...el bronceado

Están dando 'caló' con...

Trump es el ejemplo de lo malo de pasarse con el naranja.

Están dando 'caló' con......el bronceado
Están dando 'caló' con......el bronceado / Ross De <I>Friends </I>Tuvo Su Propio Episodio De Tanorexia
Alaia Rotaeche

Cádiz, 03 de agosto 2017 - 02:03

De un par de décadas hasta ahora, la concienciación ha crecido respecto a la necesidad de protegernos la piel. Incluso la de otros, porque a principios de año se hizo popular la iniciativa Ayuda a un danés, una campaña de la Sociedad Danesa del Cáncer dirigida a los habitantes de destinos turísticos (entre los que se encontraba España, por supuesto) para que ayudásemos a los veraneantes daneses a protegerse de las quemaduras.

A lo que íbamos: ya todos sabemos lo importante que es protegerse del sol. Nos sabemos ya la cantinela de la crema, el sombrero y evitar las peores horas casi de memoria. Pero, a juzgar por lo que vemos en playas, piscinas y terrazas, el naranja sigue estando de moda.

Y es que la obsesión por estar moreno sigue estando presente, desde los chicos del interior que vienen a tostarse a nuestras playas hasta la señora mayor que, ajena al bombardeo de campañas, se unta aceite en las pantorrillas, e incluso Donald Trump (que hace suyo el título de la serie Orange is the New Black); porque, junto a la crema protectora y la sombrilla, también está el ancho mundo de los bronceadores. Mire donde mire, sólo veo gente muy morena, y no de una forma bonita (que la hay) sino de una forma que roza la tanorexia, aunque no hayan tomado el sol en todo el verano. Esos bronceados naranjas, marrones rojizo, reluciendo en las terrazas... acentuados por ropa blanca y colores chillones. No me digan que no roza lo obsesivo: hay que preocuparse por que no nos queden las marcas del bañador, que la parte delantera y trasera de nuestros cuerpos queden igualmente bronceadas, mediante un vuelta y vuelta y un cambiar la toalla de posición según se va moviendo el sol en el cielo. Resulta hasta cómico.

A septiembre hay que llegar moreno; sino no se ha tenido un verano decente, eso todos lo saben. Quizás es que me da un poco de rabia porque este verano no he podido disfrutar mucho del sol; algo de eso hay, lo reconozco. Pero aun así, cada vez que me siento en una terraza y miro a mi alrededor, no puedo evitar quitarme de la cabeza ese capítulo de Friends en el que Ross decide darse rayos UVA y, en su torpeza habitual, termina negro de pies a cabeza, pero sólo por la parte delantera del cuerpo.

stats