Huelva

El móvil en clase, un debate educativo

  • La prohibición de llevar el teléfono a las aulas o el uso pedagógico del mismo como una herramienta más es una de las cuestiones que se presentan en la actualidad

  • Cada centro se rige por unas normas

Uno de los verdaderos quebraderos de cabeza de las familias es la conjunción de un móvil y un hijo. La adicción temprana a este aparato electrónico es la consecuencia de más de un castigo ejecutado por los padres. Este enganche a los smartphones sumado a la aplicación WhatsApp y otras redes sociales es una de las principales preocupaciones que no sólo llega al interior de los hogares sino que también lo hace en los centros educativos.

El móvil se ha convertido en una herramienta más de distracción en el interior de pasillos y aulas. Un hecho que ha provocado que los docentes aumenten su intensidad de vigilancia para que los dispositivos no rompan la barrera de los fines educativos. Móvil sí o móvil no es una de las cuestiones que deciden los centros en su propia normativa. Cómo regular su uso en los centros muestra diferencias en cada instituto puesto que tienen la autonomía para decidir sobre ello. Cada vez son más jóvenes los niños que tienen entre sus manos su primer teléfono móvil por lo que existen centros que han tenido que prohibir su uso desde la Educación Secundaria.

En algunos centros las pautas varían según el ciclo formativo de los estudiantes

Este es el caso del IES La Orden, que cuenta entre sus aulas con alumnos de ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos de Grado Superior. "En la ESO los niños no deberían llevar el teléfono al centro. Hacemos recomendaciones a la familia. Digamos que prácticamente está prohibido", explica a Huelva Información el subdirector del centro, Carlos Feria. El control ante esto se antoja "muy difícil" porque "nadie va a revisar sus mochilas ni hacer de policía", pero en el caso de que algún estudiante lo llevase "es absolutamente radical que los teléfonos deben estar en todo momento apagados". Su uso en este centro es innecesario en estas edades. Tanto es así que si los alumnos se encuentran enfermos no pueden llamar a sus familias desde su terminal sino que lo tienen que hacer desde el centro ya que las llamadas se quedan registradas. En cuanto a Bachillerato, los alumnos del IES La Orden tampoco pueden utilizar sus móviles en clase por lo que "deben estar apagados". Sí que es verdad que en muchos centros el móvil tiene un uso pedagógico pero en ocasiones especiales. "En alguna ocasión hay algún profesor que para alguna actividad concreta lo ha dejado utilizar pero con su supervisión".

Ya en los Ciclos Formativos "somos un poco más permisivos. No en el uso" pero como sí pueden salir del centro en su periodo de descanso, pueden utilizarlo en esos momentos. Para estas edades ocurre algo parecido en el IES La Marisma, aunque su directora, Evelia Piñuelas, advierte que en los recreos "los mayores sí pueden utilizarlo pero si por casualidad lo utilizan de manera inadecuada", al ser periodo educativo, se le tramitaría alguna de las medidas recogidas por el centro.

"El problema del teléfono no son sólo las llamadas o el WhatsApp, lo conflictivo se está convirtiendo en el tema de la cámara, con las fotos y grabaciones", explica Carlos Feria. Por su parte, en el IES Diego de Guzmán y Quesada está prohibido el uso y exhibición de los móviles y hasta de los auriculares (salvo indicación expresa del profesorado) en todo el recinto del instituto. Asimismo el centro nunca se haría responsable de la pérdida o robo de un móvil. Muchos profesores del centro trabajan en la plataforma Google Education con clases virtuales, que también tiene aplicaciones para móviles, "utilizada por muchos alumnos en casa para consultar o realizar trabajos", explica la vicedirectora del centro, Mª Carmen Ávila.

Las medidas de los centros cuando a un alumno se le sorprende con su teléfono aumentan con el paso de las infracciones. Por ejemplo en el Diego de Guzmán y Quesada la primera vez el móvil deberá ser entregado en la secretaría, en la jefatura de estudios o en dirección. A la segunda infracción, "se informará por escrito a los responsables legales del alumno de lo ocurrido", y si ocurre una vez más "habrá una expulsión por tres días lectivos".

En el IES La Orden Carlos Feria cree que tienen un buen sistema. "La primera vez que se coge el teléfono a un alumno se le devuelve a última hora de clase". En cambio, si es reincidente, "ese teléfono ya no lo puede retirar el niño sino que tienen que venir los padres, con lo cual nos da mucho resultado porque estamos implicando a los padres en el tema". Algo que es "muy efectivo" porque a los niños les molesta más que tengan que ir sus padres a recoger el móvil incluso más que se lo retire el centro. En el IES La Marisma también llegan al punto de llamar a los padres del alumno para explicarles la problemática que ha ocurrido al respecto.

Con todo esto, varios son los centros que piensan que la Junta de Andalucía debería sacar una normativa clara sobre el uso del móvil en los institutos ya que, por ejemplo, siempre habría diferencias entre unos centros y otros. El debate está abierto.

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