Un pórtico de agua recibe a la Virgen de la Palma en la romería marítima de El Rinconcillo
Tradiciones
Miles de personas acogen a la imagen a su llegada a la playa tras ser recogida de la cueva submarina donde permanece el resto del año
Los integrantes de la sociedad El Mero transportan la talla de Nacho Falgueras hasta el altar en la plaza Virgen de las Lágrimas
La romería marítima de la Virgen de la Palma en El Rinconcillo, en imágenes
Como si de un ensayo general se tratase, los primeros chapoteos en la playa algecireña de El Rinconcillo llegan unos minutos antes del momento que todo el mundo aguarda con impaciencia. Miles de personas congregadas en este martes, de cielo despejado y temperatura espléndida, han recibido sobre las dos de la tarde, entre vítores y aplausos, a la imagen de la Virgen de la Palma que aguarda todo un año bajo las aguas de la Bahía en la edición número 46 de la romería marítima que organiza la Sociedad Federada de Pesca Deportiva El Mero.
Media hora antes de la llegada a la costa de la venerada imagen, a bordo de una embarcación, los bañistas forman un pasillo que servirá de salvoconducto para que la advocación marinera de la patrona se reencuentre con su Algeciras de nuevo.
El barco que transporta a la Virgen, que había emergido unas horas antes, se acerca a la playa escoltado por un par de decenas de embarcaciones más pequeñas que acompañan su desfile sobre las aguas del popular arenal algecireño. Más cerca de la orilla, cientos de personas de todas las edades aguardan chapoteando y cantando al son de las olas que les mojan. "Que bote, que bote, que bote El Rinconcillo", se corea dentro del agua.
Reencuentros, abrazos, saludos y muchas sonrisas son la mejor representación de una cita anual imperdible para muchos algecireños. "Yo vengo desde que nací al Rinconcillo y no me pierdo nunca la romería", comenta emocionada María Jesús. Ella acude acompañada de su hermano y una amiga de ambos, María Victoria, que viene desde Linares para disfrutar de esta cita tan especial, declarada de Interés Turístico de Andalucía. "Sabía que vendría mucha gente porque he visto fotos, pero es increíble y repetiré sin duda", asegura.
"Ahí viene, ahí viene", se oye a una madre decirle a su hija pequeña, que sostiene en brazos. Cuando las manecillas del reloj se aproximan a las dos de la tarde, los miembros de la Sociedad Federada de Pesca Deportiva El Mero que portan el paso donde se montará la Virgen se acercan poco a poco al agua, acompañados por las autoridades, y se introducen hasta encontrarse con el barco que la trae. En ese momento se produce la magia. Condicionados por el mecer de las olas, los cargadores sostienen estoicamente el trono y, con habilidad y cuidado, la patrona se posa para poder ser llevada a tierra.
Los aplausos de miles de personas -se dice que unas 40.000 cada año- inundan la playa. El paseo de la Virgen de la Palma hacia la orilla se produce bajo un pórtico de agua formado por el batir de los brazos de los bañistas. El momento desprende un aura mágico, casi de película. Sin duda, si esta escena apareciese en un filme, el efecto de cámara lenta sería lo más parecido a lo que sienten los fieles que acuden a su cita con la patrona de Algeciras.
Ya en tierra firme, comienza su camino hacia el altar que adorna la plaza Virgen de las Lágrimas, en la que la Palma se posa para, hasta la noche, ver de frente la Bahía de Algeciras. Simulando las rocas de la cueva en que aguarda bajo el agua, el escenario recibe a la estrella que, aunque no canta, congrega a miles de fervientes seguidores para celebrar su festividad con ella. No han faltado a la cita una nutrida representación de la Corporación municipal encabezada por el alcalde, José Ignacio Landaluce.
Bajo el mar
Horas antes del bullicioso recibimiento a la Virgen en la arena de El Rinconcillo, varias embarcaciones con miembros de El Mero navegaron hacia el sur de la ciudad, hasta la ensenada de Getares, donde seis privilegiados buzos se sumergieron para sacar a la imagen de la patrona de la cueva en la que descansa todo el año. Impulsada por un globo, la Virgen de la Palma, obra de Nacho Falgueras y con un peso de 134 kilos, emergió desde su refugio.
La ubicación de la gruta que alberga a la patrona es uno de los secretos "peor-mejor guardados de Algeciras". Son palabras de Javi Palacios, presidente de El Mero, que vive su primera romería en el cargo. Ese puesto le convierte en una de las pocas personas que conoce ese enclave, junto a los buzos que recogen y la visitan durante el año para comprobar que se mantiene adecuadamente. Aun así, reconoce tímidamente, algún viejo marinero es capaz de ubicar ese punto tan célebre.
Palacios ha vivido muchas romerías desde el mar y vivirla desde tierra le aporta un matiz especial a esta celebración que tanto se vive en la Sociedad El Mero. Algunos nervios adicionales pero la misma ilusión de siempre iluminan la mirada de este devoto de la Palma.
Tras salir del agua y ser depositada en su altar, a las 19:00 tiene lugar la misa en honor de la patrona en la propia plaza Virgen de las Lágrimas. A las 22:00 está previsto su retorno a las profundidades de la Bahía de Algeciras hasta el próximo año. Para culminar esta jornada tan especial, desde la zona de La Concha, en El Rinconcillo, tendrá lugar un espectáculo de fuegos artificiales.
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