La pieza del mes: la piedra del Lagar

Museo de Algeciras

Los nuevos cosecheros enlazaban con la tradición proveniente de los siglos XV-XVII

La familia Monfillo-Perles la custodió hasta que la donaron al Museo municipal

Piedra del Lagar
Piedra del Lagar
Juan Ignacio De Vicente Lara
- Asesor Honorífico del Patrimonio Histórico del Excmo. Ayuntamiento de Algeciras

01 de julio 2023 - 01:31

Esta piedra de lagar procede de los viñedos de la dehesa de La Punta de Algeciras, con cuyas uvas a principios del siglo XIX se elaboraba un buen vino. Según la familia Monfillo-Perles, que la custodió hasta su donación al Museo, sobre esta piedra se pisaban las uvas tras la vendimia para la obtención del mosto. Sus dimensiones son 0,95 m X 0,94 m de lados y 0,16 m de altura. Tiene el n.º 3947 del inventario y está expuesta en la Sala Manos que trabajan. Colección de Etnología.

La dehesa de La Punta es un lugar mágico y maravilloso abalconado en el frontal costero de la embocadura occidental de la Bahía de Algeciras. Una sucesión de cerros costeros cabalgan hacia el mar a los flancos de la Punta del Carnero hasta las aguas del Estrecho, pero de repente la costa les cierra el paso con un farallón de acantilados que recortan el litoral en una continuidad de pequeñas calitas rocosas que hacia el poniente se estiran en la Cala del Tolmo y hacia el levante dan paso a la deslumbrante ensenada de Getares con su sorprendente playazo. Aquí, sin solución de continuidad se fusionan lo marino y lo rural. En otros tiempos la labor agrícola se extendía por la llanura fluvial del Pícaro hasta la misma playa.

Lugar maravilloso por la espectacularidad de los paisajes cualquiera que sea la dirección a la que se dirija la mirada. Y mágico tanto por su riqueza arqueológica como por las que aún oculta. En 1765 las tierras de La Punta se adehesaron para viñedos, se recuperaba aquí la ancestral tradición vitivinícola de la Bahía, pero que ahora estaba trastornada desde 1704 tras la irrupción inglesa en la zona.

Los nuevos cosecheros enlazaban con la tradición proveniente de los siglos XV-XVII, de cuando los vinos del arco de la bahía, con la denominación de Gibraltar, se catalogaban de muy excelentes y se exportaban a Inglaterra, Flandes, Francia y a diversos lugares de España.

Incluso en las monedas de Ivlia Tradvcta, la Algeciras romana, aparecen racimos de uvas como un símbolo de nuestra ciudad. Las tierras se repartieron hasta en cuarenta y tres posesiones con sus respectivos caseríos, cada uno de los cuales disponía de vivienda, lagar y bodega.

Para ayudar a aquellos emprendedores, el Ayuntamiento les concedió en 1808 el privilegio de quedar exentos del pago del arbitrio por el vino y vinagre de sus cosechas. No dio mal resultado la conjunción de aquellas tierra con la uva, los aires marinos y las labores, pues en 1825 Miguel de Burgos en su Noticias topográficas catalogó de "muy bueno" su vino. Años después vendría la plaga de la filoxera y lo echaría todo a perder.

En 1805 la prensa local insertaba el siguiente anuncio: "En el término de Punta del Carnero se vende una viña que se compone de 20 fanegas de tierra puesta de viña, de tierra calma, y su casería correspondiente compuesta de lagar, bodega, cocina, sala, alcoba, pajar y cuadra, todo de mampostería". Hoy nos parece idílico vivir en una casería entre viñedos acariciados por la brisa del mar.

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