Sergio Rodríguez, camino de casa

Real Balompédica Linense

El defensa de la Balona visita por primera vez su tierra desde que participó del último ascenso del Talavera

Sergio Rodríguez saluda con gesto victorioso tras el encuentro del pasado domingo.
Sergio Rodríguez saluda con gesto victorioso tras el encuentro del pasado domingo. / Rafa Cerpa
Rubén Almagro

La Línea, 30 de noviembre 2018 - 04:00

El Talavera-Balona del próximo domingo es un partido muy especial, pero mucho, para uno de los inquilinos del vestuario albinegro: Sergio Rodríguez. El lateral diestro va, literalmente, a su casa. Un viaje que afronta como futbolista por primera vez desde que abandonó el club toledano en el verano de 2016, después de haber participado en su penúltimo ascenso a Segunda B.

No solo le esperan su familia y amigos, sino también su presidente, José Antonio Dorado, el entrenador, Fran Alcoy, y compañeros con los que compartió su andadura. “Claro que supone algo diferente, al final voy a mi tierra, a ver a mi gente y a enfrentarme a un equipo que siempre llevaré en el corazón”, asegura el zaguero.

Una década en Segunda B y nunca había ido a El Prado como visitante. Sergio Rodríguez vivirá el próximo domingo algo inédito, que ha convertido esta semana en un acontecimiento. “Es una sensación muy particular, porque me hace mucha ilusión jugar delante de los míos y delante de una afición por la que siempre me he sentido y muy valorado y donde me lo sigo sintiendo”, admite.

“Es que este club ha subido dos veces a Segunda B después de su desaparición y en uno de esos ascensos yo estaba en el terreno de juego y en el otro, en la grada animando”, abunda.

“No son algo ajeno a mí, a menudo hablo con compañeros, con el míster, directivos y la verdad es que tengo muy buena relación con todos los que forman el Talavera”, recalca.

Sergio Rodríguez está totalmente recuperado de las molestias que le impidieron acabar el encuentro del pasado domingo ante el Marbella. “Llevaba un mes sin jugar más que unos minutos, ese partido fue muy exigente y pedí el cambio porque era lo mejor para el equipo, porque estaba con la gasolina justa, los isquios se me tensaron y como además me había dado un golpe en la cabeza y me había mareado... pero todo está bien”, explica el zaguero albinegro.

El futbolista balono se deshace en elogios para el trabajo que realizan no solo los defensas, sino todos los integrantes del equipo en tareas de destrucción. “Estamos viendo que juegue quien juegue, el nivel es excelente”, sostiene.

“El otro día nos pudimos permitir el lujo de tener a Kibamba, que ha sido una sorpresa muy grata para todos, en el banquillo” recuerda.

“Tenemos la suerte de contar ahí a la espera a Abel Moreno, que lo ha hecho perfectamente cuando ha salido y al final no somos los de atrás... pero es que ves correr a Gato, Chico o Juampe para atrás o como trabajan Pirulo o Gastón y sabes que la cosa va por buen camino”, detalla.

“Para mí es un privilegio tener a seis compañeros delante que se están partiendo el alma para que no te creen ocasiones”, concluye

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