La violencia contra la mujer, una cuestión de salud pública
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La especialista Patricia Jarillo impulsa en Algeciras un programa pionero en España
Da asistencia integral en Atención Primaria para asistir y detectar casos de maltrato
La violencia de género no sólo es un golpe tras un insulto, un daño físico y emocional irreversible, es un billete directo a la destrucción personal: un problema de salud pública. Patricia Jarillo Castro, médica de Familia en el módulo del Rinconcillo, que pertenece a la Unidad de Gestión Algeciras Norte, puso en marcha en octubre de 2016 un programa pionero en España de asistencia integral a mujeres en Atención Primaria.
Desde su implantación son 14 las mujeres a las que ha atendido y hace seguimiento en el centro de salud del Rinconcillo. "Se sienten escuchadas por primera vez", explica Jarillo. El programa apenas tiene cinco meses de vida y ya ha logrado un reconocimiento de la Junta de Andalucía, otorgándole una mención especial por promover buenas prácticas de atención a ellas en el ámbito sanitario en el VII Congreso para el Estudio de la Violencia contra las Mujeres.
Este programa acaba de echar a volar, como las mariposas que inundan la consulta de Jarillo como símbolo de la lucha contra esta violencia hacia la mujer. La base para erradicar la lacra está en la "educación en igualdad de género". Desde Atención Primaria deben articular estos mecanismos, acercarse a las mujeres que sufren maltrato y ayudarlas.
La especialista en Medicina Familiar explica que las mujeres que viven una situación de maltrato sufren baja autoestima, mucho sentimiento de culpa y miedo en "mayúsculas". Suelen estar aisladas socialmente y con escasos recursos económicos. Mantienen una relación que se construyó desde el sentimiento del "amor" y con el paso del tiempo "viven en una cárcel maltratadas psicológica, física y sexualmente, sin olvidar el maltrato ambiental".
Dada esta situación Jarillo planteó cómo está la salud de estas mujeres. El estrés mantenido, según los estudios, baja la inmunidad y predispone a enfermar. Además, sostiene la profesional que el maltrato es más frecuente de lo que se detecta: "La conclusión es que la violencia de género es una problemática de salud pública".
Por sus características estas pacientes, sin olvidar a su progenie, frecuentan más de lo habitual los servicios sanitarios en búsqueda de respuestas a su malestar. Ellas están en contacto continuo con la sanidad, se encuentran todos los días en las consultas. Por ello la detección precoz de esta situación es vital para ayudarlas en situación de maltrato, tanto a ellas como a sus hijos.
Este reconocido programa de Jarillo se añade a la cartera de servicios de la unidad igualándolo al programa de Diabetes, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, Cirugía Menor o Citología, entre otros. Es un programa de salud más que tiene como objetivo que todos los profesionales de esta unidad cuando sospechen una situación de maltrato deriven a las mujeres al programa donde se ha diseñado una red de apoyo horizontal y firme para dar la mejor salida posible con los recursos disponibles. Apunta Jarillo que "trabajamos en equipo con formación y sensibilización en la materia con respecto al ámbito de la salud".
El principal objetivo del programa es identificar, acoger y actuar de manera precoz en el inicio y aplicar los protocolos de actuación, derivación y seguimiento posteriores. Entre los objetivos generales está la atención a las mujeres que puedan sufrir una situación de maltrato, asistir a sus hijos, evaluar su estado de salud y valorar a aquellas que han salido de esa situación de violencia pero presentan secuelas.
De forma más específica el programa forma y sensibiliza al personal sanitario, ayuda a diferenciar conceptos sobre cómo emitir los partes al juzgado así como conocer factores de vulnerabilidad o aspectos éticos, siempre trabajando en equipo de manera interinstitucional e interdisciplinar.
La metodología con la que trabaja Jarillo se centra fundamentalmente en la entrevista "biopsicosocial". Este modelo entiende la salud como una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales y no puramente biológicos. La consulta se caracteriza por minimizar interrupciones, garantizar confidencialidad, respetar decisiones, observar actitudes y emociones, dirigir la entrevista con una secuencia lógica de preguntas y no aconsejar nunca terapia familiar, entre otras medidas.
La profesional hace una evaluación de cada mujer atendida teniendo en cuenta su estado de salud, la medicación que tome y reajustando su tratamiento, además de detectar en qué fase se encuentra con respecto a la relación con su maltratador. Dependiendo de éste último factor se actuará de una forma u otra y usando o no el apoyo de otras instituciones. Una vez las mujeres sepan la relación que viven, previo consentimiento informado y firmado, se harán grupos de "autoayuda" entre iguales evaluando secuelas.
Jarillo sostiene que "si no hay unanimidad entendida como igualdad entre hombres y mujeres nunca habrá erradicación de la violencia machista". Su consulta nació con la base de reconducir a aquellas mujeres y adolescentes que están en situación de maltrato, pero haciendo hincapié también en detectar a aquellas que no lo son para no estigmatizar a hombres como maltratadores. Apunta Jarillo que realmente el número de denuncias falsas es ínfimo respecto a lo que piensa la sociedad.
La profesional defiende que "es una lucha igualitaria en la que necesitamos a hombres en la igualdad". Explica que el sector sanitario es el que emite un parte de lesiones al juzgado de guardia, por lo que la intervención de los sanitarios es crucial y hay veces que se confunde una "mala relación marital", en la que se trata de una relación tóxica, con "una mujer que vive una situación de maltrato" en donde existe una asimetría con abuso de poder que genera discriminación. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) necesita que los profesionales de la salud también sepan cómo se construye el maltrato y cómo afecta a la salud de ellas y de sus hijos e hijas.
El programa está basado en el Protocolo Andaluz de actuación sanitaria ante la Violencia de Género y en la Guía para madres y padres con hijas adolescentes que sufren violencia de género del Instituto Andaluz de la Mujer.
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