Algeciras en la pintura inglesa de finales del siglo XIX a principios del siglo XX (y II)

Instituto de Estudios Campogibraltareños

Sir Alfred East ha sido, sin duda, el pintor de Algeciras por excelencia. Viajero incansable, visitó nuestra ciudad en no menos de seis ocasiones

Otros artistas también plasmaron la ciudad y su entorno en sus lienzos

Algeciras en la pintura inglesa de finales del siglo XIX a principios del siglo XX (I)

Spanish Carnival. Algeciras.
Spanish Carnival. Algeciras. / Alfred East
Antonio Benítez Gallardo
- CONSEJERO DE NÚMERO DE LA SECCIÓN I DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS CAMPOGIBRALTAREÑOS

16 de mayo 2022 - 05:00

Los pintores

A principios de los años noventa del siglo XIX, empezaron a pintar en Algeciras los primeros de una larga lista de artistas británicos, que visitaron la ciudad de camino al -o de regreso del- norte de África. Uno de ellos, George D. Armour, cuenta en sus memorias (1937) que, durante una de sus estancias en Tánger, organizó con un grupo de amigos “una expedición inolvidable a la feria anual de Algeciras con el objetivo de ver una corrida de toros”, y añade que, de lo visto en la plaza, “Crawhall pintó un dibujo magnífico de un picador y el toro y yo mismo hice una acuarela del tiro de mulas arrastrando al toro muerto que […] el entonces presidente de la Royal Scottish Academy me hizo el honor de comprar”.

Joseph Crawhall III (Morpeth, Inglaterra, 1861 – Londres, 1913)

Con los apuntes tomados aquella tarde de junio y los recuerdos conservados convenientemente en su memoria, Joseph Crawhall, en 1891, firmó la primera de las acuarelas de una serie que ofreció al mundo del arte británico las diferentes suertes de una fiesta en la que, para el pintor, el toro era el protagonista, y, su antagonista, el caballo. Bajo su firma escribió el nombre de Algeciras que apareció mencionado por primera vez en el número 5 de la revista Studio cuyo corresponsal en Edimburgo informaba a sus lectores de que, entre las obras presentes en la decimosexta exposición anual de la Royal Scottish Watercolour Society, destacaban las acuarelas presentadas por Crawhall afirmando que “La Corrida. Algeciras, es su mejor obra. El dibujo es excelente, tiene una amplia, aunque sobria, paleta de colores” […] y es fruto del “trabajo de un pintor que comprende a fondo lo que pinta”.

Sir Frank Brangwyn (Brujas, Bélgica, 1867 – Ditchling, Inglaterra, 1956)

En su libro sobre la vida y aventuras de Frank Brangwyn, el autor pone en boca del pintor su amor por España: “Amo a España y siempre lo haré. Fui allí en varias ocasiones y sería feliz en volver a ver los lugares en los que estuve”. Enamorado del mar, con apenas veintiún años “viajó en 1888 a bordo de un carguero a Constantinopla y el Mar Negro”; en 1890 realizó otro largo viaje por mar “visitando […] la costa de España […]” y “volvió a visitar España en 1891”. En alguno de ellos -si no en ambos- Brangwyn recorrió la comarca del Campo de Gibraltar y tomó apuntes en algunos de los lugares que visitó porque, en la exposición anual de la Royal Society of British Artist celebrada en 1892 presentó, junto a otras de asunto español, la acuarela titulada Tarifa (Spain).

Posteriormente estuvo en Algeciras al menos en dos ocasiones: una en 1894, acompañado de Dudley Hardy; la otra, antes de su boda en 1896, en compañía de Alfred East. Al año siguiente de la primera, presentó en la exposición anual de la Royal Academy In the Square, una acuarela pintada en la plaza del mercado de Algeciras y en el mismo año firmó A Spanish port (Algeciras), también conocida como A port in Spain, en la que, al fondo, se alza el Puente Viejo tras el cual se elevan las velas de un barco (imaginado) y, en primer plano, ofrece una vista de los muelles de la orilla norte del río de la Miel, donde pasan el tiempo los vecinos, la mayoría observando el ajetreo de los barcos y tres de ellos sentados a una mesa, conversando y bebiendo, ante la atenta mirada de un espectador interesado.

