De la fuerza al desgaste sin oposición

Las municipales de 1995 fueron sus primeras elecciones como votantes y casi veinte años después valoran el soterramiento como logro principal de Teófila, pero la afean el paro

Eulalio Huertos, que se estrenó como votante en mayo de 1995.
Eulalio Huertos, que se estrenó como votante en mayo de 1995.
J.m. Sánchez Reyes Cádiz

26 de mayo 2013 - 01:00

Echan la vista atrás y se ven con menos de 20 años ejerciendo por primera vez su derecho al voto en las elecciones municipales de mayo de 1995. Recuerdan la "fuerza" con la que llegó Teófila Martínez a la campaña electoral y 18 años después reconocen el desgaste en un cargo que, en todos los ámbitos políticos, entienden que no debería rebasar los ocho años. Le reconocen el soterramiento y le afean el índice de paro, problema crónico de la ciudad. Las cuatro personas consultadas convergen en que nadie le ha hecho sombra ni en su partido ni en la oposición. Esa es una de las claves para mantenerse 18 años en el sillón de Fermín Salvochea.

"Nunca he sido votante del Partido Popular, pero reconozco que Teófila Martínez ha hecho cosas buenas por la ciudad. El soterramiento, sobre todo. Aprovechó proyectos anteriores, es cierto, pero los acabó", comenta Silvia. Pero "hubiera invertido en empleo el dinero de obras faraónicas como el puente". Lo peor ha sido "su actitud despótica". Silvia estima que "seas del partido que seas, no es bueno estar más de ocho años en el poder, te vicias, te acomodas. Hay que dar oportunidades a la savia nueva. La mayoría aplastante tampoco es sana aunque sea elegida democráticamente. Lo de nuestro ayuntamiento es una especie de dictadura democrática". Esta gaditana afirma que "sólo Rafael Román le hizo algo de oposición, pero el PSOE no ha tenido un candidato que le haga frente desde 1995. Me da rabia reconocerlo, pero Teófila dejará de ganar el día que no se presente. La votan a ella más que a su partido".

Eulalio Huertos casi estrenaba mayoría de edad en mayo del 95. "No recuerdo muy bien, pero creo que voté a Teófila. Por entonces ya era bastante mediática y se le veía con mucha fuerza. Decían que se le iba a quedar pequeño esto, que aspiraba a ministra porque estaba muy bien vista en el partido. Si ahora surgiera otro candidato o candidata con esa fuerza, lo mismo los gaditanos lo votarían y dirían que el mandato de Teófila está agotado". Huertos señala que los primeros años de de Martínez "fueron más fructíferos y ha ido bajando el ritmo. Empezó con mucha fuerza, pero 18 años desgastan mucho. En democracia no se debería permitir tanto tiempo gobernando". Y añade que "no ha habido una alternativa seria ni en su partido ni en la oposición". En materia urbanística, Eulalio Huertos dice que "el soterramiento es su obra estrella, más que el puente, por el que es cierto que ha luchado mucho. Se quedó corto, el soterramiento debió llegar hasta la entrada de la ciudad". Y a pesar de que el paro es la principal lacra de la ciudad, entiende que la alcaldesa "en empleo no tiene competencias ni capacidad. No veo nada que sea una gran mancha en su gestión. Quizás el pago a proveedores, que eso sí que afecta a al empleo porque hay despidos en las empresas".

Para Estefanía, la llegada al poder de Teófila Martínez supuso "un cambio importante después de tantos años con Carlos Díaz. Impactó que una mujer fuera la candidata, era novedoso. Recuerdo vagamente que los mayores comentaban que Carlos Díaz estaba quemado y se necesitaba un cambio". Al valorar la gestión de la primera edil destaca que "en Cádiz se ha notado un cambio importante, se ha notado su trabajo. La ciudad se conoce ahora fuera más que antes". El soterramiento "fue un gran acierto que acabó con la división de Cádiz y de los barrios marginados al otro lado de la vía del tren", pero a Martínez "le ha faltado fomentar la industria y las pequeñas empresas. Y reordenar el exterior de la Zona Franca". Vivió de cerca el problema del alto precio de la vivienda tras casarse, ya que tuvo que establecerse en Jerez. Ahora ya vive en Cádiz, pero cree que el Ayuntamiento "podría haber hecho más por evitar el éxodo de jóvenes. Es una pena pasear por Cádiz y ver tantas viviendas abandonadas o cerradas".

Sebastián Martín era un adolescente de 18 años recién estrenados aquel 28 de mayo de 1995 cuando se produjo el relevo de un alcalde agotado por una alcaldesa que llegaba con la fuerza de la novedad. Votó "en el instituto de Telegrafía sin Hilos". No recuerda mucho de entonces. Ahora, con el tiempo, Sebastián entiende que la gestión de Martínez está marcada "por lo faraónico, el maquillaje urbanístico para tapar lo verdaderamente importante: el paro". Sebastián está parado y se plantea trasladarse fuera para trabajar. "Una ciudad con tanto paro no puede permitirse un gasto en obras faraónicas o tonterías como los monolitos del Bicentenario". Es el más crítico de los cuatro que protagonizan este reportaje. "Se presenta una ciudad ideal de playas y bares. Todo es fachada, pero por dentro se desangra", asegura con mucha contundencia. Habla de un estadio "enorme para un equipo de Segunda B" y un segundo puente "innecesario si se potenciara el transporte público". Como ingeniero ténico naval le duele ver "un puente enorme al lado de unos astilleros vacíos". Su profesión le permite afirmar con conocimiento de causa que Teófila Martínez "no ha defendido lo suficiente la industria naval en Cádiz, que siempre fue el referente en nuestro empleo".

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