El entrenador de la Real Balompédica Linense, Jordi Roger, se vio envuelto durante el encuentro que su equipo disputó este domingo en Málaga en algo más que un desagradable incidente con un responsable de la cantera local, a quien algunos de los presentes reconocieron como Iznata, después de ser expulsado en el minuto 86 por protestar una decisión del árbitro.

Roger, que no podía seguir el desarrollo del juego desde las inmediaciones del banquillo porque eso implica una mayor duración de la sanción, pretendía acceder al palco en el que se encontraba el presidente, Raffaele Pandalone. El mencionado directivo le impidió que traspasase una puerta por la que se podía llegar hasta esa zona.

El enfrentamiento entre el míster balono y el dirigente llegó a tal extremo que comparecieron responsables de la empresa de seguridad del club y de la Policía Nacional para poner paz. La decisión, lógicamente, fue que Roger podía acabar el partido en el palco.

Una vez finalizada la contienda el directivo malacitano protagonizó un nuevo encontronazo, entonces con el preparador físico balono, Jesús Estrada, en la puerta de vestuarios, un agrio intercambio dialéctico que no llegó a mayores por la mediación de jugadores de ambos equipos.

Tanto el entrenador albinegro, como el preparador de porteros, Raúl Cabrera, y el masajista, Pepe García, que fueron expulsados, serán sancionados por el Comité. En espera de conocer el número de encuentros por los que son inhabilitados parece evidente que ninguno de ellos podrá seguir las incidencias del duelo con la UD Melilla del próximo domingo (12:00) desde el banquillo.

Además los albinegros no podrán contar con dos de sus zagueros: Carrasco, que se marchó del campo en el 49’ tras ver dos cartulinas amarillas, y Pierre, que vio en Málaga la quinta amonestación de su ciclo.