Comienza un 'nuevo' mandato
En el plazo de diez días el Ayuntamiento debe convocar un pleno idéntico al posterior a las elecciones del que puede salir otro alcalde socialista o un vuelco
El fallecimiento de José Vázquez no sólo supone un motivo de luto para todo el pueblo de San Roque, que pierde a la persona que más tiempo ha ostentado la Alcaldía en los últimos diez años, sino que traerá importantes consecuencias en los planos institucional y político en el municipio.
Ciertamente, la desaparición del presidente de la Corporación abre un abanico de posibilidades sobre el futuro del gobierno de San Roque. En realidad, comienza un nuevo mandato.
El Reglamento de organización, funcionamiento y régimen jurídico de las entidades locales -aprobado mediante el Real Decreto 2568/1986-, prevé en su artículo 40 apartado cinco: "Vacante la Alcaldía por renuncia de su titular, fallecimiento o sentencia firme, la sesión extraordinaria para la elección de un nuevo alcalde se celebrará, con los requisitos establecidos en la legislación electoral, dentro de los diez días siguientes a la aceptación de la renuncia por el Pleno, al momento del fallecimiento o a la notificación de la sentencia, según los casos".
La legislación electoral establece que se celebre un pleno, que deberá convocarse antes del día 11, idéntico al de constitución de la Corporación tras las elecciones. Esto es, acreditada toda la Corporación, que en este caso será la sustitución del escaño de Vázquez, podrán ser candidatos a alcalde quienes encabezaron la lista electoral, salvo en el caso del PSOE, que será su número dos, Regina Cuenca, salvo que renuncie a la candidatura, como prevé el artículo 198 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General.
El artículo 196 de la misma norma establece que uno de los candidatos debe lograr la mayoría absoluta -11 votos en San Roque- para ser elegido alcalde. En caso contrario, será investido alcalde el cabeza de lista de la candidatura más votada en las elecciones. En San Roque, la lista ganadora, y por un solo sufragio, fue la del PP que encabezó Fernando Palma.
Con estas premisas, entre esta semana y el miércoles de la próxima, tendrá que celebrarse un Pleno para elegir al nuevo alcalde de la ciudad en la que reside la de Gibraltar y las opciones son múltiples y dependen de varios hechos claves.
La primera de ellas es saber si el PSOE contará con los siete votos que le otorgaron las urnas. María Jesús García Illescas, candidata número 8 de la lista que presentó el PSOE en 2007, será la nueva edil socialista. Actualmente forma parte de la nueva Ejecutiva del casco que dirige el portavoz municipal, Juan Carlos Ruiz Boix.
Queda evidente que para determinar si el PSOE mantiene toda su fuerza electoral en el salón de plenos del Palacio de los Gobernadores, la clave fundamental es saber qué postura adopta Rosa Macías, la edil que más cercana estaba al hasta ahora alcalde y expedientada por la dirección del partido.
Macías debe optar entre tres opciones. La primera es decidir si se mantiene o no en la Corporación, pues ella misma admite que no es una mujer que entienda la política más que como una etapa coyuntural. En el caso -el más probable- de que agote el mandato, puede optar por recomponer la relación con su partido y sus compañeros de grupo -contactos ya ha habido y será definitivo si el expediente abierto acaba o no en expulsión- o por una tercera, mantenerse en un gobierno en el que el resto de los ediles del PSOE ya no estuviese.
Esta tercera opción supondría un vuelco al pacto de gobierno firmado entre dos partidos en 2007: PSOE y USR. Este partido independiente es el único que lleva en el gobierno en los últimos tres mandatos como socio tanto de PP como de PSOE. Los socialistas siguen necesitando a USR para mantener el gobierno, pues de no contar con sus votos les sería muy complejo sumar 11, la única opción legal de que el PSOE siga teniendo a uno de sus militantes en la Alcaldía. Especialmente por las relaciones actuales entre Ruiz Boix y Palma, que están prácticamente rotas.
Está por ver si USR quiere ahora mantener el pacto con el PSOE o no. Sus dirigentes han procurado en las últimas semanas dos líneas de acercamiento que lo pondrían en duda: a Rosa Macías, que colecciona cantos de sirena desde primeros de febrero, y a Fernando Palma, con quien las relaciones son fluidas y estrechas, dejando atrás las diferencias que llevaron a romper el pacto de gobierno salido de la moción de censura de 2000 sólo unas semanas antes de las elecciones de 2003. USR tiene muchas posibilidades de seguir gobernando, con unos o con otros, pero casi nulas de lograr la Alcaldía, pues también necesita que otros partidos voten a su candidato.
En el PP están ante una segunda oportunidad de gobernar en este mandato. Una posibilidad cierta. Es el único partido que tiene asegurada la Alcaldía si cada partido vota a sus respectivos candidatos. De hecho podría empezar a gobernar en minoría y articular más tarde pactos con otros partidos, especialmente con USR, si todos los ediles populares están en sintonía con Palma y sus acercamientos al partido bisagra, algo que también el tiempo debe determinar.
En cualquier caso, el nuevo gobierno de San Roque, sea del color que sea, se enfrenta a situaciones graves: una paupérrima economía y una gravosa resolución de asuntos judiciales como el 022-TG o la permuta con Aldía.
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