De una peluquería de Algeciras a TVE: la reinvención de la copla por Naomi Santos
Con su energía desbordante, encarna el espíritu de las folclóricas de antaño, pero con una mirada moderna, urbana y creativa que promete llevar la copla a nuevas generaciones
"Lo vintage está de moda y, quién sabe, quizá la copla vuelva con fuerza”, augura
Naomi Santos y Verónica Rojas se juegan la final de 'La bien cantá', el concurso de copla de RTVE
Algeciras/La peluquería donde Naomi Santos (@naomisantosmusic) trabaja por las mañanas es un bullicio de risas, confidencias y olores familiares: laca, champú y café recién hecho. Entre revistas del corazón y espejos rodeados de luces, la de Algeciras despliega su desparpajo con la misma facilidad con la que da forma a un recogido. Es menuda, con unos ojos que parecen contener todas las pasiones del mundo y un hablar chispeante que no deja indiferente. Aquí, en su territorio, cuenta su historia como quien desgrana una copla: con alma y temperamento.
De Pescadores al estrellato
"Empecé en la música con tres años en la rondalla de mi barriada, Pescadores. Mis padres me metieron en Los Bolicheros porque me vieron canturrear antes incluso de andar. Fue una infancia marcada por las clases de canto, baile y teatro. Mi abuela no se dedicaba profesionalmente a cantar, pero tenía una afición al flamenco que sin duda me dejó huella. Otros familiares también se dedican a la música", relata mientras peina a una clienta.
Menuda, vivaz, con una mirada chispeante y una energía desbordante, Naomi confiesa que la copla la acompaña desde la cuna
A los 16 años llegó su primer gran salto mediático: el programa Se llama copla de Canal Sur. Fue ahí donde una jovencísima Naomi Santos comenzó a hacerse un nombre. "Aquello fue mi primer trabajo, mi debut como profesional. Recuerdo que Pive Amador, el productor musical, desde el primer casting dijo que había visto algo especial en mí. Aquel día lo bautizó como el Naomi Day".
Sentada en una silla giratoria, la artista hace una pausa mientras reflexiona sobre los retos que, desde entonces, ha afrontado como artista. Más de una década después de Se llama copla ha regresado a un concurso de televisión, este vez de TVE, donde ha llegado a las puertas de la final. "En La bien cantá me han vuelto a encasillar como la graciosa o la pícara, y eso me fastidia porque siento que soy más que eso. Sí, tengo chispa, pero también sé interpretar temas dramáticos o técnicamente complejos. En mi primera gala en Se llama copla, por ejemplo, me dieron En las cruces de mi reja que estrenó Gracia Montes. Nadie apostaba por mí con esa canción. Hasta me decían que me habían puesto ese tema para echarme. Y mira, aquí sigo".
Con solo 16 años, dio un salto importante al participar en el programa 'Se llama copla' de Canal Sur: “Fue mi primera experiencia en televisión y mi primer trabajo"
Cuaderno de coplas
Entre botes de laca y tijeras, Naomi Santos habla con fervor de su género favorito. “Si tuviera que elegir, me quedaría con La flor del temperamento de Lola Flores, que tiene una letra que me define por ese nervio y capacidad de poner en pie al público”. Sus otras coplas imprescindibles incluyen también En las cruces de mi reja, Romance de valentía, El romance de Juan de Osuna y Tres, tres.
Estos cinco títulos elegidos al azar demuestran la riqueza y variedad infinita del género. En En las cruces de mi reja, la copla exalta la dignidad y el orgullo de una mujer gitana que se niega a someter su amor a títulos nobiliarios. Romance de valentía narra la vida de un joven sin raíces que encuentra su única gloria en enfrentarse a un toro. Romance de Juan de Osuna presenta una desgarradora reflexión sobre la traición, el dolor y las consecuencias del destino con el lamento melancólico del amor perdido. En La flor del temperamento, la protagonista celebra su fuerza arrolladora y su energía vital, afirmando su identidad con una explosión de alegría y poderío. Finalmente, Tres, tres es un diálogo entre dos amantes gitanos que navegan entre la atracción, el destino y las tensiones de su relación.
