El crimen de marta

El Cuco sabe dónde está Marta pero es absuelto del asesinato y violación

  • La familia de la joven se muestra indignada por la condena de tres años de internamiento por un delito de encubrimiento · El juez dice que las pruebas no corroboran la implicación.

El menor apodado el Cuco ayudó a Miguel Carcaño a deshacerse del cadáver de Marta del Castillo, pero no fue el autor material del crimen ni la violó. Ésta es la principal conclusión a la que llega el juez de Menores Alejandro Vián, que ayer decidió condenar a tres años de internamiento -el último mes lo debe cumplir en régimen de libertad vigilada- al menor por un delito de encubrimiento y absolverle de los  delitos más graves, entre ellos el asesinato y la agresión sexual.

La sentencia reprocha al Cuco que no haya revelado dónde está el cuerpo de Marta, dado que el juez tiene la "plena convicción" de que el menor conoce su paradero, ni que muestre "ningún síntoma de arrepentimiento" ni haya pedido perdón a la familia de Marta.

La sentencia no ha dejado satisfecho a ninguna de las partes implicadas. Ni a los padres de Marta, que han confesado ya que han perdido ya toda la confianza en la Justicia, ni a la propia Fiscalía, que paradójicamente había pedido como una pena alternativa esta misma condena por encubrimiento que ahora ha sido impuesta al menor. Tampoco al abogado del menor, que insiste en que el Cuco ni siquiera estuvo en el piso de León XIII la noche del crimen.

El juez de Menores Alejandro Vián dice que la negativa del menor a decir dónde está el cuerpo supone un uso "abusivo o desproporcionado" de su legítimo derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable, por lo que considera que el Cuco "tiene una obligación moral, primero con los padres y hermanas de Marta, y segundo con la sociedad en su conjunto" de decir dónde está el cadáver de la joven asesinada.

"El menor acusado no ha querido desvelar el lugar o destino que dieron al cuerpo cuando este juzgador tiene la plena convicción de que dicho menor conoce el lugar exacto en el que se encuentra el cuerpo de Marta o el destino que dieron al mismo o, cuando menos, dispone de datos ciertos que podrían llevar al lugar en el que el cuerpo de Marta se encuentra", argumenta la sentencia.

El relato de hechos probados que el juez realiza recoge que Marta del Castillo fue asesinada en el piso de León XIII por Miguel Carcaño -aunque no lo cita expresamente por su nombre y apellidos- y que a continuación éste telefoneó al Cuco para que le ayudara a deshacerse del cuerpo, aunque según recordó la Fiscalía no hay ninguna constancia documental de esa llamada. El Cuco y Samuel Benítez acudieron al piso de León XIII, tras coger el coche de la madre del menor, y ambos colaboraron en sacar "a peso" el cuerpo de Marta, que colocaron sobre la silla de ruedas y lo trasladaron en el coche a un lugar desconocido. El juez dice que el Cuco y tres mayores -en alusión a Miguel Carcaño, su hermano Javier Delgado y Samuel Benítez, no nombra a la novia del hermano- actuaron de mutuo acuerdo con la finalidad de "evitar que se descubriera la muerte" y para ello decidieron "hacer desaparecer el cuerpo" en una hora no determinada de la madrugada del 25 de enero de 2009.

La participación del Cuco se reduce, por tanto, a este encubrimiento pero no ha quedado acreditado su implicación en el crimen y violación. Para llegar a esta conclusión, el juez razona que la declaración que Miguel Carcaño hizo en el juzgado de Instrucción número 4 el 17 de marzo de 2009 -en la que acusó al Cuco de dar muerte a Marta estrangulándola con un cable de alargadera tras haberla violado- carece de eficacia probatoria porque se trata de la declaración de un coimputado que no se ratificó en la Fiscalía de Menores y en la que además "existen móviles espurios de venganza o de resentimiento" hacia el menor, después de que éste incriminara al hermano de Miguel.

El fallo argumenta, para restar importancia a la validez del testimonio de Miguel Carcaño que éste ha realizado múltiples declaraciones contradictorias durante la instrucción y tiene además un "absoluto dominio sobre los hechos y puede incluir y excluir a su capricho en la participación a las personas que estime oportunas según su propia conveniencia e interés".

El magistrado critica con dureza la intervención de la Fiscalía de Menores, al entender que durante la instrucción del expediente de reforma al Cuco se vulneró la "garantía básica del principio de contradicción", ya que el abogado de la defensa no pudo realizar ni una sola pregunta a Carcaño porque se dio por reproducida la declaración del juzgado y no se le hizo declarar ante la fiscal de menores.

La sentencia también resta importancia a las pruebas científicas contra el menor, como la huella localizada en una botella de ron, que el juez asegura que "no se produjo el día en que sucedieron los hechos", y los restos de ADN suyo mezclado con el de Marta que fueron hallados debajo de una silla, junto a una mesa de escritorio del dormitorio de Miguel Carcaño donde supuestamente fue estrangulada. Esa mezcla de los perfiles genéticos, según el juez, pudo producirse cuando Marta ya estaba muerta y el Cuco ayudaba a deshacerse del cadáver.

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