"Sé donde vives y voy a ordenar un Bizum para que te maten" o "Tengo gente en La Línea, Los Barrios y en La Bajadilla, que van a buscar donde vives, os van a meter en el coche y a quemar", son algunas de las amenazas de muerte proferidas por un interno de la prisión de Botafuegos, en Algeciras, a los funcionarios que intentaban reducirle. 

Según informa el sindicato Acaip, los hechos sucedieron en la mañana de este domingo, 17 de marzo, cuando tuvo que activarse el "código 1" en la sala de televisiones porque un preso, R.M.L., de 32 años, estaba golpeando en repetidas ocasiones con una pesa contra la cabeza de otro interno. Tras ser separados por los funcionarios de vigilancia, el herido fue trasladado a la enfermería y el segundo fue aislado en el Módulo 15.

Allí, en su nueva ubicación, R.M.L. destrozó la celda: rompió la empuñadura de la ventana, los cristales y las luminarias, arrojó por la ventana las bombillas y, con un cristal grande en la mano, comenzó a amenazar al personal de la prisión. "Os voy a matar a todos, pasad que os corto el cuello", “Os voy a meter en el maletero del coche y os voy a quemar”, decía el preso, según el sindicato. 

R.M.L. ingresó por primera vez en prisión en el año 2012 y en la de Algeciras desde diciembre de 2023. Acumula una amplia trayectoria delictiva: robo en casa habitada y robo con violencia y fuerza en las cosas, condenado por todo ello a más de siete años de prisión. A eso se suman casi 50 sanciones disciplinarias por vulnerar la normativa penitenciaria: insultos, amenazas y coacciones a funcionarios, agresión a otros internos, tenencia de material y sustancias prohibidas, intoxicación individual por consumo... Por todo ello, ha recorrido diversas prisiones españolas como Murcia, Córdoba, Puerto Santa María, Salamanca, Sevilla y, finalmente, Botafuegos.

Acaip ha instado a la Dirección del centro penitenciario a informar de estos hechos al Juzgado de Guardia por si fueren constitutivos de delito, la regresión de grado para que se le aplique a este preso una modalidad de vida más restrictiva y que sea trasladado a otra prisión más adecuada a su perfil delictivo.

Una vez más, desde este sindicato reclaman más personal y medios y que a los funcionarios de prisiones se les reconozca como agentes de la autoridad porque, aseguran, se sienten indefensos en casos así.