"Para realizar este trabajo se necesita mucha paciencia"

El negocio viene de familia. Su bisabuelo tuvo el primer negocio. Juan José Ríos Olmedo, que tuvo su primer contacto con la relojería a los 14 años, comenzó como aprendiz a los 17, con su padre, José Ríos, por las mañanas. Entonces el negocio estaba en la calle Tarifa, desde 1961. El taller en el que trabaja Juan José está ubicado, desde 1975, junto a la relojería y ambos en la calle las Huertas. De joven, también aprendía por las tardes con el maestro Antonio Crespo.

Ríos Olmedo hace reparaciones y trabajos con relojes, la mayoría de ellos de pared y antiguos, pero también realiza trabajos de diseño de joyería, la mayoría de ellos por encargo. Trabaja el oro y la plata. Reconoce que para realizar este tipo de tareas se requiere mucha paciencia y mucho ojo.

Explica que hay bastantes jóvenes muy interesados en mantener viva la joyería artesanal. Aprenden en Córdoba, donde esta formación tiene una gran tradición. Además de aprender las nociones, es muy importante el día a día. Tiene mucha clientela desde hace años. "Desde mis padres. Vienen los abuelos y ahora los hijos". El negocio marcha pues "el oro siempre tiene su valor". Abre mañana y tarde, pero reconoce que por las tardes pude trabajar más tranquilo.