Sevilla Pecci pregona un febrero ilegal con coplas que suenan libres
Carnaval de Cádiz 2022
El autor gaditano, que defiende febrero como el mes natural de la fiesta, protagoniza junto a su coro 'La banda del ilegal' el comienzo de una semana no oficial y sin encorsetamientos
Hace un recorrido por las etapas del Carnaval gaditano desde el eterno empeño de burlar la censura y el control ejercido históricamente desde las instituciones
Febrero como el único mes de Carnaval posible y el resto de los meses del año para soñarlo, prepararlo, sentirlo y, también, vivirlo. Francis Sevilla Pecci, junto a su coro 'La banda del ilegal', ha ofrecido hoy sábado el pregón de "la semana de Carnaval más ilegal quizás de la historia". Un texto sencillo realizado desde la defensa de febrero como el mes carnavalesco por excelencia, con una exquisita selección de coplas intercaladas, y en el que el autor ha realizado un recorrido por las distintas etapas de un Carnaval siempre presto a burlar la censura y el control de la oficialidad, de un poder siempre atento a preservarse y en el que este febrero las coplas sonarán, si cabe, más libres que nunca.
"Hoy es sábado de Carnaval en todo el mundo, y Cádiz no podía ser menos… El Carnaval no es una elección, no es un capricho y no es una marioneta… Es como el día de Navidad, como el día de Reyes o como el Jueves Santo… El Carnaval tiene su fecha instaurada desde hace muchos siglos. Y el sábado de Carnaval es cuando es, y es hoy".
Así ha arrancado Sevilla Pecci un pregón que se ha celebrado en las bóvedas de Santa Elena, ante la puerta de la sede de la Asociación de Autores y con un pequeño tablao cedido por la peña Paco Alba. Alrededor de 300 personas se han distribuido por la estrecha calle, más estrecha si cabe al mantenerse los coches aparcados en la trasera de la Audiencia Provincial, para escuchar este pistoletazo de salida de un Carnaval que este año, y después de mucho, solo será callejero. La mayoría de los asistentes con mascarillas, algunos disfraces salteados entre el público y unas veladas ganas de escuchar las primeras coplas que fueron salpicando el pregón.
Sevilla Pecci no solo ha defendido febrero como el único mes carnavalesco posible, sino que extendió la fiesta a los otros once meses del año, cada uno con su peculiaridad; meses, los anteriores, para preparar las coplas, los tipos y las agrupaciones, y meses, los posteriores, para deleitarse recordando lo cantado y lo vivido. Un círculo sin escape ni salida que el gaditano disfruta dando vueltas sin marearse y con el signo que, a su juicio, distingue la fiesta gaditana del resto de Carnavales del mundo: sus genuinas coplas.
Y esas coplas han tenido un lugar de honor en el pregón de Sevilla Pecci. Por el escenario sonaron, en una antología de urgencia, pasodobles, tangos, cuartetas y estribillos, cantados a capela por el pregonero, de 'Los inventores', 'A fuego vivo', 'Los gusanillos', 'Los peregrinos', 'Cádiz resiste', 'Las coplas', 'El Bache', 'Carnaval 76', 'Bienvenido febrero', y del propio coro 'La banda del ilegal', que ha cerrado el pregón con un popurrí dedicado a febrero, más unos bises en forma de tanguillos y cuplés. El grupo, de mafiosos con el 'capo' Pecci al frente, entonó su presentación en la que claman contra la nueva ley seca que busca que no se sirvan coplas.
Además de coplas, el pregón de Francis Sevilla ha estado salpicado de referencias a autores como Chimenea, Fletilla, Paco Rosado (con parada y dedicatoria especial) y Pedro Romero, entre otros autores y agrupaciones.
Buena parte del pregón ha estado dedicado a recorrer algunas de las etapas más significativas de la fiesta gaditana, desde un incipiente comienzo libre hasta épocas en las que el poder trató siempre de controlar un Carnaval que se fue haciendo satírico y crítico, que quiso ser libre pero que, por su amenaza, trata de ser dominado desde las instituciones públicas a través de la férrea censura, las prohibiciones o el encorsetamiento de su desarrollo y contenido: "Este febrero tan especial en el que, una vez más en su historia, tiene que enfrentarse con el poder establecido", ha dicho el pregonero.
"Estas autoridades -ha continuado el corista- empiezan a buscar la forma, si no de acabar con la fiesta, sí de controlarla y limitarla al máximo para que no se desmadre. ¿Y esto cómo se hace? Pues, de momento, teniendo fichados a los componentes de los grupos. Se impone la obligación de solicitar licencia municipal para salir a cantar por las calles, acompañada por nombres completos, direcciones y profesiones laborales de cada componente…, con lo que más de uno temía ser identificado si cantaban algo que molestase".
Sevilla Pecci ha hablado después de la censura, con la presentación de letras a las autoridades para que decidieran cuáles se podían cantar y cuáles no, y también de los concursos oficiales, en una opinión personal según matizó, como una manera de asegurar repertorios controlados al ofrecer como premios determinadas cantidades de dinero a gente, generalmente, "humilde y muy necesitada. Una forma muy sutil pero muy sibilina de control".
Épocas duras de prohibiciones, censuras y restricciones que el coplero gaditano trataba de burlar de distintas formas: aprendiendo a escondidas coplas que no aparecían en los libretos y que se cantaban solo en determinados sitios; manteniendo, sobre todo en la "feroz dictadura franquista", la memoria de las coplas prohibidas; echando mano del ingenio y el doble sentido y, finalmente, haciendo de la calle, ya en la década de los 80, el escenario carnavalesco más libre y anárquico de una fiesta nacida, precisamente, para contraponerse a la oficialidad y al rigor religioso de la fronteriza cuaresma que la sucede cada año.
Una defensa de la chirigota callejera que en este febrero, más que nunca, enarbolará la bandera de la copla libre y auténtica, alejada de los tiempos cronometrados, los forillos, el repertorio obligado y los tipos tan cuidados: "¡Y en este 2022 ya lo tenemos aquí! El Carnaval del febrero gaditano, el Carnaval más íntimo, más nuestro. El Carnaval de casapuerta, de barra de bache, de esquinita, de coplas cantadas suaves y al oído; el Carnaval de nudillos y coloretes, de olor a arroyuelo y manzanilla , de disfraces improvisados. ¡Viva el Carnaval! ¡Viva febrero!".
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