Curiel evoca su primera visión del Castillo para anunciar la Feria

Fue un flechazo en toda regla. La periodista de la Radiotelevisión de Andalucía (RTVA) Begoña Curiel reconoció ayer que un día, hace ya bastantes años, descubrió con una mezcla entre la admiración y la incredulidad la belleza del Castillo de Castellar de la Frontera. Y surgió entonces una entrega hacia el pueblo que hoy perdura y que trata de contagiar a todos los que conoce.

La reportera de Canal Sur fue la encargada anoche, con este hilo argumental, de pregonar el arranque de la Feria y Romería en honor al Santísimo Cristo de La Almoraima. La feria más tempranera de la comarca; la primera de un largo rosario de fiestas patronales que se prolongarán hasta septiembre por todo el Campo de Gibraltar.

En la caseta municipal, bellamente adornada como un patio andaluz, todo quedó dispuesto tras la ubicación en sus puestos de las cortes de honor. El alcalde, Juan Casanova, deseó a sus vecinos unas fiestas felices, donde apartar por unos días los problemas cotidianos e invitó a los chisparreros a ver la vida con optimismo.

Fue entonces el turno de la pregonera, que con un breve discurso colmó de elogios a los vecinos chisparerros. Comenzó confesándose nerviosa por el encargo aunque dijo saber de fiestas por su origen bilbaíno y de castillos porque la ciudad natal de sus padres, Peñafiel (Valladolid), también está coronada por una fortaleza. "El castillo de Castellar me dejó prendada, alucinada. Por supuesto, como todo el que lo descubre, me hice mil millones de fotos de unas calles que son de cuento y desde ese balcón con vistas al pantano de Guadarranque rodeado de un verde de parque natural, que parece la pintura de un cuadro", comenzó, tras apuntar que, como mucha gente, llegó a la comarca de fuera "para poco tiempo" y lleva años entre los campogibraltareños. "Desde entonces y sin pretenderlo, me convertí en una oficina de turismo de Castellar de la Frontera. No hay amigo o familiar que haya venido a verme a Algeciras, al que no le haya hecho una ruta por Castellar, porque es una garantía de éxito, para dejar contento a quien quiera ver algo bonito, bonito...", detalló.

Luego, la periodista elogió a los vecinos por vivir en un pueblo limpio, donde se puede oír la respiración de uno mismo y el sonido de las campanas de la iglesia, donde los vecinos aún disfrutan de la conversación pausada "donde se cuentan qué van a echar al puchero o tratan de arreglar el mundo". Y reivindicó a Castellar y a los municipios del interior de la comarca que para muchos campogibraltareños son aún desconocidos. "Lo que no comprendo a día de hoy, es cómo hay tanta gente de la comarca que desconoce lugares como éste que están tan cerquita", apuntó en la recta final de su discurso.

Tras las palabras de Curiel, llegó el turno de la investidura en sus cargos de los representantes de las fiestas. Primero, el alcalde infantil Juan Palma recibió el bastón de mando que le acredita como la "primera autoridad" durante estos días festivos. Fue, además, una noche especial para este niño porque anoche cumplía años.

La concejal de Fiestas, Paloma Delgado, fue la encargada de colocar la tiara a la reina infantil, la pequeña Inmaculada Aguilar, cuya corte de honor queda completada con Cristina Martín, Nuria Herrera, Julia Caballero y María Sánchez.

Llegados a este punto de la velada, el regidor local volvió al escenario para coronar a Marina Sánchez como reina juvenil 2015. En este efímero reinado le acompañan como damas las jóvenes Julia Díaz, Arantxa Sánchez, Inma Mendoza y Nekane Cabrales.

Y nuevamente la edil Paloma Delgado fue reclamada en el escenario para designar a la romera mayor, cargo que este año recae en la joven Noelia Tapia.

Acabado el acto de coronación y cumplido con el protocolo, las autoridades locales y las recién investidas reinas y damas, así como el alcalde infantil, se encargaron de dar por inaugurada la fiesta con el encendido del alumbrado extraordinario. Las atracciones ya hacía rato que giraban y colmaban de ilusión la explanada del recinto ferial ya que ayer, al ser víspera de festivo, se garantizó una importante afluencia de público junto con el hecho de contar con un precio bonificado de 1,5 euros por viaje.

Ya con los primeros compases de la fiesta en marcha, la caseta municipal acogió la actuación del popular monologista Toni Rodríguez, quien despertó sonoras carcajadas. Qué menos, si se trata de una feria donde lo que debe primar, ante todo, es la felicidad.