El personal del Grupo Ruiz pide más seguridad para las líneas del Saladillo

El comité de empresa de la compañía de autobuses CTM-Grupo Ruiz, concesionaria del transporte público urbano, ha pedido que se incrementen las medidas de seguridad para evitar que sucedan más actos vandálicos en las líneas que transitan por determinadas zonas de la barriada del Saladillo.

Es lo que tiene previsto trasladar el próximo viernes al alcalde de la ciudad, Diego Sánchez Rull, al que también le comunicará la preocupación que tienen los trabajadores por la incertidumbre del pago de sus nóminas. Confían en que el regidor se comprometa a cumplir con el calendario de abonos de la subvención municipal.

El presidente del comité, Ángel Santiago, explicó que el incidente de la semana pasada no fue aislado. De nuevo el vehículo que enlaza las barriadas de San García, El Saladillo, La Bajadilla fue apedreado por 4 o 5 jóvenes que iban cubiertos con las capuchas de sus jerseys en la calle Miguel Hernández, a la altura del centro de día de mayores.

Esperan a que el vehículo aminore la velocidad y lanzan las piedras. Rompieron varios cristales y los pasajeros se llevaron un buen susto. Lo que temen es que cualquier día se produzcan daños personales. En las siguientes horas de aquella jornada, ninguno de los autobuses de las líneas 7 y 8 pasaron por ese punto para sortear otros incidentes. Ese servicio ya se recuperó.

Es otra de las inquietudes de los conductores que reconocen el perjuicio de los viajeros que se suben o bajan en las paradas de este tramo. Demandan más seguridad por las tardes y en esta zona, que es cuando aparecen estos delincuentes. Proponen intensificar los controles en la calle e incluso también en el interior de los autocares. Ambas líneas se han convertido en las más temidas por parte de los empleados.

El comité insistirá a Sánchez Rull en la importancia que tiene que el Consistorio cumpla con sus compromisos de abonar la subvención municipal. A mediados de noviembre ya amenazó con una huelga indefinida y se concentró media hora para protestar por la incertidumbre que tiene por el pago de sus nóminas.