El Atlético Malagueño-Real Balompédica del pasado domingo propició el reencuentro en las gradas de dos balonos confesos que defendieron los colores del equipo de La Línea a finales de los años ochenta y principio de los noventa del pasado siglo, pero que a pesar del paso del tiempo se sienten muy vinculados al conjunto albinegro: Pablo Caballero y Francisco Gaitán. Ambos recibieron numerosas muestras de cariño por parte de los aficionados que se desplazaron para seguir el desarrollo del encuentro.

El exguardameta Pablo Caballero es ahora responsable de la empresa que vela por la seguridad en los encuentros que disputa cualquiera de los equipos del Málaga y como tal ejerció en el que disputó su filial con la Balona. “Me agradó volver a encontrarme con gente a la que conocí en La Línea y que además se acordase de mí, eso es muy importante porque significa que dejé alguna huella en la afición”, explica el exguardameta.

En cuanto al partido entiende que “las sensaciones que despidió la Balona” a pesar de hacerse con el triunfo por 0-1 “no fueron ni mucho menos buenas”.

“No es que ninguno de los dos porteros tuviese grandes actuaciones, pero se veía que había un equipo, el Malagueño, que rondaba el área con cierto peligro y otro que ni llegaba, que era la Balona”, sostiene.

“El gran mérito de la Balona es que fue capaz de aguantar muchos minutos con un jugador menos y hacerse con la victoria, que al final es lo que cuenta y espero de todo corazón que estos puntos le ayuden a seguir arriba y a alcanzar los mejores objetivos”, recalca.

Por su parte Gaitán, que durante años trabajó con la cantera de El Palo, pero que ha abandonado esas funciones para poder centrarse en su trabajo y en la familia, destaca que la Balompédica es “un equipo muy bien plantado en el campo, con mucho poderío físico, llevaba años sin ver una Balona como ésta”.

“En este partido en concreto creó muy pocas ocasiones de marcar, pero lo importante es que pudo llevarse los tres puntos”, explica.

Gaitán, a quien no es infrecuente ver por el Municipal, entiende que si a los de Jordi Roger les acompaña la suerte “no sería extraño verles pelear por el ascenso”.