"Antes había elegancia, esa forma de decir las cosas rodeando un poco, como bailando alrededor de la verdad"
Para la algecireña, con razón, la copla no es solo un género, sino un espejo de la vida misma. Sus ojos se iluminan al hablar de las letras: "Hay de todo. Algunas son muy machistas, como Señora vecina, pero otras son verdaderamente feministas para su época. Pienso en Soltera yo no me quedo o Compuesta y sin novio, que son declaraciones de independencia. Y luego está cómo abordan temas tabú, como la homosexualidad. Mi amigo o El clavel hablan de eso con una sutileza preciosa que hemos perdido en las letras actuales: Tengo gastadas las losas del puente de tanto cruzarlo por la madrugá... Antes había elegancia, esa forma de decir las cosas rodeando un poco, como bailando alrededor de la verdad".
Santos siente una profunda admiración por artistas como Lola Flores o Isabel Pantoja, pero también reivindica a otras menos reconocidas. “Estrellita Castro e Imperio Argentina fueron pioneras. Cantaban, bailaban, actuaban... ¡Hasta tocar los palillos! Fueron las más modernas de su tiempo y viajaron por todo el mundo cuando las mujeres apenas podían salir de casa”. Para Naomi, la copla no es solo un género musical, sino un legado cultural que merece ser reivindicado. “Es cierto que a veces se asocia a las abuelas, pero creo que puede llegar a la gente joven. Lo vintage está de moda, y quién sabe, quizá la copla vuelva con fuerza”.
Más de una década después de 'Se llama copla', ha participado en 'La bien cantá'. Quedó a las puertas de la final, pero reconoce que la experiencia le ha reafirmado como artista
En la peluquería, sus clientas son sus mayores críticas y admiradoras. “Desde que salí en La bien cantá, no paro de escuchar comentarios. Algunas me analizan las galas, la ropa, las canciones... A veces parece que nunca he salido del programa”, cuenta entre risas.
Temperamento y modernidad
En las pausas entre clientes, la peluquera comparte sus planes de futuro. Su objetivo, dice, es mezclar la copla con ritmos modernos. "Siempre he separado mi faceta de coplera y mi interés por lo urbano. Pero si Martirio, Melody o María Peláez pueden fusionar géneros, ¿por qué yo no? Estoy trabajando en algo nuevo. A lo mejor versiono alguna copla, pero lo que quiero es que salga algo auténtico con letra compuesta por mí. Como en la cocina: hay que experimentar para encontrar el plato perfecto". Para muestra un botón: en La bien cantá se atrevió a rapear el arranque de Garlochí.
A sus 28 años, esta joven folclórica ha recorrido un camino marcado por la música, los escenarios y un irrefrenable deseo de innovar en un género que define como “lo más nuestro”
Sin embargo, no todo ha sido fácil para esta folclórica del siglo XXI. "Hay días en los que me pregunto cómo, después de tantos años, sigo aquí, en una peluquería. La gente me dice: Con lo que vales, ¿cómo no vives de esto? Pero yo pienso: si he llegado hasta aquí, ¿cómo voy a rendirme ahora? Esto es lo que soy, lo que me da vida. No puedo dejarlo".
Al final de la jornada, la peluquería queda en silencio, con los secadores apagados y los cepillos alineados como soldados. Naomi Santos se despide con la misma energía con la que empezó el día. "Por la mañana, aquí; por la tarde, componiendo o ensayando; y por la noche, cantando en los bolos que van saliendo. Así es mi vida, y no la cambiaría por nada".
Mientras la puerta se cierra tras ella, queda en el aire la sensación de haber hablado con alguien que, más que seguir una tradición, la lleva con orgullo, reinventándola paso a paso. La copla, en su voz, su piel morena y su sonrisa amplia, parece encontrar nuevas formas de florecer.
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