Audiencia Nacional

El yihadista de Algeciras será sometido a un examen psiquiátrico el 23 de febrero

La detención de Yassine Kanjaa en Algeciras.

La detención de Yassine Kanjaa en Algeciras.

El marroquí Yassine Kanjaa, autor confeso del ataque mortal de carácter yihadista perpetrado el pasado 25 de enero en dos iglesias de Algeciras será sometido el próximo 23 de febrero en la Audiencia Nacional a un examen forense para evaluar si sufre algún trastorno psiquiátrico a efectos de su imputabilidad.

Según han informado a EFE fuentes jurídicas, ese día dos forenses adscritos a la Audiencia Nacional serán los encargados de entrevistarse con el investigado, que fue detenido inmediatamente después del ataque y cinco días después ingresó en prisión provisional por delitos de terrorismo.

Cuando fue puesto a disposición judicial ya tuvo que ser explorado por un forense, que determinó que estaba en condiciones de prestar declaración, si bien ahora se trata de examinarle en mayor profundidad.

Así lo acordó, tras enviarle a prisión, el magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción 6, Joaquín Gadea, que propuso evaluar el estado mental de Kanjaa "con pleno respeto al derecho de defensa del detenido y con su previo consentimiento".

Al no oponerse a ello la defensa, finalmente será evaluado el día 23 por dos médicos de la clínica forense de la Audiencia Nacional, que previamente habrán tenido que recabar datos sobre el historial médico de este marroquí de 25 años, que se encontraba pendiente de expulsión, y que al parecer tiene antecedentes psiquiátricos en su país.

Una vez le entrevisten los dos facultativos y analicen ese historial médico, emitirán días después su dictamen al juez, que con el resultado de ese informe decidirá sobre la imputabilidad del investigado.

La semana que viene, y antes de examinarle, el juez tiene previsto tomar declaración a los testigos relacionados con este atentado, entre ellos el cura Antonio Rodríguez, que resultó herido, y los compañeros con lo que Kanjaa compartía vivienda y que indicaron que en los últimos dos meses le habían notado un cambio en sus costumbres -ya ni bebía ni fumaba- y más radicalizado.

Al acordar su ingreso en prisión , el juez sostuvo que el día de los ataques, que perpetró al grito de Alá, su conducta "fue consciente". Con objetivos definidos y "teniendo la opción de causar unos daños mayores, focaliza su acción concretamente sobre los sujetos a quienes ataca, a los que elige de forma deliberada".

Se trata, añadía el auto, de "un perfil de terrorista autoadoctrinado que actúa de modo individual no vinculado directamente con una organización terrorista", pero que "lleva a cabo su acción en nombre del fenómeno yihadista al que tantos se adhieren de forma remota, generando un ataque violento que causa terror en la sociedad y desestabiliza la paz social".

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