José Antonio Martín Rite (1941-2025), un hombre de palabra, de diálogo y de tierra
Obituario

El 13 de agosto de 2025, en su hogar de Punta Umbría y rodeado del cariño de los suyos, falleció a los 84 años José Antonio Marín Rite, un hombre que no solo marcó la historia política de Huelva y Andalucía, sino también la vida de quienes lo conocieron de cerca.
Para muchos fue el primer alcalde democrático de Huelva tras el franquismo. Para otros, el presidente del Parlamento de Andalucía, un hombre clave en la construcción autonómica. Pero para su entorno cercano, para sus amigos, familiares y colaboradores, José Antonio fue mucho más que un cargo público: fue una persona honesta, humilde y generosa.
Tenía una manera única de escuchar –de verdad–, como si cada palabra de su interlocutor tuviera el mismo peso que una decisión de gobierno. Nunca levantaba la voz. Su firmeza no se expresaba con gritos, sino con argumentos. Era de esos hombres que creían en el acuerdo, en la búsqueda de puntos comunes, incluso entre quienes pensaban muy distinto.
Nacido en Valverde del Camino en 1941, hijo y padre de abogados, su amor por la tierra andaluza y por su gente fue una constante a lo largo de su vida. Estudió Derecho con el deseo profundo de ser útil, de estar al servicio de los demás. Lo cumplió: primero como abogado defensor de trabajadores, luego como alcalde, legislador y gestor público.
Pero nunca perdió esa cercanía sencilla. Quienes compartieron con él una sobremesa, un paseo por la ría o una reunión informal, saben que su humanidad superaba su cargo. Hablaba de su tierra con un brillo en los ojos. Se emocionaba hablando del Gran Teatro restaurado, de la recuperada Casa Colón, del paseo marítimo que soñó para Huelva o de los avances del Puerto, de los inicios en la Federación Andaluza de Municipios. Su legado no solo es visible en infraestructuras y gestión, sino en la memoria agradecida de quienes se sintieron escuchados por él.
Cuidaba a su equipo. Cuidaba a su familia. Cuidaba sus palabras. Fue, como muchos destacan hoy, un referente ético. Nunca tuvo prisa por figurar, pero siempre fue el primero en asumir responsabilidades cuando hacía falta.
José Antonio deja un vacío enorme, pero también deja una enseñanza sencilla y valiosa: que el poder bien entendido se ejerce con preparación, humildad, con escucha y con vocación de servicio.
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