30 años del IECG

La gripe de 1918 en San Roque

  • La gripe de 1918, provocada por el virus H1N1, es el nombre de la pandemia considerada como la más importante del siglo XX

  • En San Roque tuvo una fuerte incidencia, resultando infectada alrededor del 10% de la población y provocando la muerte de más de un centenar de personas en pocas semanas

Imagen de época del Ayuntamiento de San Roque.

Imagen de época del Ayuntamiento de San Roque.

La Gripe de 1918, conocida también como Gripe Española o Gran Pandemia se expandió rápidamente por todo el planeta generando una cantidad inusitada de afectados, (se calcula que 600 millones de personas), y al mismo tiempo un gran número de víctimas: entre 25 y 50 millones, por causas directas e indirectas, para Macfarlane Burnet y Vulinte. Es decir, generó más víctimas en el mundo que la más grande conflagración mundial hasta el momento conocida, con mortalidad mayor que la Peste Negra y el SIDA.

Aunque no se sabe con certeza su origen, uno de los primeros casos conocidos ocurrió a principios de marzo de 1918 en la base militar de Fort Riley, Kansas (EEUU), entre soldados norteamericanos que esperaban su traslado a Europa para las últimas ofensivas de la I Guerra Mundial.

La confluencia de tropas norteamericanas con tropas europeas y africanas en el norte de Francia proporcionó el medio para el resurgimiento de una epidemia de proporciones desconocidas, que se ocultó para mantener la moral de los ejércitos, por lo que recibió el nombre de gripe española porque no fue censurada en los periódicos españoles y se difundió como tal.

Los estudios posteriores sobre cadáveres bien conservados han permitido deducir que el virus era de origen aviar y sometido a una variación en sus antígenos de superficie hasta originar el denominado H1N1. El virus atraviesa una mutación tan drástica que el cuerpo humano no lo reconoce, y esto fue lo que sucedió en 1918.

La gripe en España

Precisamente España fue uno de los países más afectados con cerca de ocho millones de personas infectadas, falleciendo, según estimaciones oficiales, 147.114 personas, cifra muy lejana al estudio realizado por Beatriz Echeverri, que eleva esta cifra sustancialmente.

La gripe se desarrolló en tres etapas. La primera llegó a España en primavera y, a pesar de su rápida expansión en las ciudades, particularmente en Madrid, mostró un engañoso carácter benigno. La segunda oleada alcanzó sobre todo al mundo rural a partir de septiembre, produciendo una auténtica devastación en unos pueblos sin apenas preparación ni medios con los que enfrentarse a tan virulenta epidemia. La tercera oleada no hizo sino aumentar la mortalidad, aunque de manera más lenta, desde comienzos de 1919. Con respecto a la segunda oleada de gripe, la más virulenta, como se ha indicado, surgieron brotes graves en la zona levantina a finales de agosto, al tiempo que aparecieron en la vecina Francia.

La primera noticia en los diarios madrileños se refería a Lorca (Murcia), que ya el 6 de septiembre se hallaba invadida. Una semana después se comunicaba que la situación en la provincia de Castellón era similar, con un número muy crecido de afectados.

La gripe en San Roque

De los tres episodios de la pandemia que hemos citado, el que tuvo más incidencia social y demográfica en San Roque, como en el resto del mundo, sin lugar a dudas fue el del otoño de 1918; una crisis que la podemos enmarcar entre los últimos días del verano y los primeros días de diciembre. De los otros dos episodios –el de primavera de 1918 y el de primavera de 1919– no hay noticias ni se ha encontrado documentación.

Por otro lado, para calcular el número de fallecidos de gripe se han tenido en cuenta los términos registrados como gripe, bronquitis gripal, bronconeumonía gripal, laringobronquitis gripal o neumonía gripal, desechándose otras muertes relacionadas con las vías respiratorias como bronquitis, neumonía, bronconeumonía o tuberculosis. No obstante, no descartamos que algunas causas de muertes producidas durante este periodo tengan influencias también de la epidemia, debido a que tuvo una alta morbilidad entre la población sanroqueña, pues bien se sabe que el cuerpo queda debilitado: en un recuento de afectados realizado por la Junta de Sanidad Local, entre los últimos días de septiembre, el mes de octubre y mediados de noviembre, en San Roque y sus barriadas aledañas, fueron atendidas por gripe más de mil personas; es decir, alrededor del 10% de la población. Cifra que consideramos algo baja al no haber datos sobre los casos de invasión por gripe en la zona de Guadiaro y San Enrique.

La parroquia de Santa María La Coronada. La parroquia de Santa María La Coronada.

La parroquia de Santa María La Coronada.

Igualmente, los datos que aquí se presentan se refieren a la población civil y no a la militar, pues en esas fechas estaba acuartelado en San Roque el Regimiento Extremadura núm.15. Lo que sí sabemos es que las instalaciones del Regimiento quedaron claramente desbordadas al tener que ser trasladados militares enfermos al hospital civil, conocido popularmente como Hospital de la Caridad, que estaba administrado por las Hermanas franciscanas de la Congregación del Buen Consejo.

