"La receta para ahorrar energía es aprender de los abuelos"

Rosario Heras inaugurará mañana las séptimas jornadas de Ciencia en la Calle, Diverciencia, en el edificio José Luis Cano a las siete de la tarde. La presidenta de la Sociedad Española de Física responde a estas preguntas desde Madrid tras una jornada "agotadora" de exposiciones y reuniones. "Esta es la vida que llevo pero me gusta", dice recién llegada de Guadalajara donde mantuvo una reunión para lograr un proyecto de investigación que permita a sus 24 compañeros del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas seguir en sus puestos.

-¿Qué opina de Diverciencia?

-Los investigadores lo que tenemos que hacer es difundir y divulgar la ciencia, en mi caso la física. Cuando la gente habla de cultura se refiere sólo a la humanística y a la artística, pero la cultura es global. Fue en una jornadas en Málaga donde Ana Villaescusa me lo propuso y lo único que pedí es que me avisaran con tiempo por mi agenda. Los que nos dedicamos a esto tenemos que explicar a la sociedad que la física aplicada lo es todo. Estoy encantada de ir a Algeciras. Me hace ilusión inaugurar unas jornadas de ciencia en la calle porque eso es lo que tenemos que hacer los científicos. Lamento que tenga que marcharme pronto porque el viernes estaré en Lérida en las Olimpiadas nacionales de Física.

-¿Cómo es su tarea de presidenta en la Real Sociedad Española de Física?

-Mi nombramiento tuvo mucho efecto en los medios por lo de ser la primera mujer en 103 años. Mi reto es atraer a la gente joven. Los físicos trabajan en la enseñanza y en la investigación, pero también están en las empresas, en los hospitales, en las energías renovables y en las empresas constructoras. Ya son requeridos hasta en los bancos por eso de la econofísica. Sabemos hacer modelos y entendemos cualquier problema.

-¿Cuál es su receta para ahorrar energía?

-La receta es aprender de nuestros abuelos. Ellos sabían perfectamente que en verano había que bajar las persianas durante el día y abrirlas de noche para que se fuera el calor. En eso trabajamos en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). Por poner un ejemplo en Algeciras el invierno no dura demasiado, unos dos meses. En este asunto nos salimos de madre ya que los niveles de confort en invierno deben oscilar entre 20 y 22 grados. Si llegas a una casa con calefacción no te puedes quedar en manga corta. Y en verano el aire acondicionado debe oscilar entre 24 y 26 grados. A 18 grados se consume mucho más. Luego la gente dice que el aire acondicionado es malo. No es malo. Lo que no se puede hacer es usar mal la energía y derrocharla. En España es necesaria más cultura energética. No sabemos cuánto cuesta la energía y la derrochamos. Y por eso en invierno solo hay que abrir las ventanas para ventilar. Por supuesto la orientación de las mismas es importante a la hora de calentar o enfriar la casa.

-¿Habla de la eficiencia energética?

-Sí, de esto y de la sostenibilidad, de lo que hablaré en la conferencia inaugural. La energía que no contamina es la que menos se consume. La que no estropea el medio ambiente. En el sur la energía solar tiene mucho que decir y de Madrid para arriba si en las construcciones se toman medidas como las que proponemos se puede ahorrar hasta un 60% de la energía.

-¿Sabe que una gallega ha registrado el sol ante notario?

-No sé ni qué decir. Desde el punto de vista científico el sol no es de nadie. Es una fuente de energía. Es la primera información que tengo. (Sonríe) Voy a ver de lo que me hablas.