Más bella y más decadente

Más de medio centenar de gaditanos se han prestado a contar sus impresiones sobre la ciudad Los entrevistados opinan sobre lo mejor y lo peor de los últimos 18 años

El segundo puente sin terminar de fondo en esta estampa en la nueva avenida de la Bahía.
El segundo puente sin terminar de fondo en esta estampa en la nueva avenida de la Bahía.
Tamara García Cádiz

26 de mayo 2013 - 01:00

Como el salón de baile de un castillo abandonado. Bajo el polvo, las telarañas, los amplio cortinajes que clausuran las ventanas sigue bombeando el latido de la música, de las risas, de la vida. Así es Cádiz, así ha sido siempre. Bella y decadente. La eterna promesa. El eterno espejismo de la buena vida. Con todas las condiciones para convertirse en el mismo paraíso en la tierra pero anclada en la pobreza y el olvido. El salón de baile de un castillo abandonado. Una ciudad enigma de la que no se sabe con certeza si está a medio construir o a medio destruir. Bella y decadente. Bendición y maldición de su condición de isla enclavada en el espacio y el tiempo. Pero, ¿ha cambiado Cádiz? ¿Ha avanzado en estos últimos 18 años de Gobierno popular?, ¿se vive mejor?, ¿cómo está la viejita trimilenaria? Según más de medio centenar de ciudadanos entrevistados por este periódico, la Cádiz de 2013 está más bella y más decadente que hace 18 años. El salón de baile de un castillo abandonado ya sin polvo, sin telarañas, con las cortinas bien remangadas dejando ver los amplios ventanales al mar. Pero lleno de fantasmas, sin oportunidades, cansada y sin una ilusión de futuro. Hermosa y reluciente pero sin pareja que la saque a bailar.

La metáfora se destila de las palabras de Ana y José Luis, sentados con su madre en la plaza Fragela, de Loli y Tano, que venden números de la ONCE en el arco de San Rafael, de Pedro y Juan que pasan la mañana en el Mentidero, de Carlos que pasea a su perro por la avenida Juan Carlos I, de Jose y Alberto que hoy pasan la tarde en el Club Caleta, de Ignacio que juega con su bebé en el parque de Varela... Qué bonita está Cádiz, pero cada vez es más complicado vivir en ella.

El paro es la gran lacra que carcome los cimientos del rincón del Sur del Sur pero muchos de estos ciudadanos se quejan que desde el Ayuntamiento "tampoco se han puesto en marcha políticas de empleo ni de desarrollo turístico", como cuenta Pedro, que vive con su mujer y su hija en la zona de Cortadura. "No creo que se pueda vivir bien en cualquier ciudad del mundo donde hay una tasa de paro tan escandalosa, una ciudad con un ayuntamiento sin políticas de empleo, una ciudad vacacional sin políticas sobre desarrollo turístico, una ciudad rodeada de agua que no mira a la bahía como fuente de inversión, una ciudad que invierte más en parques que en mejoras sociales, una ciudad donde se mira más la idoneidad para los votantes fijos, que para los futuros votantes", se queja el gaditano. Una opinión compartida por casi todos los entrevistados entre los 20 y 30 años.

En zonas como la Avenida o el Paseo Marítimo, sí que nos encontramos con gaditanos "contentos" con las políticas de empleo y con la gestión de la alcaldesa. "Creo que ha hecho todo bien en un 200%", dice tajante Salvador, una opinión, en parte, compartida por Carmen, a quien encontramos en el parque Celestino Mutis, que afirma que "Teófila cosas bien ha hecho". "Hombre, si en 18 años no hubiera hecho nada bien...", la contradice su hija, una joven que tiene en sus brazos un bebé.

Aunque, en general, a los entrevistados les cuesta poner ejemplos de lo mejor y lo peor de la gestión del Partido Popular en Cádiz, las personas que viven en la avenida Juan Carlos I lo tienen claro, "el soterramiento". Para Francisca, que lleva 32 años viviendo en la zona (llegó cuando aún su calle era Lebón) el barrio ha cambiado "muchísimo". "Ahora se puede vivir bien aquí, se puede salir a la calle y estar en el parque. Antes, en la vía había muchísima mierda y mala gente, ahora este barrio es más seguro", afirma aunque puntualizando que, según su opinión, "otras zonas de la ciudad están más abandonadas".

"El soterramiento ha acabo con los guetos, porque algunas zonas de Cádiz lo eran", cuenta Jose que, sin embargo echa en falta en su ciudad "zonas de ocio para jóvenes" pues, como a muchos de los entrevistados, no le convence las actuales. "Creo que desde el Ayuntamiento no se ha hecho mucho por los jóvenes", expresa de acuerdo con Alberto que valora como un error "la centralización de muchos institutos en el actual Náutico" donde cursó su último año justo en el estreno del nuevo edificio. "Espero que ahora esté mejor porque aquel primer año fue un desastre, no había buena insonorización de las aulas, casi nunca funcionaba la calefacción...". En esta línea, Remedios, de 32 años, pide "más recursos para institutos y colegios públicos".

Las fincas vacías y los terrenos municipales sin uso son otras de las preocupaciones ciudadanas, sobre todo, en el casco histórico de Cádiz. "Hay muchas fincas en claro estado de abandono, algunas de gran importancia arquitectónica y es una pena que estén ese estado", comenta Miguel Ángel a quien le hubiera gustado que en estos años se hubiera apostado también "por la Universidad como otro pilar importante para crear trabajo". "Son muchos los estudiantes de fuera que necesitan alojamiento y no puedo entender cómo no existe una gran residencia de estudiantes con el dinero que eso deja a una ciudad. La mayoría viven explotados en alquileres altísimos que lo único que hace es empobrecer al gaditano que quiere independizarse porque todos los alquileres suben de manera desorbitada", argumenta.

El aparcamiento y "el encarecimiento de los parkings" es otra de las asignaturas pendientes según Cintia, entre otros encuestados. La idea de peatonalizar el casco histórico con tarjetas de residentes para los propietarios de vehículos que viven en el centro ha salido a la palestra en varias conversaciones.

Una impresión en la que coinciden la mayoría de los encuestados es la mejoría en el aspecto de la ciudad. Cuestiones estéticas que, sobre todo, satisfacen a los ciudadanos de mayor edad. "A mí me gusta que hayan puesto tantos arbolitos y hay más parques y la ciudad está mucho más limpia que hace 18 años, eso seguro", opinan Ana en la plaza de San Antonio. Bien valorada pero sin darle importancia es la obra de la avenida de la Bahía según algunos de los vecinos. "Hombre, claro que esto está mucho mejor, más bonito, pero la vida por aquí es la misma", opina Luisa.

La reforma de la plaza de Abastos, "con sus nuevos bares", es alabada en el entorno del Mercado donde también se critica con dureza, como en otros muchos puntos de la ciudad, "lo caro que es el transporte en relación precio-recorrido", como alude Gemma.

Bajada de impuestos, ayuda a las PYMES, una mayor carga de trabajo para Astilleros, potenciar el turismo y una mayor industrialización de la ciudad son algunos de los anhelos de estos ciudadanos que, si bien, siempre han "sobrevivido" en una capital que bate vergonzosos récords de paro, ahora, la mayoría, "malviven" en una ciudad mucho más hermosa que hace 18 años, mucho más cuidada, pero a la que le cuesta ver la luz entre sus grandes ventanales. Temiendo que el salón de baile se quede sin danzarines.

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