La aparición de esta “epidemia otoñal” en la provincia de Cádiz fue atribuida por el médico santanderino e inspector Provincial de Sanidad, Leonardo Rodríguez Lavín, en su libro La lucha contra la gripe en la provincia de Cádiz, al licenciamiento de soldados del cupo militar de Algeciras, que dispersó “la simiente gripal” por varias poblaciones de la serranía y luego por otros puntos de la provincia. En la propia ciudad de Cádiz se produjeron casos muy graves y complicados de gripe bien entrado el mes de diciembre, sumándose 105 defunciones por esta enfermedad, mientras que en los meses precedentes de octubre y noviembre se contabilizaron 13 y 20 defunciones, respectivamente. Por lo tanto, dentro de la provincia de Cádiz la gripe tuvo una aparición temprana en el Campo de Gibraltar y tardía en la capital provincial.

No tenemos datos de la población sanroqueña de 1918 pero sí de fechas próximas, por lo que deducimos que San Roque tenía alrededor de once mil habitantes.

El aumento de la población entre 1900 y 1910 fue de 8.569 a 10.165 habitantes; es decir mil quinientas noventa y seis personas. Y entre 1910 y 1920, apenas setecientas treinta y ocho. Sin lugar a dudas, la epidemia de 1918 influyó decisivamente de forma directa o indirecta en el crecimiento de la población. Basta señalar que la incidencia demográfica no fue debida solamente a los fallecimientos causados por la gripe, sino que también algunos vecinos se marcharon del municipio, como así ocurrió en Uña (Cuenca), en la que la mayoría de sus habitantes huyó hacia la capital.

Los primeros casos de gripe aparecieron en San Roque cuando se estaba acabando el verano de 1918, por eso la situación empezó a preocupar a las autoridades y el propio gobernador Militar de Algeciras instaba a la Junta Sanidad Local para “que tomen acuerdo sobre epidemia gripe”. La reacción fue inmediata y el día 21 a las 16 horas se reunió la Junta Local de Sanidad para empezar a tomar las primeras medidas, que fueron sobre todo de tipo higiénico. Las autoridades comenzaban a advertir los primeros síntomas de lo que sería una pesadilla.

Primeras referencias

La referencia a la gripe no aparece en las actas capitulares sanroqueñas hasta el 27 de septiembre. Ese día la Corporación municipal, que estaba presidida por Juan Linares Negrotto, siendo secretario Emilio Cano Linares, leyó una instancia de un grupo de dieciséis vecinos encabezados por Luis Aldana –personaje muy influyente en la ciudad–, señalando la inquietud que reinaba entre el vecindario: “en la que solicitan de la Ilustre Corporación y Sr. Alcalde la adopción de medidas higiénicas y sanitarias en esta ciudad, en esta época más obligada que en ninguna otra en atención a la epidemia de gripe que la tiene invadida”, el Cuerpo Capitular por unanimidad acordó responder “que la Junta Local de Sanidad y la Alcaldía habían tomado las medidas sanitarias e higiénicas conducentes a evitar en cuanto fuera posible la difusión de la epidemia, pero que ello no obstante se estimulará el celo de todos los funcionarios públicos para que corrigiesen cuanto tuviesen conocimiento de la alguna contravención de los acuerdos adoptados sin contemplaciones de ninguna clase”.

El Palacio de los Gobernadores. El Palacio de los Gobernadores.

El Palacio de los Gobernadores.

En efecto, las demandas de los vecinos estaban bien argumentadas, la ciudad estaba invadida puesto que ya el día 25 de septiembre los médicos de la localidad, Augusto Alcaide Díez, José Ortega y Juan Mena Rendón, habían comenzado a hacer el recuento de afectados, anotando un total de 175 casos de invasión de gripe.

Ante la alarma social que produjo la pandemia, una de las primeras actuaciones que se acordó fue el cierre de las escuelas. También se hizo especial mención a que animales como los cerdos no estuvieran en las casas.

La situación empeoraba por horas y el día 28 de septiembre se dieron los primeros casos de fallecimiento a causa de la gripe. Concretamente fueron cuatro en el corazón de la ciudad: el primero anotado en el libro de difuntos de adultos es Carlos Madariaga Fredi, de 45 años, que vivía en la céntrica calle Rubén de Celis; también se anotaron dos fallecimientos en la calle General Lacy y otro, en la calle Conde de las Lomas, conocida como calle del Picón.

Dos días más tarde, el 30 de septiembre, se habían contabilizado 390 casos de invasión; la gripe se propagaba con gran rapidez. Ese mismo día moría de gripe la niña Ángeles Pozo Guzmán, de dos años de edad, residente también en la ciudad. Vemos pues que la gripe afectó en primera instancia a la ciudad, donde residía cerca del cincuenta por ciento de la población.

Ante la lógica inquietud social, el primer día de octubre se ordenó que los cadáveres fuesen conducidos directamente al cementerio desde la casa mortuoria sin llegar a la iglesia, orden que fue corroborada al día siguiente mediante un telegrama del Ministro de la Gobernación.

La desazón se había instalado en San Roque y tanto el inspector regional de Sanidad como el gobernador Militar enviaban telegramas e instancias preguntando si se disponía de suficiente material y medios “para combatir epidemia de gripe reinante”.

En los días siguientes la Junta Local de Sanidad siguió recibiendo instrucciones para que se enviasen datos sobre la epidemia, sobre medidas “que sería conveniente adoptar en evitación proliferación gripe” o sobre creación en las estaciones férreas de puestos sanitarios para desinfección de viajeros enfermos.

La gripe de 1918 en San Roque (Cádiz). Publicado en Almoraima. Revista de Estudios Campogibraltareños, número 45 (Octubre 2016).

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