El renacer de Atención Temprana

Al cruzar la puerta de entrada, tras una fachada blanca impoluta, los primeros en saludar a los usuarios son Pinocho, Mickey y Minnie. El servicio de Atención Temprana lleva casi un mes funcionando en la antigua oficina del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) en el Secano, a la espera de su inauguración oficial. De la mano de la Asociación de Padres de Personas con Discapacidad Intelectual (Apadis), que gestiona actualmente el servicio financiado por la Junta de Andalucía, está viviendo un renacer.

En las nuevas instalaciones se respira confianza, tranquilidad y mucha diversión. En la sala de espera los pequeños pueden jugar mientras les toca su turno. Las paredes de la nueva sede, de más de 400 metros cuadrados, están bañadas en dibujos de colores, así como el indispensable mobiliario. El centro ocupacional Punta Europa, de Apadis, ha ido de la mano en la reconversión de esta fría sede anterior a la gran instalación para atender a menores y sus familias. La decoración se debe a José María Montes y el arduo trabajo de carpintería a Nicolás Cantón, todo un ahorro para la asociación.

La nueva sede está perfectamente dividida, empezando con una sala de reuniones y luego se observan diferentes departamentos para las atenciones de Logopedia, Psicomotricidad, Estimulación Cognitiva o Psicología. En definitiva están llenas de juegos para el trabajo que realizan las profesionales con los pacientes, de hasta seis años. El servicio cuenta además con dos habitaciones acondicionadas para permitir la observación con personas a través de una cámara de Gesell. Se permite así a los familiares seguir la consulta de la profesional con el menor sin condicionarles con su presencia.

Pasando las salas de consultas se atraviesa un pasillo a doble altura que invita a continuar por un mundo de fantasía. El dibujo de un gran árbol con sus ramas sirven incluso para avisar del doble techo. El servicio ha querido ir más allá y ofrece una sala abierta, a partir de los seis años, para realizar una gestión más integral, atendiendo a esos aún pequeños que no se encuentran en el baremo de edad estimado de Atención Temprana.

No falta detalle y por eso tampoco falta una escuela de padres, algo indispensable para trabajar en grupo. Hay otra sala en la que les gustaría en un futuro instalar ordenadores.

La gerente de Apadis, María del Carmen Portillo, invitó a conocer cada rincón del nuevo servicio junto a la directora de Apadis, Perpetua Paz. De cara a los usuarios hay cinco profesionales: dos logopedas, una fisioterapeuta y dos psicólogas. Debido al alto grado de especialización que ha requerido Apadis para desempeñar este servicio la selección de profesionales ha llevado a contratar a expertas de Granada, Jerez, La Línea o el Puerto de Santa María.

Atención Temprana está dirigido a menores de hasta seis años, que suelen llegar derivados de Pediatría y el objetivo es prevenir posibles trastornos de desarrollo y atender a los pequeños que los padecen o tienen riesgo de padecerlos. Los trastornos pueden ser desde cognitivos a comunicación, lenguaje o emocionales, entre otros caso.

La psicóloga explica que la mayoría de los pacientes son gravemente afectados y a los seis años son alta obligatoria. Pertenecen a la Consejería de Salud y cuando nace un bebé prematuro Pediatría lo deriva al servicio. Atienden a pequeños con problemas en su desarrollo o riesgo de padecerlo, así que según la necesidad que tengan reciben consultas desde semanales a mensuales.

Hay tres perfiles de atención: Fisioterapia, Logopedia y Psicología. Señala que es difícil a veces hacer entender a los padres que sus hijos tienen un problema y que necesita un tratamiento continuado, por lo que también es necesario la implicación de ellos. Invita además a los padres a no ser reticentes a la hora de que sus hijos vean un psicólogo. "Jugando con ellos se trata de favorecer su desarrollo en cuanto a atención".

Atienden numerosos casos de prematuros. La fisioterapeuta atiende muchos casos de 0 a 2 años que no se sientan o no controlan el cuello y la logopeda se encarga de más mayores, ya que la dificultad en la comunicación se detecta a partir de los 2 años. En el servicio atienden a casi 150 pequeños, destacando que hay una proporción muy alta de niños con trastornos de autismo.