Udyco de Torremolinos con el apoyo de los GAR en el marco de una investigación internacional relacionada con redes del narcotráfico. Ahora habrá que determinar si Samu y El Tinte estaban directamente relacionados también con esta red delictiva o si simplemente estaban acogidos de alguna manera en esa casa, en la que solamente estaban los dos.

Después de la detención el pasado 6 de junio de Antonio Tejón, el menor del clan de los Castañitas, y tras los dos arrestos de ayer, el gran objetivo de la Policía es ahora Francisco Tejón, conocido como Isco. Es el cerebro del clan y, cuando menos, está considerado por la Policía como el mayor traficante de hachís de España. Bajo sus órdenes se mueve prácticamente todo el hachís en esta orilla del Estrecho.La Policía ha estado a punto de detenerle en más de una ocasión. Hace varias semanas, en La Línea, Isco y Samu escaparon literalmente saltando juntos por los tejados y azoteas ante la presencia de los agentes, uno de los cuales llegó a tener agarrado al jefe narco de una pierna mientras este trataba de superar una tapia. Aunque ayer se barajó la posibilidad de que los dos detenidos pasasen a disposición judicial –estaba de guardia el titular del Juzgado nº 2, el mismo que tramita las diligencias por el asalto al hospital– ambos continuaban al filo de la medianoche de ayer detenidos en la Comandancia de la Guardia Civil.

Samuel Crespo conducía el pasado 6 de febrero una motocicleta en La Línea con una mujer en la parte trasera. La Policía Nacional tenía una orden de control de este tipo de vehículos porque en los días previos se habían presentado varias denuncias por tirones. En este control una patrulla observó a la moto conducida por Crespo y le dio el alto. La mujer se bajó y el sospechoso se dio a la fuga. Los policías dejaron en el lugar a la mujer y emprendieron la persecución, hasta que Samuel tuvo un accidente y ahí fue detenido.El fugitivo portaba una documentación falsa con otra identidad y fue trasladado al hospital debido a las heridas que sufrió en el rostro y en una pierna. Fue en el centro sanitario cuando los agentes conocieron que el detenido contaba con una orden de detención y puesta a disposición judicial, más otras dos de detención e ingreso en prisión, todas por delitos relacionados con el narcotráfico.

Los agentes estaban junto al arrestado en la sala de curas, donde le atendían una enfermera y una auxiliar cuando de repente irrumpió un grupo de unas 15 personas para llevarse al detenido. En el forcejeo, los asaltantes lograron rescatar a Samuel, pero los agentes apresaron a uno de ellos, que resultó ser primo suyo.

La huida tuvo lugar en, al menos, dos vehículos. La Policía sospechó que la mujer que iba con Samuel en la moto fue la que dio aviso al grupo de asaltantes de que había sido detenido. Desde ese día, todos los agentes de servicio de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en el Campo de Gibraltar fueron movilizados para hallar al narcotraficante liberado, un objetivo logrado ayer.

Ayer también se conoció la detención de una tercera persona, el séptimo y último asaltante del hospital que ha podido ser identificado: C.V.T. se entregó el pasado martes por la tarde de forma voluntaria en la comisaría que el Cuerpo Nacional de Policía tiene en La Línea.

El rostro de C.V.T. fue captado por las cámaras de seguridad del hospital de La Línea aquel 6 de febrero y pudo ser identificado entre las quince personas que irrumpieron en el centro sanitario a bordo de dos vehículos.

El detenido cuenta con 32 años y está acusado por esos hechos por delitos contra la Administración de Justicia, atentado a la autoridad y desobediencia.