París desde las alturas: guía esencial para aprovechar al máximo tu visita a la Torre Eiffel

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París desde las alturas: guía esencial para aprovechar al máximo tu visita a la Torre Eiffel
París desde las alturas: guía esencial para aprovechar al máximo tu visita a la Torre Eiffel

02 de mayo 2025 - 11:02

La Torre Eiffel es el emblema indiscutible de París, y, para muchos viajeros, el momento cumbre de su estancia en la capital francesa. Sin embargo, la popularidad del monumento plantea desafíos: largas colas, horarios agotados y miradores abarrotados. Si quieres disfrutar de esta fascinante experiencia sin sobresaltos, debes planificarla de manera inteligente. De eso hablaremos en este artículo.

Planifica con antelación tu acceso

Semanas o meses antes de visitar la Torre Eiffel, deberías reservar tu visita en línea. Durante el verano, el monumento abre desde las nueve de la mañana hasta la medianoche, mientras que el resto del año funciona desde las 9:30 a las 23 horas, aunque el horario se prolonga hasta la medianoche en Semana Santa y durante los puentes de primavera. El acceso al recinto comienza unos quince minutos antes de la apertura oficial y la última admisión suele ser una hora antes del cierre.

La estacionalidad influye notablemente en la afluencia de visitantes: de octubre a marzo la Torre Eiffel está más despejada. Por otro lado, los horarios más tranquilos corresponden al lapso de tiempo comprendido entre las nueve y las once de la mañana, o bien después de 17 horas en temporada baja. El horario nocturno entre semana (20-22 horas) no solo reduce las colas, sino que añade el encanto del espectáculo luminoso que se activa durante los cinco primeros minutos de cada hora. Si puedes elegir, reserva tu visita de martes a jueves, los días con menor afluencia, y evita los sábados, cuando el monumento alcanza su cota máxima de visitantes.

Si bien los ascensores se ubican en los pilares este y oeste, considera subir por las escaleras del pilar sur si tu salud y condición física te lo permiten. Esta opción puede reducir la espera a unos diez minutos y te permite acceder a miradores intermedios que la mayoría de los turistas pasa por alto.

Vive la experiencia desde dentro… y desde fuera

Una vez en el interior, dedica unos minutos a conocer la Torre Eiffel desde cada nivel. En el primer piso hay paneles de vidrio en el suelo que permiten observar el vacío bajo tus pies. El segundo piso regala la mejor proporción entre altura y detalle urbano: apreciarás claramente el Sena serpenteando por la Ciudad de la Luz, los jardines del Trocadero y la geometría perfecta de las avenidas haussmannianas. Por último, la cima, a 276 m de altura, te premia con una vista única de París y sus monumentos, alberga la réplica de la oficina del arquitecto Gustave Eiffel, un champán bar y ventanales panorámicos.

La Torre Eiffel, escenario de eventos históricos, también se puede explorar desde distintas perspectivas. Al atardecer, el Campo de Marte ofrece una luz frontal que equilibra el contraluz y, al caer la noche, se transforma en el lugar idóneo para contemplar el espectáculo luminoso que se enciende cada hora. Otra opción es dirigirse a la plaza de Trocadero, cuyas escalinatas, fuentes, explanada y simetría palaciega enmarcan la torre en la postal parisina por antonomasia. También puedes fotografiar el monumento desde la rue de l’Université o el puente de Bir-Hakeim, escenarios predilectos de fotógrafos, cineastas e instagramers.

Como ves, cada detalle cuenta para convertir tu visita a uno de los monumentos más famosos del planeta en una experiencia verdaderamente plena.

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