Los militares de Ceuta vuelven a casa tras seis meses de misión en Irak con una parada en Algeciras

El contingente A/I XXII de la Comandancia General de Ceuta desembarca en la ciudad autónoma tras completar con éxito la misión de la OTAN en Irak, con el puerto algecireño como eje logístico del retorno

El contingente A/I XXII, integrado principalmente por unidades ceutíes, antes de partir para Irak el pasado mes de abril.
El contingente A/I XXII, integrado principalmente por unidades ceutíes, antes de partir para Irak el pasado mes de abril. / Ejército de Tierra

La madrugada de este viernes ha marcado el final de seis intensos meses de trabajo en Irak para los militares de la Comandancia General de Ceuta que han formado parte de la última rotación de la NATO Mission Iraq (NMI). El contingente A/I XXII, integrado principalmente por unidades ceutíes, ha regresado a casa en barco procedente del Puerto de Algeciras, una pieza esencial en el engranaje logístico del retorno tras la misión.

Según ha informado la Comandancia General de Ceuta, los efectivos tomaron tierra horas antes en el aeropuerto de Málaga, punto desde el cual se dividieron en dos rutas: parte del personal viajó por carretera hasta Algeciras, donde embarcaron rumbo a Ceuta, mientras que el resto se desplazó a distintos destinos del territorio nacional.

La misión de la OTAN en Irak, en la que han participado los militares ceutíes, constituye un paso más en la colaboración histórica entre la Alianza Atlántica y el país de Oriente Medio. Este despliegue se centra en ofrecer asistencia técnica y formativa para reforzar las estructuras de seguridad iraquíes, crear instituciones de defensa estables y compartir conocimientos especializados a nivel internacional.

La presencia de la OTAN en Irak no es nueva: entre 2004 y 2011 se desarrolló una operación clave de apoyo basada en el entrenamiento y monitorización de las fuerzas iraquíes. A partir de 2015, y tras la petición expresa del Gobierno de Irak, la Alianza amplió su compromiso con nuevos programas de capacitación en materia de defensa. En 2016 comenzó en Jordania la formación de instructores —más de 350 efectivos iraquíes recibieron allí entrenamiento especializado—, hasta que en 2017 la OTAN consolidó una presencia permanente en Bagdad mediante un equipo civil y militar.

El traslado definitivo del entrenamiento a territorio iraquí en 2017 y el trabajo del denominado Equipo Central sentaron las bases para el lanzamiento formal de la NATO Mission Iraq en 2018, la misma que ahora concluye para los militares ceutíes tras medio año de labor sobre el terreno.

Su llegada, con el Puerto de Algeciras como último enlace antes de pisar suelo ceutí, simboliza el cierre de una misión cumplida “con éxito”, tal y como subraya la Comandancia General. Ahora, de vuelta en casa, los integrantes del contingente reencontrarán a sus familias tras un despliegue que refuerza tanto la seguridad internacional como el compromiso permanente de Ceuta y su Comandancia con las operaciones de la OTAN.

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