La Real Balompédica Linense (Segunda Federación) ha obtenido este viernes un meritorio empate sin goles en su visita al Atlético Sanluqueño (Primera Federación). Los albinegros -que encadenan ya 180 minutos sin recibir un tanto- demostraron un sinfín de virtudes en el aspecto defensivo, con conceptos muy bien trabado y mucho orden, hasta prácticamente anular a un rival de superior categoría.

En su debe, que cuando sale al ataque le falta chispa, desequilibrio para hacer daño al rival. También es verdad que aún no ha desembarcado Fran Carbià, que puede aportar cosas en ese apartado, como tampoco lo ha hecho Víctor Olmo, sus dos últimos fichajes. Siguen incluso sin vestirse de corto el sierraleonés Alu Koroma y el serbio Damjan Gojkov, a los que el club quiere dar salida.

Mere conformó el mismo sistema con tres centrales y dos carrileros largos que ya dispuso en Los Barrios en el primer amistoso. Es más, la alineación, excepto el guardameta Rodri Gea y el lateral derecho Ángel Mancheño era la misma que arrancó en el Carlos Piña. En el descanso ambos fueron relevados por Facundo Ackerman y Miguel Cera, lo que da idea de que el míster empieza a perfilar su once.

El primer tiempo no resultó especialmente ni vistoso ni intenso. Un partido muy de pretemporada, con mucho centrocampismo y sin que ni uno ni otro impusiese su ley. Eso sí, el conjunto de La Línea dio en todo momento la sensación de estar bien armado, trabajado. Vaya, que lleva el sello de su entrenador.

Lo más parecido a una oportunidad de los albinegros antes del intermedio fue un remate en posición en posición ventajosa de Chema Moreno (7') que el árbitro invalidó por fuera de juego. El Atleti no replicó hasta poco antes del descanso, pero el disparo del incombustible Airam Cabrera se fue un poco cruzado.

Nada más iniciarse la segunda mitad el Atleti pudo adelantarse en el marcador. El protagonista del disparo lejano no fue otro que el algecireño Álex Guti, que se marchó del equipo de La Línea hace apenas dos semanas. Su lanzamiento se fue acariciando el larguero.

Los primeros 20 minutos de esta segunda mitad fueron lo mejor de la tarde. Por parte de la Balona destacó el mediocentro Javi Pérez. Eso sí, las ocasiones e incluso los acercamientos con peligro eran contados y poco a poco llevados posiblemente por el cansancio, los jugadores cometieron más faltas de los debidas y el juego se volvió más espeso.

Con el carrusel de cambios bajó el ritmo, pero la Balona, con una muchachada en el césped (solo se quedó sin jugar el tercer portero, Ale Orozco), nunca perdió el orden, señal de que los canteranos están aprovechando el trabajo con el primer equipo.

Facundo Ackerman tuvo que emplearse a fondo en el tramo final para evitar que se deshiciese una igualada que era el marcador más justo.