A Spanish port.
A Spanish port. / Frank Brangwyn

Aunque no hay referencia escrita ni otros indicios que permitan confirmarlo, es posible que fuese durante la segunda de sus visitas a Algeciras cuando Brangwyn se inspirase en uno de los elementos del paisaje algecireño preferido por su compañero de viaje para pintar Aqueduct at Algeciras. Fruto de la misma visita fue, sin duda alguna, el dibujo realizado por Brangwyn en la fonda de la Cuatro Naciones, en la que East y Brangwyn se hospedaron durante su estancia en la ciudad, algunos de los cuales ilustraron su biografía.

La última obra de Brangwyn sobre Algeciras (realizada en el periodo histórico considerado en este trabajo), Orange Market. Algeciras, fue expuesta en la Galería IV -dedicada a acuarelistas británicos- de la Sección de Bellas Artes de la Exposición Internacional de Irlanda celebrada en Dublín en 1907, cedida por su propietario el señor T. L. Devitt que la había adquirido en 1905.

William Lee-Hankey (Chester, Inglaterra, 1869 – Londres, 1952)

La única información encontrada en la prensa especializada sobre la estancia de Lee-Hankey en nuestro país fue publicada en la revista Studio que, en junio de 1914, anunciaba que “uno de los artistas contemporáneos más interesante y versátil, Mr. W. Lee-Hankey, […] expondrá próximamente en la Galería Baillie una serie [de pinturas al óleo] de gran éxito, con escenas al aire libre, llenas de alegría y de sol, en las calles de España, Francia y Bélgica”, ilustrando la noticia con la reproducción del cuadro titulado Entrance to Gipsy Quarter, Granada.

De las centenares de obras de Lee-Hankey disponibles en la web, apenas quince están relacionadas con nuestro país, la mayor parte de las cuales corresponden a paisajes urbanos del sur de la Península: cinco de Granada, tres de Algeciras, una de Gibraltar y una más en una ciudad no identificada. No he encontrado noticia fidedigna alguna de cuando se produjo la visita de Lee-Hankey a Algeciras, pero es cierto que sí visitó Granada en el invierno de 1904, tal vez procedente de -o con destino a- nuestra ciudad y Gibraltar, lugares ambos en los que encontró inspiración para algunos de sus cuadros: en la colonia, The watergate at Gibraltar; en Algeciras, Algeciras, the market y The Cathedral, Algeciras.

The Cathedral.
The Cathedral. / William Lee Hankey

Albert M. Foweraker (Exeter, Inglaterra, 1873 – Swanage, Inglaterra, 1942)

Visitó España con frecuencia, especialmente el sur, durante la primera y la segunda décadas del siglo XX. A partir de 1905, pasó varios inviernos en Andalucía, donde organizó clases de pintura -con sesiones regulares en Málaga, Córdoba y Granada- y tomó apuntes de paisajes urbanos en ciudades y pueblos de toda la región.

De sus visitas a nuestra ciudad no hay más referencia que la que dan los temas de sus cuadros: diecinueve acuarelas de sus calles y plazas, de su río y de su frente marítimo; al atardecer o a la puesta de sol algunas, la mayoría de ellas a la luz de la luna; reconocibles todas, con alguna excepción; todas firmadas, y todas sin fecha.

Pintadas tras cualquiera de sus visitas, el campanario y parte de la torre de la iglesia de la Palma en primer plano y al fondo el Peñón, vistos desde lo alto de la calle Jerez en una ocasión, y desde lo alto de la calle Montereros, en otra; la espadaña de la capilla de Europa y la torre de la Palma, vistas desde el extremo este de la calle del Murillo; la calle Aníbal en dos ocasiones, una asomada a la margen derecha del río de la Miel, otra vista desde la margen izquierda del río; la Plaza Alta, vista desde su esquina suroeste; dos escenas más en los márgenes de la población; y una vista parcial de la ciudad desde los altos de la calle Carteya.

Sin fecha conocida, pero en los primeros años de la década de 1910, Foweraker visitó de nuevo Algeciras y tomó apuntes de la ciudad vista desde el mar. Fruto de la visita fueron siete acuarelas que nos ofrecen sucesivamente una vista panorámica de la costa algecireña al anochecer, primero, y a continuación el detalle del desarrollo urbano del frente marítimo: una vista general del caserío a la luz de la luna y varias vistas parciales de los muelles y las edificaciones de la costa.

