El PP rompe el empate con creces y adelanta al PSOE en siete puntos
Barómetro Joly Andalucía
Los populares de Javier Arenas se sitúan en el 45,4% al ganar 6,7 puntos desde las pasadas autonómicas. La valoración del Gobierno de Griñán, sigue bajando con un 4,2, aunque supera el 3,9 de la oposición.
YA no hay empate técnico. La suma arrastrada de los efectos de la crisis económica más el anuncio de las medidas de ajuste efectuadas por Zapatero el pasado 12 de mayo han pasado factura al PSOE andaluz y al Gobierno de José Antonio Griñán, que en estos momentos se habría quedado a 7,3 puntos por detrás del PP de Javier Arenas.
Los datos del Barómetro Joly de junio confirman que el PP ha tomado la delantera en la comunidad autónoma, de tal modo que alcanzaría el 45,4% de los apoyos electorales de celebrarse comicios en estos momentos. Los socialistas, por su parte, se quedarían con el 38,1%, y es que en un sólo año, desde junio de 2009, habrían perdido 7,5 puntos. La amplia ventaja de los populares es inédita en Andalucía, donde el PSOE gobierna desde la instauración de la comunidad autónoma. La ventaja demoscópica no fue tan grande ni siquiera entre los años 1994 y 1996, cuando el PSOE sufrió los efectos de la pinza en el Parlamento, de otra crisis económica, aunque de menor gravedad, y de algunos casos de corrupción.
Este porcentaje de apoyos populares del 45,4% es compatible con la mayoría absoluta en el Parlamento andaluz, aunque todo dependería del índice de participación en las urnas y del comportamiento en cada una de las provincias, donde la división en ocho circunscripciones y la Ley D'Hont aportan demasiadas variaciones sobre la asignación de los escaños. El cambio en el mapa electoral que aprecia el Barómetro Joly refleja que los socialistas han perdido casi cinco puntos desde el sondeo anterior, efectuado con motivo del 28-F. Cinco puntos son demasiados para tan pocos meses, pero hay que considerar que en la primera semana de mayo se produjeron dos hechos sustanciales en el manejo de la crisis económica. Primero, el recrudecimiento de los problemas financieros provocados por el desequilibro presupuestario de varios países europeos, España entre ellos, y segundo, el paquete de medidas de ajuste anunciadas por José Luis Rodríguez Zapatero el pasado 12 de mayo, cuando su tradicional política basada en la expansión del gasto social dio un giro sustancial hacia unos recortes que afectaban a pensionistas, a funcionarios y a la inversión pública. A nada de ello es ajena la política andaluza, donde se aprecia un incremento en el trasvase de votos desde el PSOE al PP e Izquierda Unida, aunque el grueso de la caída socialista sigue descansando en la indecisión.
Sí se aprecia una mejoría en intención de voto de IU, que sube un punto en el último trimestre, con un 8,5% frente al 7,1% que obtuvo en las elecciones. Los andalucistas se quedan por encima del partido de Rosa Díez (UpyD), que pierde definitivamente su tercera posición.
El trabajo de campo del sondeo se realizó entre los días 10 y 15 de junio, cuando el plan de ajuste ya se había aprobado mediante decreto ley en el Congreso. Se desconocía aún el contenido de la reforma laboral, aunque parece que es un hecho que se daba por descontado porque el Gobierno lo había anunciado varias veces como uno de sus compromisos con la UE.
Estos hitos del de mayo, posiblemente el peor mes de Rodríguez Zapatero desde que gobierna, se reflejan en la intención de voto en Andalucía, aunque también se debe considerar que el Gobierno de José Antonio Griñán pierde apoyos por sí mismo. Así, los andaluces conceden una nota de 4,2 puntos sobre 10 a la actuación del Ejecutivo andaluz, que baja seis décimas desde el pasado barómetro, el de febrero, y un punto desde hace un año. En junio de 2009, la llegada de Griñán a la Presidencia provocó un ligero repunte en la valoración del Gobierno andaluz (5,1), pero se fue esfumando poco a poco. En los últimos cuatro meses ha llegado a perder seis décimas. Y esta desconfianza se debe tanto a los votantes socialistas como a los populares. Así, si en junio de 2009, los que se confesaban votantes del PSOE le daban 6,6 puntos, ahora le otorgan un 5,7. Cierto es que también baja la valoración de los del PP al Gobierno Griñán, del 3,3 al 2,7, pero es menos relevante que el descontento socialista.
Hay que considerar, además, que durante este año, Griñán cambió su Gobierno para darle un mayor peso político, y esto o bien no ha sido percibido por la sociedad o la crisis económica y las medidas de ajuste lo han ocultado. Sobre este hecho sí puede arrojar algo de luz que los consejeros de la Junta sigan siendo políticos muy desconocidos para los andaluces, de ahí el escaso eco del cambio gubernamental. La oposición del PP, sin embargo, sigue estando peor valorada que el Gobierno del PSOE, con una nota del 3,9. Sin embargo, está en la tónica que viene manteniendo desde hace un año, cuando su puntuación era del 4,1.
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