A principios de la década de los años veinte del pasado siglo, Foweraker pintó Gibraltar desde Algeciras, con la Isla Verde en primer plano, dando fe de los inicios de las obras del rompeolas del puerto de la ciudad que, cien años después, acabaría haciéndola desaparecer bajo el cemento.

Sir Alfred East (Kettering, Inglaterra, 1844 – Londres, 1913)

Considerado en su época como “uno de los más destacados entre los paisajistas ingleses modernos”, Sir Alfred East ha sido, sin duda, el pintor de Algeciras por excelencia. Viajero incansable, visitó nuestra ciudad en no menos de seis ocasiones entre 1896 y 1909 la primera de ellas, en 1896, con Frank Brangwyn; a la vuelta de Egipto en 1900; en los primeros meses de 1901, “encontrando un número infinito de temas para su admirable pincel”; en marzo de 1907; y en los primeros meses de 1909.

Fruto de su estancia entre nosotros son las no menos de veintiséis obras de arte -óleos, acuarelas y grabados- de paisajes urbanos y del entorno natural de la ciudad: en cuatro ocasiones, la Plaza Alta, en diferentes momentos del año, siempre con la iglesia de la Palma -la catedral de Algeciras para el pintor- al fondo; en otras tres, diferentes escenas en el entorno de la Plaza de Toros; en una docena más, paisajes diversos en los alrededores de la población, entre ellas una vista general del Estrecho desde los altos de la Granja -con Algeciras y la Isla Verde en el centro del cuadro, el Peñón a la izquierda y el Monte Hacho y las estribaciones del Rif a la derecha-, vistas parciales de la ciudad desde el camino de Tarifa o de las playas de la costa oeste de la Bahía desde el borde norte de la población; pero, sobre todos, siete hermosos paisajes del curso del río de la Miel, entre los altos del Cobre y la entrada en la población, con los arcos del acueducto como contrapunto.

Hasta en cinco ocasiones, entre 1902 y 1910, presentó Alfred East paisajes de Algeciras en la exposición anual de la Real Academia de las Artes, en Londres: En 1902, Gibraltar desde Algeciras, un óleo sobre lienzo de 102x153 centímetros, con el curso medio del río de la Miel en primer plano y, al fondo, precedidas por los arcos del acueducto, Algeciras primero y detrás Gibraltar.

En 1906, Algeciras, una acuarela de 30x38 centímetros, con el río de la Miel, el acueducto y los cerros cercanos a media distancia, al fondo las sierras, y en primer plano el lugar de acampada de un grupo de gitanos que descansan o bailan a un lado del camino que bordea la margen derecha del río.

En 1907, la Iglesia Catedral, Algeciras, acuarela de 80x90 centímetros, con la iglesia de la Palma al fondo, vista desde la esquina noreste de la Plaza Alta.

En 1908, Fuera de la plaza de toros, Algeciras, óleo sobre lienzo de 121x141 centímetros, escena en la que el recinto de la plaza es sólo el contrapunto del paisaje.

En 1910, Carnaval en Algeciras, acuarela de 13,4x19,2 centímetros, una explosión de color en la celebración de la fiesta en la Plaza Alta, frente a la entrada de la iglesia de la Palma.

Con su obra, Alfred East no solo mostró nuestra ciudad en los escenarios más emblemáticos del arte británico, sino que conservó para nosotros, vivo y luminoso, su pasado.

Epílogo

Algeciras dejó de estar presente en la pintura inglesa, mediada la segunda década del siglo XX, por razones ajenas a la propia ciudad. El auge de las nuevas tendencias surgidas en el mundo del arte a principios del siglo, por una parte, y, por otra, los conflictos bélicos -la Gran Guerra, en Europa, entre 1914 y 1918, y la guerra del Rif, en Marruecos, entre 1921 y 1927- pusieron punto y final, las primeras, a la pintura directa en el exterior propia de la última época victoriana, y los segundos, a la facilidad y la seguridad de los artistas viajeros en busca de la luz, el color, los paisajes y los ambientes para sus cuadros en el norte de África, y que encontraron en abundancia en nuestra ciudad.

Artículo publicado en el número 56 de Almoraima, Revista de Estudios Campogibraltareños (abril de 2022).

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